/ lunes 28 de diciembre de 2020

Año de crisis

La Política de las Personas

Este 2020 casi todo el año estuvimos en pandemia, la cual en parte fue la que causó una crisis económica, social y en el sector Salud. Sin embargo, también nos demostró una crisis de gobernabilidad en la que nos encontramos.

La gobernabilidad se puede definir como “las capacidades del gobierno formal para gobernar, capacidades que pasan por mejorar el funcionamiento de la administración pública y la formación de los funcionarios y por introducir el conocimiento científico y técnico al proceso de toma de decisiones, entre otras cosas”.

En su mayoría seguimos teniendo servidores públicos que manejan discursos y toman decisiones acorde a lo que les genere más popularidad en vez de lo que los expertos en la materia establecen. Les preocupa más mantenerse en el poder que concentrarse en hacer su trabajo correctamente.

Nuestra responsabilidad como personas es entender las funciones específicas que cada puesto del servicio público tiene con el fin de exigirles que cumplan acorde a la razón de ser de sus cargos y que no nos quieran engañar simulando que realizan un buen trabajo solo porque generan otras funciones.

Hace un par de semanas hablábamos en este espacio del incremento de $25,000 pesos mensuales que los regidores se autoaprobaron a cada uno para gasto social, además de ahora darle también facultad al síndico procurador de contar, al igual que ellos, con $85,000 pesos al mes para apoyos a la comunidad. Que -repetimos- el que exista presupuesto para gasto social con el fin de apoyar las necesidades inmediatas de las personas no es problema, al contrario, es necesario. La cuestión es quiénes y las formas en que se da.

Ya fue aprobado y ahora tendrán este incremento. Sin embargo, no por ello debemos de soltar el tema. Existen, entre otras, dos formas en que las personas nos podemos involucrar. La primera es exigiendo la total transparencia y rendición de cuentas de este recurso. Si bien por ley lo deben de transparentar, muchas veces no se exige la máxima difusión e investigación a fondo de que se haya entregado correctamente y las personas podemos hacerlo. En segundo es identificar quiénes fueron los que aprobaron este incremento, ya que ya vienen campañas y los tenemos que identificar y cuestionar cuando quieran volver a solicitar nuestra confianza.

La propuesta, quien inició que este incremento siquiera fuera una opción, fue del regidor Arnoldo Douglas del partido Movimiento Ciudadano, quien fue apoyado con el voto a favor de los regidores de la coalición de Morena, Partido Verde, Transformemos y Partido del Trabajo: José Ramón López, Janeth Raquel Tapia, Eneyda Elvira Espinoza, Sergio Tamai, María de la Luz Pérez, José Manuel Martínez y María Cristina Mares, de Partido Acción Nacional, Diego Echeverría y del PRI, Adriana López Quinero. Quienes votaron a favor, pero con reserva, para que en vez de que el recurso se lo quedaran ellos mejor se destinara directamente a la compra de bomberas, entre otras opciones, fue el regidor Fernando Rosales del PRD y Héctor Ibarra Calvo del PAN. La única que votó en contra fue la regidora Luz Fonseca del PBC.

La Política de las Personas

Este 2020 casi todo el año estuvimos en pandemia, la cual en parte fue la que causó una crisis económica, social y en el sector Salud. Sin embargo, también nos demostró una crisis de gobernabilidad en la que nos encontramos.

La gobernabilidad se puede definir como “las capacidades del gobierno formal para gobernar, capacidades que pasan por mejorar el funcionamiento de la administración pública y la formación de los funcionarios y por introducir el conocimiento científico y técnico al proceso de toma de decisiones, entre otras cosas”.

En su mayoría seguimos teniendo servidores públicos que manejan discursos y toman decisiones acorde a lo que les genere más popularidad en vez de lo que los expertos en la materia establecen. Les preocupa más mantenerse en el poder que concentrarse en hacer su trabajo correctamente.

Nuestra responsabilidad como personas es entender las funciones específicas que cada puesto del servicio público tiene con el fin de exigirles que cumplan acorde a la razón de ser de sus cargos y que no nos quieran engañar simulando que realizan un buen trabajo solo porque generan otras funciones.

Hace un par de semanas hablábamos en este espacio del incremento de $25,000 pesos mensuales que los regidores se autoaprobaron a cada uno para gasto social, además de ahora darle también facultad al síndico procurador de contar, al igual que ellos, con $85,000 pesos al mes para apoyos a la comunidad. Que -repetimos- el que exista presupuesto para gasto social con el fin de apoyar las necesidades inmediatas de las personas no es problema, al contrario, es necesario. La cuestión es quiénes y las formas en que se da.

Ya fue aprobado y ahora tendrán este incremento. Sin embargo, no por ello debemos de soltar el tema. Existen, entre otras, dos formas en que las personas nos podemos involucrar. La primera es exigiendo la total transparencia y rendición de cuentas de este recurso. Si bien por ley lo deben de transparentar, muchas veces no se exige la máxima difusión e investigación a fondo de que se haya entregado correctamente y las personas podemos hacerlo. En segundo es identificar quiénes fueron los que aprobaron este incremento, ya que ya vienen campañas y los tenemos que identificar y cuestionar cuando quieran volver a solicitar nuestra confianza.

La propuesta, quien inició que este incremento siquiera fuera una opción, fue del regidor Arnoldo Douglas del partido Movimiento Ciudadano, quien fue apoyado con el voto a favor de los regidores de la coalición de Morena, Partido Verde, Transformemos y Partido del Trabajo: José Ramón López, Janeth Raquel Tapia, Eneyda Elvira Espinoza, Sergio Tamai, María de la Luz Pérez, José Manuel Martínez y María Cristina Mares, de Partido Acción Nacional, Diego Echeverría y del PRI, Adriana López Quinero. Quienes votaron a favor, pero con reserva, para que en vez de que el recurso se lo quedaran ellos mejor se destinara directamente a la compra de bomberas, entre otras opciones, fue el regidor Fernando Rosales del PRD y Héctor Ibarra Calvo del PAN. La única que votó en contra fue la regidora Luz Fonseca del PBC.