/ lunes 17 de septiembre de 2018

AMLO acepta: Heredará posible bancarrota…

Prisma


Fue precisamente en Nayarit –al inicio de su gira “del agradecimiento”– que lo llevará a visitar Mexicali el próximo jueves-, en donde el presidente electo Andrés López Obrador planteó que “México está atravesando por una situación económica y social muy difícil y que debido a una posible bancarrota que afecta al país, no podrá cumplir con todas las demandas que está recibiendo de la población”.

Sin embargo, al formular tal declaración tuvo el cuidado de advertir “sí vamos a cumplir; que quede claro, vamos a cumplir lo que ofrecimos en campaña. Ese es el piso y de ahí para arriba, hasta donde nos alcance el presupuesto que es dinero de todo el pueblo -que aclaró- se va a manejar con honradez”.

Anunció además que tal como lo prometió, no habrá aumentos de impuestos en términos reales, ni se van a crear nuevos ni tampoco aumentarán los precios de las gasolinas, el gas y la energía eléctrica. Ya no habrá gasolinazos, enfatizó. Anticipó: A mediados del sexenio, “vamos a bajar considerablemente el precio de los carburantes”.

Refiriéndose a la falta de recursos económicos que está por enfrentar, reiteró que su gobierno no pedirá dinero prestado para evitar que el país siga endeudándose como hasta hoy. Dijo que se va a invertir y gastar únicamente el dinero que ingrese a la hacienda pública, es decir, de la recaudación de impuestos y derechos.

Vale acotar que el político tabasqueño heredará del gobierno de Peña Nieto una deuda histórica que registra niveles nunca vistos, que genera un alto costo, que necesariamente debilitará la capacidad financiera de su administración.

Respecto al papel que jugará el Banco de México durante su mandato, hizo otro señalamiento importante: “Vamos a respetar su autonomía para que haya equilibrios macroeconómicos y evitar devaluaciones del peso, así como índices altos de inflación. Si llegan a darse estos fenómenos, que sea por circunstancias externas o por mal manejo del Banco, no por culpa del gobierno de la República”.

En otro de los temas que ha causado gran irritación en los servidores públicos -la baja de los sueldos de altos funcionarios del gobierno-, comentó la aprobación a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional que determina: “Ningún funcionario puede ganar más de lo que recibe el Presidente de la República”, al reiterar que él cobrará el 40%o del sueldo de Peña Nieto. “No puede haber gobierno rico y un pueblo pobre”, concluyó.


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Fue precisamente en Nayarit –al inicio de su gira “del agradecimiento”– que lo llevará a visitar Mexicali el próximo jueves-, en donde el presidente electo Andrés López Obrador planteó que “México está atravesando por una situación económica y social muy difícil y que debido a una posible bancarrota que afecta al país, no podrá cumplir con todas las demandas que está recibiendo de la población”.

Sin embargo, al formular tal declaración tuvo el cuidado de advertir “sí vamos a cumplir; que quede claro, vamos a cumplir lo que ofrecimos en campaña. Ese es el piso y de ahí para arriba, hasta donde nos alcance el presupuesto que es dinero de todo el pueblo -que aclaró- se va a manejar con honradez”.

Anunció además que tal como lo prometió, no habrá aumentos de impuestos en términos reales, ni se van a crear nuevos ni tampoco aumentarán los precios de las gasolinas, el gas y la energía eléctrica. Ya no habrá gasolinazos, enfatizó. Anticipó: A mediados del sexenio, “vamos a bajar considerablemente el precio de los carburantes”.

Refiriéndose a la falta de recursos económicos que está por enfrentar, reiteró que su gobierno no pedirá dinero prestado para evitar que el país siga endeudándose como hasta hoy. Dijo que se va a invertir y gastar únicamente el dinero que ingrese a la hacienda pública, es decir, de la recaudación de impuestos y derechos.

Vale acotar que el político tabasqueño heredará del gobierno de Peña Nieto una deuda histórica que registra niveles nunca vistos, que genera un alto costo, que necesariamente debilitará la capacidad financiera de su administración.

Respecto al papel que jugará el Banco de México durante su mandato, hizo otro señalamiento importante: “Vamos a respetar su autonomía para que haya equilibrios macroeconómicos y evitar devaluaciones del peso, así como índices altos de inflación. Si llegan a darse estos fenómenos, que sea por circunstancias externas o por mal manejo del Banco, no por culpa del gobierno de la República”.

En otro de los temas que ha causado gran irritación en los servidores públicos -la baja de los sueldos de altos funcionarios del gobierno-, comentó la aprobación a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional que determina: “Ningún funcionario puede ganar más de lo que recibe el Presidente de la República”, al reiterar que él cobrará el 40%o del sueldo de Peña Nieto. “No puede haber gobierno rico y un pueblo pobre”, concluyó.