/ miércoles 28 de agosto de 2019

Agua pasa por mi casa

El Muro


Como hermanitos peleoneros, los siete Estados de la Unión Americana usuarios del Río Colorado fueron obligados en 1922 a ponerse de acuerdo sobre la distribución proporcional del agua, pero en lugar de resolverse, el problema sigue latente: El reparto fue hecho con base en una temporada inusual de grandes nevadas.

Nueve años después, es decir en 1931, fue necesario resolver otra diferencia, ésta ubicada mayoritariamente en California donde Palo Verde, Valle Imperial, Coachella y San Diego peleaban por el derecho de uso agrícola y municipal. Estos dos ejemplos ilustran cómo el barullo del agua inicia río arriba con repercusiones hasta nuestro país.

Desde octubre de 1904 hasta el 11 de febrero de 1907, millones de litros del Colorado se desperdiciaron aquí en la región a causa de una maniobra ingenieril imprecisa. Tan solo la inundación de 1906 causó daños por 75 mil dólares en el pueblito de Mexicali, equivalentes de acuerdo a la inflación, a casi 400 millones de pesos actuales, cantidad similar a lo invertido en vialidades por el actual Gobierno en todo el sexenio, aquí en la capital.

El 99.4% de la cuenca del río atraviesa por los Estados Unidos, partiendo de eso, a ellos corresponde el 90.9% del agua, a México (ojo, los derechos pertenecen a la nación no a Mexicali, ni Baja California) corresponde el 9.1% equivalente a 1 millón 850 mil metros cúbicos anuales a distribuir en Mexicali, su valle y parte de la Zona Costa.

Desde 1919 hasta mediados de los noventa la disponibilidad superaba por mucho la demanda, hasta llegar a un punto a comienzo del siglo XXI donde la oferta excedió la reserva. California usa el 26.6% del total, seguido de Colorado 23.4%, Arizona 17.3%, Utah 10.4%, Wyoming 6.3%, Nuevo México 5.1% y Nevada 1.8% con todos los casinos de Las Vegas.

La proyección hacia el 2063 hecha por la Comisión Internacional de Límites y Aguas establece la llegada de una crisis.

El tratado de 1944 cuyo nombre formal es “Tratado entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el Gobierno de los Estados Unidos de América de la distribución de las aguas internacionales de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo, desde Fort Quitman, Texas hasta el Golfo de México”, plantea en el artículo 3 las prioridades para la resolución de asuntos, en primer término está el uso doméstico del líquido, en segundo el agropecuario, en tercero energía eléctrica, el siguiente es usos industriales, navegación y al final la pesca.

Sin embargo, las comisiones binacionales poco podrán hacer para incrementar el volumen hacia México, tomando en cuenta el conflicto creciente entre las entidades norteamericanas. Los mexicalenses debemos modificar nuestra relación con el agua, si bien eso no ayudará a incrementar las reservas, hará menos doloroso el trance cuando empiecen los cortes…

El Muro


Como hermanitos peleoneros, los siete Estados de la Unión Americana usuarios del Río Colorado fueron obligados en 1922 a ponerse de acuerdo sobre la distribución proporcional del agua, pero en lugar de resolverse, el problema sigue latente: El reparto fue hecho con base en una temporada inusual de grandes nevadas.

Nueve años después, es decir en 1931, fue necesario resolver otra diferencia, ésta ubicada mayoritariamente en California donde Palo Verde, Valle Imperial, Coachella y San Diego peleaban por el derecho de uso agrícola y municipal. Estos dos ejemplos ilustran cómo el barullo del agua inicia río arriba con repercusiones hasta nuestro país.

Desde octubre de 1904 hasta el 11 de febrero de 1907, millones de litros del Colorado se desperdiciaron aquí en la región a causa de una maniobra ingenieril imprecisa. Tan solo la inundación de 1906 causó daños por 75 mil dólares en el pueblito de Mexicali, equivalentes de acuerdo a la inflación, a casi 400 millones de pesos actuales, cantidad similar a lo invertido en vialidades por el actual Gobierno en todo el sexenio, aquí en la capital.

El 99.4% de la cuenca del río atraviesa por los Estados Unidos, partiendo de eso, a ellos corresponde el 90.9% del agua, a México (ojo, los derechos pertenecen a la nación no a Mexicali, ni Baja California) corresponde el 9.1% equivalente a 1 millón 850 mil metros cúbicos anuales a distribuir en Mexicali, su valle y parte de la Zona Costa.

Desde 1919 hasta mediados de los noventa la disponibilidad superaba por mucho la demanda, hasta llegar a un punto a comienzo del siglo XXI donde la oferta excedió la reserva. California usa el 26.6% del total, seguido de Colorado 23.4%, Arizona 17.3%, Utah 10.4%, Wyoming 6.3%, Nuevo México 5.1% y Nevada 1.8% con todos los casinos de Las Vegas.

La proyección hacia el 2063 hecha por la Comisión Internacional de Límites y Aguas establece la llegada de una crisis.

El tratado de 1944 cuyo nombre formal es “Tratado entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el Gobierno de los Estados Unidos de América de la distribución de las aguas internacionales de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo, desde Fort Quitman, Texas hasta el Golfo de México”, plantea en el artículo 3 las prioridades para la resolución de asuntos, en primer término está el uso doméstico del líquido, en segundo el agropecuario, en tercero energía eléctrica, el siguiente es usos industriales, navegación y al final la pesca.

Sin embargo, las comisiones binacionales poco podrán hacer para incrementar el volumen hacia México, tomando en cuenta el conflicto creciente entre las entidades norteamericanas. Los mexicalenses debemos modificar nuestra relación con el agua, si bien eso no ayudará a incrementar las reservas, hará menos doloroso el trance cuando empiecen los cortes…