Prisma
La proveeduría a la gran industria de Baja California por parte de empresas Pymes regionales, es un tema que ha estado en boca de muchos, pero en manos de pocos.
Por muchas situaciones que sería largo enumerar, el avance logrado es casi mínimo. La última cifra que conocimos mencionaba un mísero 1 ó 2%.
¿Cuáles son las razones que han impedido el desarrollo de la pequeña y mediana industria bajacaliforniana para que alcance capacidad para convertirse en proveedores de la industria, fundamentalmente la maquiladora que demanda gran cantidad de insumos que trae del extranjero? ¿Será acaso que las empresas extranjeras y las locales no muestran mucho interés que digamos en apoyar a la micro y mediana industria, para que ésta les pueda proveer parte de los componentes? ¿Será que las Pymes carecen de la tecnología y capacidad económica para producir los insumos con la calidad requerida?
El tema vino a cuento al enterarnos que las Comisiones Unidas de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales, presidida por el diputado Andrés de la Rosa Anaya y Desarrollo Económico y Comercio Binacional, aprobaron el dictamen número 1 de la iniciativa de la Ley de Fomento a la Proveeduría del Estado de Baja California.
La propuesta presentada por el diputado Raúl Castañeda Pomposo tiene por objetivo “convertir en herramienta estratégica para elevar los niveles de la proveeduría por parte de las micros, pequeñas y medianas empresas locales, básicamente en la industria extranjera-maquiladora, gran demandante de insumos que podrían producirse localmente”.
Otro de los fines de la iniciativa en cuestión son: Incrementar la participación de las Mipymes en los mercados, en un marco de crecientes encadenamientos productivos que generen mayor valor agregado nacional y fomentar el empleo y el bienestar social y económico a todos los participantes.
La exposición de motivos de la iniciativa mencionada contempla también apoyar, fomentar, promover y mantener la actividad de la proveeduría que realicen los particulares en el Estado, así como sentar las bases para el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas relacionada con la materia y fomentar la competitividad y el desarrollo económico sustentable.
Así las cosas, deseamos que la creación del ordenamiento realmente se convierta en gran coadyuvante en el desarrollo de la que podríamos llamar la industria de la proveeduría regional y que la empresa extranjera deje de hacer el feo a las Pymes apoyándolas en la medida de las condiciones que presente cada caso.
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