Pensares
Aunque en la actualidad existe una mayor apertura y se convive un poco más con personas de capacidades diferentes, aún queda mucho por hacer.
Este tema puede despertar desde curiosidad hasta diferentes reacciones porque no existe una verdadera cultura hacia personas con algún o con algunos impedimentos. Por tanto, como cualquier asunto que no nos es familiar nos puede generar resistencia al hablar sobre el: Indiferencia, sentimientos de impotencia, temor o angustia, entre otras
reacciones, porque por lo general no se sabe qué decir o qué hacer cuando estamos ante una persona con alguna discapacidad. Ellos nos dan lecciones de vida con su ejemplo, pero comencemos por conocer sobre el mundo de las personas con capacidades diferentes y su realidad, para poder entenderlas e ir modificando nuestras formas de relación, de interacción y nuestras actitudes hacia ellas que si bien tienen alguna limitación, son iguales que todos los demás seres humanos.
La discapacidad es cualquier restricción o impedimento de la capacidad para realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano. En todo el mundo, casi una de diez personas viven con una discapacidad y según estudios recientes, las personas con discapacidad constituyen hasta un 20% de la población pobre de los países en desarrollo.
El origen o las causas de una discapacidad varían, pueden ser de tipo hereditario, de nacimiento, accidentes, enfermedades, infecciones, edad avanzada, entre otros. Algunos tipos de incapacidad son temporales y otros son permanentes. Sin embargo, ante una discapacidad temporal o permanente por lo general las respuestas no son muy adecuadas que digamos. Por tanto tenemos que cambiar la forma como nos comportamos y actuamos frente a las personas con alguna discapacidad, su familia y su entorno; son personas que pueden hacer muchas cosas.
Hay que dejar de lado los prejuicios y la discriminación a las que todavía se enfrentan muchas de las familias que tienen en su seno a algún discapacitado. Es necesario crear una cultura de aceptación e inclusión y fomentarse desde que los niños son pequeños, hay que enseñarles que si su compañero en la escuela tiene cierto impedimento, efectivamente tiene algunas limitaciones y requiere de ayuda o apoyo para hacer algunas cosas, pero por lo demás es igual a cualquier otro niño.
Hay que promover una cultura de integración y participación y más que centrarnos en las limitaciones, enfoquémonos a las capacidades, los recursos y talentos que tienen los seres humanos. Así se puede mencionar casos de personas con capacidades diferentes excepcionales, músicos como Beethoven, que era sordo; escritores con parálisis cerebral, pintores sin brazos con obras maravillosas, deportistas paraolímpicos triunfadores.
Acerquémonos a estas personas extraordinarias con las que tenemos mucho que compartir y de las que tenemos muchísimo que aprender.
