/ jueves 5 de julio de 2018

AMLO 2018

Entorno


Después de las contiendas electorales, sin nada sorpresivo en el resultado, nuestro próximo Presidente será AMLO. Con un 52% de la votación, con una legitimidad abrumadora, será el Presidente con mayor porcentaje obtenido en las últimas décadas.

Lo que sí fue sorpresivo fue la oleada que ocasionó en todo el país, obteniendo el triunfo en 31 de las 32 entidades federativas. Sin precedentes y con todo el “power” tendremos un dirigente con una propuesta distinta a la que hemos vivido los últimos años. Obtuvo una ventaja de 30 puntos sobre el segundo lugar (Anaya). Esta diferencia no se había presentado desde 1982 (otros tiempos) en una elección presidencial en nuestro país.

Participaron 89.1 millones de mexicanos, la participación quedó en 62.65%. La más concurrida fue la de 1994 donde acudieron 77%. Nos guste o no, AMLO será el Presidente de todos los mexicanos y tendremos que apoyarlo para que se dé el bienestar del país.

Son muchos los retos y las propuestas hechas, nosotros seremos los evaluadores del cumplimiento o no de las mismas. Pero al menos ya conocemos propuestas específicas que tendrá que implementar después del 1 de diciembre.

Las razones del triunfo de AMLO se resumen principalmente en el hartazgo generalizado de mexicanos ante la incapacidad y sobre todo corrupción sin límites de nuestros gobernantes. En especial la Federal, encabezada por EPN y sus secuaces (22 gobernadores) que le dieron en la torre a la nación.

La falta de transparencia y el cinismo exacerbado de funcionarios que a diestra y siniestra se enriquecieron a costa del pueblo. Ante la creciente inseguridad, los aumentos de impuestos, gasolina, canasta básica, incremento de la deuda pública, aumento del dólar, incremento de la violencia e índices de inseguridad, entre otras cosas, que han impactado negativamente a la sociedad.

Lo vivimos el 1 de julio: Un rechazo generalizado sobre todo contra el PRI. Por otra parte, la división de Ricardo Anaya al interior de su partido y la alianza con el PRD que lo llevó a la derrota y estar lejos de representar el voto útil. Estoy seguro que Margarita hubiera sido una mejor opción para esa Alianza.

Asimismo, los actos de corrupción de sus ex gobernadores como en Sonora y lo que ha ocurrido y ocurre en Baja California. Si bien es cierto la campaña de tantos años de AMLO, así como su consistencia en discurso, sus visitas y dichos, a través de los años, le dieron la razón, aunado a los errores de los “otros”. Ganó todo, los votos ciudadanos fueron en cascada por Morena, no existió la racionalidad en los personajes, votaron simplemente por AMLO y su partido.

Independientes como Kumamoto en Jalisco no llegaron o Cloutiher en Sinaloa, aunque con buenos trabajos, no votaron por ellos. Así sucedió en todos los rincones y ahora tenemos personajes nuevos y con diversas peculiaridades que ahora criticamos, pero el 1 de julio votamos por ellos.

Esa es la democracia, nosotros decidimos y si a ellos les va bien y hacen bien su trabajo, nosotros por supuesto nos irá mejor. Eso esperamos, eso merecemos. El tiempo lo dirá.


Entorno


Después de las contiendas electorales, sin nada sorpresivo en el resultado, nuestro próximo Presidente será AMLO. Con un 52% de la votación, con una legitimidad abrumadora, será el Presidente con mayor porcentaje obtenido en las últimas décadas.

Lo que sí fue sorpresivo fue la oleada que ocasionó en todo el país, obteniendo el triunfo en 31 de las 32 entidades federativas. Sin precedentes y con todo el “power” tendremos un dirigente con una propuesta distinta a la que hemos vivido los últimos años. Obtuvo una ventaja de 30 puntos sobre el segundo lugar (Anaya). Esta diferencia no se había presentado desde 1982 (otros tiempos) en una elección presidencial en nuestro país.

Participaron 89.1 millones de mexicanos, la participación quedó en 62.65%. La más concurrida fue la de 1994 donde acudieron 77%. Nos guste o no, AMLO será el Presidente de todos los mexicanos y tendremos que apoyarlo para que se dé el bienestar del país.

Son muchos los retos y las propuestas hechas, nosotros seremos los evaluadores del cumplimiento o no de las mismas. Pero al menos ya conocemos propuestas específicas que tendrá que implementar después del 1 de diciembre.

Las razones del triunfo de AMLO se resumen principalmente en el hartazgo generalizado de mexicanos ante la incapacidad y sobre todo corrupción sin límites de nuestros gobernantes. En especial la Federal, encabezada por EPN y sus secuaces (22 gobernadores) que le dieron en la torre a la nación.

La falta de transparencia y el cinismo exacerbado de funcionarios que a diestra y siniestra se enriquecieron a costa del pueblo. Ante la creciente inseguridad, los aumentos de impuestos, gasolina, canasta básica, incremento de la deuda pública, aumento del dólar, incremento de la violencia e índices de inseguridad, entre otras cosas, que han impactado negativamente a la sociedad.

Lo vivimos el 1 de julio: Un rechazo generalizado sobre todo contra el PRI. Por otra parte, la división de Ricardo Anaya al interior de su partido y la alianza con el PRD que lo llevó a la derrota y estar lejos de representar el voto útil. Estoy seguro que Margarita hubiera sido una mejor opción para esa Alianza.

Asimismo, los actos de corrupción de sus ex gobernadores como en Sonora y lo que ha ocurrido y ocurre en Baja California. Si bien es cierto la campaña de tantos años de AMLO, así como su consistencia en discurso, sus visitas y dichos, a través de los años, le dieron la razón, aunado a los errores de los “otros”. Ganó todo, los votos ciudadanos fueron en cascada por Morena, no existió la racionalidad en los personajes, votaron simplemente por AMLO y su partido.

Independientes como Kumamoto en Jalisco no llegaron o Cloutiher en Sinaloa, aunque con buenos trabajos, no votaron por ellos. Así sucedió en todos los rincones y ahora tenemos personajes nuevos y con diversas peculiaridades que ahora criticamos, pero el 1 de julio votamos por ellos.

Esa es la democracia, nosotros decidimos y si a ellos les va bien y hacen bien su trabajo, nosotros por supuesto nos irá mejor. Eso esperamos, eso merecemos. El tiempo lo dirá.