/ jueves 13 de septiembre de 2018

Centralismo del Gobierno federal perjudica a Mexicali

Prisma


El nocivo centralismo establecido desde hace décadas por el Gobierno federal en materia de inversión en las entidades del país, está perjudicando el proyecto de modernización de la garita 1 de Mexicali -un viejo anhelo de los cachanillas-.

Como es bien sabido, las inversiones se autorizan considerando los intereses de los funcionarios federales, ignorando las necesidades de las comunidades que las reclaman.

La obra, aprobada durante el mandato del presidente Calderón, fue modificada por la administración de Enrique Peña Nieto al realizar sus famosos recortes presupuestales, importándole un comino eliminar la construcción de puentes que la harían funcional, acorde a las necesidades reales de nuestra ciudad, ignorando que ello dejaría inconclusa una obra de gran utilidad para los mexicalenses.

Ante tal desatino del gobierno peñista, el alcalde Gustavo Sánchez Vásquez -en una actitud valiente y responsable-alzó la voz manifestando su inconformidad debido a que la falta de dichos puentes prácticamente dividirá en dos a la capital bajacaliforniana, causando serios problemas en el movimiento vehicular y peatonal y su fluidez rumbo a Estados Unidos, impactando negativamente en su actividad comercial e industrial.

De nada valieron los oficios enviados al Presidente de la República, al Secretario de Hacienda y otros funcionarios federales, haciéndoles notar “que la obra no es la que Mexicali necesita”. Pensando tal vez “que ya se van”, se salieron con la suya y la obra inconclusa se puso en servicio en días pasados.

Indignado, Sánchez Vásquez manifestó a los cuatro vientos su inconformidad y la promesa de seguir insistiendo ante autoridades federales para que atiendan el clamor de los mexicalenses que apoyan su exigencia: Se concluya conforme al proyecto original.

Ante la incongruencia de la decisión del Gobierno de EPN, organizaciones empresariales, sociales y políticas han manifestado su apoyo irrestricto a la autoridad en su reclamo que se corrija el error de funcionarios federales que autorizan obras en base a sus caprichos -y en beneficio de sus intereses personales o de grupo-, no en las necesidades de las entidades que las requieren.

En sus afanes por que la modernización de la garita internacional se haga en forma integral y responda a las necesidades de Mexicali, el Alcalde anunció que pedirá el apoyo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador para ver si es posible corregir el desacato producto de un centralismo gubernamental que mucho daño ha causado y ha llevado a construir obras que finalmente se convierten en elefantes blancos, cuya construcción solo beneficia a las empresas que las realizan y funcionarios que las autorizan.

En tal contexto, todo Mexicali casi “se ha levantado en armas” contra el Gobierno federal y a decir del Alcalde, llevarán su inconformidad hasta sus últimas consecuencias, exigiendo se corrija lo que consideran una mala decisión.



Prisma


El nocivo centralismo establecido desde hace décadas por el Gobierno federal en materia de inversión en las entidades del país, está perjudicando el proyecto de modernización de la garita 1 de Mexicali -un viejo anhelo de los cachanillas-.

Como es bien sabido, las inversiones se autorizan considerando los intereses de los funcionarios federales, ignorando las necesidades de las comunidades que las reclaman.

La obra, aprobada durante el mandato del presidente Calderón, fue modificada por la administración de Enrique Peña Nieto al realizar sus famosos recortes presupuestales, importándole un comino eliminar la construcción de puentes que la harían funcional, acorde a las necesidades reales de nuestra ciudad, ignorando que ello dejaría inconclusa una obra de gran utilidad para los mexicalenses.

Ante tal desatino del gobierno peñista, el alcalde Gustavo Sánchez Vásquez -en una actitud valiente y responsable-alzó la voz manifestando su inconformidad debido a que la falta de dichos puentes prácticamente dividirá en dos a la capital bajacaliforniana, causando serios problemas en el movimiento vehicular y peatonal y su fluidez rumbo a Estados Unidos, impactando negativamente en su actividad comercial e industrial.

De nada valieron los oficios enviados al Presidente de la República, al Secretario de Hacienda y otros funcionarios federales, haciéndoles notar “que la obra no es la que Mexicali necesita”. Pensando tal vez “que ya se van”, se salieron con la suya y la obra inconclusa se puso en servicio en días pasados.

Indignado, Sánchez Vásquez manifestó a los cuatro vientos su inconformidad y la promesa de seguir insistiendo ante autoridades federales para que atiendan el clamor de los mexicalenses que apoyan su exigencia: Se concluya conforme al proyecto original.

Ante la incongruencia de la decisión del Gobierno de EPN, organizaciones empresariales, sociales y políticas han manifestado su apoyo irrestricto a la autoridad en su reclamo que se corrija el error de funcionarios federales que autorizan obras en base a sus caprichos -y en beneficio de sus intereses personales o de grupo-, no en las necesidades de las entidades que las requieren.

En sus afanes por que la modernización de la garita internacional se haga en forma integral y responda a las necesidades de Mexicali, el Alcalde anunció que pedirá el apoyo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador para ver si es posible corregir el desacato producto de un centralismo gubernamental que mucho daño ha causado y ha llevado a construir obras que finalmente se convierten en elefantes blancos, cuya construcción solo beneficia a las empresas que las realizan y funcionarios que las autorizan.

En tal contexto, todo Mexicali casi “se ha levantado en armas” contra el Gobierno federal y a decir del Alcalde, llevarán su inconformidad hasta sus últimas consecuencias, exigiendo se corrija lo que consideran una mala decisión.