Voz Campesina
Cuando esta mañana, ya un poco repuestos de cierta aguda enfermedad respiratoria, nos disponíamos a formular nuestra colaboración, un fuerte estruendo nos causó tremenda sorpresa y se suspendió la energía eléctrica.
Al salir a revisar las condiciones de los vecinos pudimos percatarnos de que muy probablemente ante las lluvias registradas durante la noche, el generador que abastece la cuadra estalló. Desde luego la impresión no fue nada grata entre quienes inmediatamente dimos aviso telefónico a la Comisión Federal de Electricidad.
Por fortuna -fuera del susto- nadie resultó lesionado y este servidor acudió al más cercano servicio público de internet a narrarle la tempranera aventura que –confieso- borró de mi intención el más relevante tema que pensaba abordar hoy.
Sin embargo, el deseo de comunicarnos con usted nos llevó a suscribir el intento bajo sus manos y de algún modo advertirle de que este tipo de accidentes suelen suceder durante la temporada. Por lo que resulta necesario permanecer pendientes y comunicar de inmediato a la CFE cualquier anomalía detectada, pues el agua y la electricidad no son compatibles en modo alguno.
A fin de no quedar a oscuras y confiando en la efectividad de la empresa, esperaremos pacientes el tiempo promedio de respuesta que se ofreció y mientras le ofrecemos a lectores y amigos sentida disculpa no sólo por la brevedad con que le saludamos, sino por la escasa importancia que tal vez pudiera representar.
El próximo martes, si Dios lo permite, estaremos de nuevo aquí, en el afán de describir la realidad buscando transformarla. Mientras le ruego acepte mis sentidas disculpas y abrazo.
