CONTRASENTIDO
La extradición del exdirector de Petróleos Mexicanos está cimbrando la estructura política de nuestro país. Los señalamientos directos del exfuncionario contra un sector de clase política mexicana nos obligan a replantear la forma en la que se llevan a cabo las reformas constitucionales en México.
Nuestra Constitución refleja el marco bajo el cual nos construimos como nación en lo público y en lo privado. De lo anterior la importancia de hacerlo con responsabilidad, transparencia y con rendición de cuentas para dar certeza y rumbo a la nación.
No hay certeza jurídica en el tema, pero la rumorología nacional establece que existió corrupción en la aprobación de la reforma energética. Sin embargo, existen indicios de que la misma empresa señalada en el caso de corrupción ha sido partícipe de las mismas maniobras en otros países, además los dichos del exdirector de Pemex contienen datos que pueden ser verificados en cuanto al modus operandi de las transacciones.
Lo anterior obliga a nuestra nación a discutir el tema abiertamente para certeza de todos los mexicanos por ser sospechas fundadas y motivadas por el comportamiento irregular de los supuestos patrocinadores de la reforma energética.
La cuestionada reforma energética fue muy polémica desde su propuesta porque un sector político y de la población se oponía argumentando que existían intereses oscuros en el tema y se decía que la reforma era patrocinada por capitales extranjeros que implicaban no solo perder parte de nuestros recursos naturales, sino que estaba en juego la soberanía nacional al triangular la reforma con tratados internacionales que obligan en caso de controversia al acudir al arbitraje internacional perdiéndose una parte de la soberanía nacional.
Independientemente de las acciones legales o si se pueden fincar responsabilidades a los involucrados en el tema, la cuestión es ahora cómo revertir esas reformas constitucionales para adecuarlas a la realidad y necesidades de nuestros tiempos. Evidentemente una reforma constitucional en materia de inversiones trastocará siempre los intereses de grandes y poderosos emporios, que siempre tendrán presencia de alguna manera en las discusiones, pero no se puede permitir que participen de una forma tan sucia y ruin como lo establecen los indicios y señalamientos conocidos en el tema.
Lo que sí será un hecho contundente es que el tema dará mucho más de qué hablar en los próximos meses y años, sobre todo cuando se acerquen los días electorales. Se usará para golpear y para recordar la participación de algunos personajes que sueñan con seguir vigentes en las boletas electorales. El anterior escenario no sería la mejor manera de enfrentar al tema, ya que lo importante será que jamás volvamos a pasar por algo tan indignante como una reforma a nuestra Constitución a modo de intereses extranjeros.
