/ miércoles 10 de octubre de 2018

Brasil se merece algo mejor que Bolsonaro

El pasado domingo se celebraron las elecciones presidenciales en Brasil, el gigante de Sudamérica. Además de presidente, se eligieron gobernadores, congresos locales y Congreso federal.

Estas elecciones han sido únicas debido a los escándalos y sucesos políticos suscitados, especialmente el encarcelamiento de quien fuera el precandidato con mayor aprobación, el expresidente Lula da Silva, quien fue reemplazado por Fernando Haddad como candidato presidencial del PT (Partido dos Trabalhadores).

Haddad ya fue ministro de Educación con Lula, así como alcalde de São Paulo, la ciudad más grande y poblada de Brasil y de todo Latinoamérica.

A diferencia de México, en Brasil se tienen elecciones de primera y segunda vuelta. En la primera vuelta pueden competir todos los candidatos, si ninguno recibe más del 50% de los votos, los primeros dos candidatos con más votos van a una segunda vuelta, que será el 28 de octubre. Como en estas elecciones ningún candidato obtuvo más del 50%, habrá una segunda vuelta. Los resultados de la 1ra. vuelta en Brasil fueron los siguientes: El fascista de Jair Bolsonaro, quien además carece de estudios superiores, obtuvo un 46%, representando al partido PSL (Partido Social Liberal).

Fernando Haddad, candidato del PT a la Presidencia (de izquierda), además de ser un político brillante, ha sido profesor universitario y tiene doctorado obtuvo un 29.3%. En tercer lugar quedó Ciro Gomes del PDT (Partido Democrático Trabalhista), también de izquierda, con un 12.5%. El 4to. lugar lo obtuvo Geraldo Alckmin del PSDB (Partido da Social Democracia Brasileira), partido del presidente interino Michel Temer, quien no solo obtuvo la presidencia de manera ilegítima, con un golpe parlamentar o impeachment realizado contra Dilma Roussef, sucesora de Lula a la presidencia por el PT, sino que realizó una serie de medidas y reformas nefastas con consecuencias sumamente negativas para la clase media y baja de Brasil.

Esto le tomó factura en las elecciones, ya que perdió la mayoría de sus escaños en el Congreso. En total fueron 13 candidatos a la Presidencia de Brasil.

Por otro lado, el Congreso federal quedó con una composición más equilibrada, siendo el PT el partido con más diputados (56), seguido del PSL (52), PP (Partido Popular) 37 y el PSB (Partido Socialista Brasileiro) 35. En total concurrieron 30 partidos políticos para ocupar 513 puestos a diputado federal.

Esta coyuntura es una clara pugna entre la izquierda y la derecha; entre el progreso y el fascismo.

Recalco: Brasil se merece mucho más que Bolsonaro, el pueblo brasileiro ha sufrido mucho por el fascismo, principalmente por las dictaduras militares de derecha que oprimieron al país por más de 20 años.

El fascista de Bolsonaro ha hecho declaraciones contra las mujeres, contra los gay, contra los negros y además añora la dictadura brasileña. Más allá de esto, en sus 20 años de diputado solo propuso dos proyectos de ley y tiene a toda su familia metida en el gobierno. Siendo un político de ultraderecha, es totalmente incongruente que vivan tanto él como sus hijos del dinero público.

¡Brasil, estamos con ustedes!


El pasado domingo se celebraron las elecciones presidenciales en Brasil, el gigante de Sudamérica. Además de presidente, se eligieron gobernadores, congresos locales y Congreso federal.

Estas elecciones han sido únicas debido a los escándalos y sucesos políticos suscitados, especialmente el encarcelamiento de quien fuera el precandidato con mayor aprobación, el expresidente Lula da Silva, quien fue reemplazado por Fernando Haddad como candidato presidencial del PT (Partido dos Trabalhadores).

Haddad ya fue ministro de Educación con Lula, así como alcalde de São Paulo, la ciudad más grande y poblada de Brasil y de todo Latinoamérica.

A diferencia de México, en Brasil se tienen elecciones de primera y segunda vuelta. En la primera vuelta pueden competir todos los candidatos, si ninguno recibe más del 50% de los votos, los primeros dos candidatos con más votos van a una segunda vuelta, que será el 28 de octubre. Como en estas elecciones ningún candidato obtuvo más del 50%, habrá una segunda vuelta. Los resultados de la 1ra. vuelta en Brasil fueron los siguientes: El fascista de Jair Bolsonaro, quien además carece de estudios superiores, obtuvo un 46%, representando al partido PSL (Partido Social Liberal).

Fernando Haddad, candidato del PT a la Presidencia (de izquierda), además de ser un político brillante, ha sido profesor universitario y tiene doctorado obtuvo un 29.3%. En tercer lugar quedó Ciro Gomes del PDT (Partido Democrático Trabalhista), también de izquierda, con un 12.5%. El 4to. lugar lo obtuvo Geraldo Alckmin del PSDB (Partido da Social Democracia Brasileira), partido del presidente interino Michel Temer, quien no solo obtuvo la presidencia de manera ilegítima, con un golpe parlamentar o impeachment realizado contra Dilma Roussef, sucesora de Lula a la presidencia por el PT, sino que realizó una serie de medidas y reformas nefastas con consecuencias sumamente negativas para la clase media y baja de Brasil.

Esto le tomó factura en las elecciones, ya que perdió la mayoría de sus escaños en el Congreso. En total fueron 13 candidatos a la Presidencia de Brasil.

Por otro lado, el Congreso federal quedó con una composición más equilibrada, siendo el PT el partido con más diputados (56), seguido del PSL (52), PP (Partido Popular) 37 y el PSB (Partido Socialista Brasileiro) 35. En total concurrieron 30 partidos políticos para ocupar 513 puestos a diputado federal.

Esta coyuntura es una clara pugna entre la izquierda y la derecha; entre el progreso y el fascismo.

Recalco: Brasil se merece mucho más que Bolsonaro, el pueblo brasileiro ha sufrido mucho por el fascismo, principalmente por las dictaduras militares de derecha que oprimieron al país por más de 20 años.

El fascista de Bolsonaro ha hecho declaraciones contra las mujeres, contra los gay, contra los negros y además añora la dictadura brasileña. Más allá de esto, en sus 20 años de diputado solo propuso dos proyectos de ley y tiene a toda su familia metida en el gobierno. Siendo un político de ultraderecha, es totalmente incongruente que vivan tanto él como sus hijos del dinero público.

¡Brasil, estamos con ustedes!


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