/ miércoles 20 de mayo de 2020

Carlos G. Calles fundó San Luis

AMAT CUCAPAH

Cuando Guillermo Andrade vendió casi medio millón de hectáreas, concesión porfirista, deltica al Río Colorado, dejándolas en manos extranjeras, Sonora urgió proteger su frontera.

Al triunfo de la Revolución Mexicana, Adolfo de la Huerta, gobernador de Sonora y Plutarco Elías Calles, jefe de operaciones militares, emprendieron resguardo a la frontera en marzo 26 de 1917, enviando desde Guaymas sobre el barco “Guerrero” al capitán Carlos G. Calles con 442 personas a establecer aduana con una colonia Agrícola-Militar en Puerto Isabel.

Sucedieron incidentes al grupo desacostumbrado al oleaje de alta mar. Difícil fue cuando atorado el barco por poca profundidad frente a la bahía Adair, próximo al Río Colorado; cundió pánico pareciendo fracasar la expedición: Regresar a Guaymas o desembarcar arriesgando todos la vida.

Formando filas, Calles expone claramente la situación al contingente declarando: “A nadie exijo que desembarque; quien quiera regresará a Guaymas en el barco; no pido que me sigan. El que quiera venir conmigo ¡dé un paso al frente! No hubo ni una vacilación”. Calles -conmovido- exclamó: “¡Gracias, valientes compañeros!”.

Finalmente, sin riesgo, con ayuda del “Carolina Dixon” -pequeño barco extranjero- trasladaron todo: Enseres y personas, desembarcando entusiastas en costa sonorense.

Declarado terreno inhóspito Puerto Isabel, se trasladan a la frontera, fincando casas y cuartel junto a cuatro únicas familias de viejos residentes formando la calle Cuauhtémoc en Rancho San Luis, próximos al Monumento 204 designado punto medio lateral Norte del kilómetro cuadrado trazado como fundo legal del pueblo, celebrando al patrono con bautismos aquel 21 de junio de 1917, cuando Carlos Calles Gómez y su señora Celia Quiñones hicieron muchos compadres.

Fue dotada la tropa con parcelas familiares, financiados con sueldo, habilitados en semillas, implementos, incorporándose a la agricultura, ganadería y oficios.

Así transcurrió pacíficamente el primer año, pero arribando tropas con misión desconocida, bajo mandos de Gustavo Cuevas, Abelardo L. Rodríguez y Francisco Peralta no subordinados a Calles, en holgazanería originaron indisciplina, sembrando intrigas administrativas envidiaban ser jefes de la colonia.

Inconformes junto a desconocidos de Mexicali, la madrugada del 13 de mayo hicieron despertar a San Luis bajo escándalo aterrador de pesadilla, tomando el cuartel al grito de “¡Viva Carranza!”. El capitán Carlos Calles Gómez, en valeroso ánimo de rescatar el cuartel, fue asesinado hace 100 años.


AMAT CUCAPAH

Cuando Guillermo Andrade vendió casi medio millón de hectáreas, concesión porfirista, deltica al Río Colorado, dejándolas en manos extranjeras, Sonora urgió proteger su frontera.

Al triunfo de la Revolución Mexicana, Adolfo de la Huerta, gobernador de Sonora y Plutarco Elías Calles, jefe de operaciones militares, emprendieron resguardo a la frontera en marzo 26 de 1917, enviando desde Guaymas sobre el barco “Guerrero” al capitán Carlos G. Calles con 442 personas a establecer aduana con una colonia Agrícola-Militar en Puerto Isabel.

Sucedieron incidentes al grupo desacostumbrado al oleaje de alta mar. Difícil fue cuando atorado el barco por poca profundidad frente a la bahía Adair, próximo al Río Colorado; cundió pánico pareciendo fracasar la expedición: Regresar a Guaymas o desembarcar arriesgando todos la vida.

Formando filas, Calles expone claramente la situación al contingente declarando: “A nadie exijo que desembarque; quien quiera regresará a Guaymas en el barco; no pido que me sigan. El que quiera venir conmigo ¡dé un paso al frente! No hubo ni una vacilación”. Calles -conmovido- exclamó: “¡Gracias, valientes compañeros!”.

Finalmente, sin riesgo, con ayuda del “Carolina Dixon” -pequeño barco extranjero- trasladaron todo: Enseres y personas, desembarcando entusiastas en costa sonorense.

Declarado terreno inhóspito Puerto Isabel, se trasladan a la frontera, fincando casas y cuartel junto a cuatro únicas familias de viejos residentes formando la calle Cuauhtémoc en Rancho San Luis, próximos al Monumento 204 designado punto medio lateral Norte del kilómetro cuadrado trazado como fundo legal del pueblo, celebrando al patrono con bautismos aquel 21 de junio de 1917, cuando Carlos Calles Gómez y su señora Celia Quiñones hicieron muchos compadres.

Fue dotada la tropa con parcelas familiares, financiados con sueldo, habilitados en semillas, implementos, incorporándose a la agricultura, ganadería y oficios.

Así transcurrió pacíficamente el primer año, pero arribando tropas con misión desconocida, bajo mandos de Gustavo Cuevas, Abelardo L. Rodríguez y Francisco Peralta no subordinados a Calles, en holgazanería originaron indisciplina, sembrando intrigas administrativas envidiaban ser jefes de la colonia.

Inconformes junto a desconocidos de Mexicali, la madrugada del 13 de mayo hicieron despertar a San Luis bajo escándalo aterrador de pesadilla, tomando el cuartel al grito de “¡Viva Carranza!”. El capitán Carlos Calles Gómez, en valeroso ánimo de rescatar el cuartel, fue asesinado hace 100 años.


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