/ domingo 28 de marzo de 2021

Colonia Progreso y anexas: 1925-2021

La Espiga


Estudiando la famosa obra “Memoria administrativa del Gobierno del Distrito Norte de la Baja California, 1924-1927” del sonorense Abelardo L. Rodríguez, nos podemos aproximar al surgimiento de esta Sociedad Cooperativa Ilimitada que estuvo situada a 18 kilómetros de Mexicali y la cual significó el mayor esfuerzo gubernamental por mexicanizar las tierras agrícolas del Valle de Mexicali.

“Casi la totalidad de los terrenos del valle (de Mexicali) es propiedad de compañías extranjeras y la escasa superficie con que cuenta la nación estaba rentada por la Secretaría de Fomento en 1924 a una compañía también extranjera. Los mexicanos trabajaban como peones de esas compañías ...”. Así lo expresa el gobernador Rodríguez, quien obtiene los terrenos de la colonia Agrícola Progreso para instalar a 230 familias mexicanas en dicha superficie de 2,230 hectáreas, a cada familia se les otorgó inicialmente una parcela de 8 hectáreas, las que se aumentaron a diez y seis, se instalaron dos plantas de bombeo de agua para riego, se repartieron instrumentos de labranza, animales, semillas y casas de madera, además se les apoyó para la compra de artículos de primera necesidad y de pastura para los animales.

El 25 de marzo de 1925 quedó establecida como la fecha fundacional de la colonia Progreso tomando en cuenta el contrato de compra-venta mediante el cual el Gobierno del Distrito Norte de Baja California adquiere estos terrenos en donde se construyó el edificio que es hoy el símbolo histórico de la delegación Progreso.

El edificio que en la actualidad ocupa la Casa de la Cultura “Progreso” dependiente del Instituto Municipal de Arte y Cultura fue levantado originalmente de concreto armado y tuvo un costo de 90 mil pesos. En ese tiempo fue donado por el Gobierno de B.C. a la Sociedad Cooperativa para que se instalaran ahí las oficinas administrativas y el almacén general.

En la planta baja estaba la oficina del gerente, el departamento de contabilidad y la tienda; existía además el almacén para guardar insumos agrícolas, medicinas, comestibles y refacciones. En la planta alta se encontraba un amplio salón de sesiones usado también para los memorables bailes amenizados por las orquestas más importantes de Mexicali.

La cooperativa se orientó a la siembra de algodón, trigo, caña de azúcar, alfalfa, maíz, cebada, melón así como legumbres, hortalizas y vegetales. Se apoyaron diversos proyectos ganaderos de cerdos, ganado y aves de corral. Se contó con un molino harinero, un despepite de algodón y una fábrica de pastas alimenticias.

La Sociedad Cooperativa de la colonia Progreso y anexas tuvo dos Concejos: Uno de administración y otro de vigilancia, contó con un comité ejecutivo, todos encaminados a la obtención de buenos resultados, a que las actividades productivas se orientaran a beneficiar a las familias mexicanas que por fin podían ser dueñas de un patrimonio familiar en su propio país.

A partir de 1938 el Gobierno del Territorio Norte de B.C. decide instalar en este edificio emblemático la Sub Delegación de Gobierno, función que continuó ejerciendo durante varios años. Posteriormente los gobiernos municipales se hacen cargo del inmueble instalando diversas dependencias en ese lugar. En 2016 se inaugura la Casa de la Cultura “Progreso”.

La Espiga


Estudiando la famosa obra “Memoria administrativa del Gobierno del Distrito Norte de la Baja California, 1924-1927” del sonorense Abelardo L. Rodríguez, nos podemos aproximar al surgimiento de esta Sociedad Cooperativa Ilimitada que estuvo situada a 18 kilómetros de Mexicali y la cual significó el mayor esfuerzo gubernamental por mexicanizar las tierras agrícolas del Valle de Mexicali.

“Casi la totalidad de los terrenos del valle (de Mexicali) es propiedad de compañías extranjeras y la escasa superficie con que cuenta la nación estaba rentada por la Secretaría de Fomento en 1924 a una compañía también extranjera. Los mexicanos trabajaban como peones de esas compañías ...”. Así lo expresa el gobernador Rodríguez, quien obtiene los terrenos de la colonia Agrícola Progreso para instalar a 230 familias mexicanas en dicha superficie de 2,230 hectáreas, a cada familia se les otorgó inicialmente una parcela de 8 hectáreas, las que se aumentaron a diez y seis, se instalaron dos plantas de bombeo de agua para riego, se repartieron instrumentos de labranza, animales, semillas y casas de madera, además se les apoyó para la compra de artículos de primera necesidad y de pastura para los animales.

El 25 de marzo de 1925 quedó establecida como la fecha fundacional de la colonia Progreso tomando en cuenta el contrato de compra-venta mediante el cual el Gobierno del Distrito Norte de Baja California adquiere estos terrenos en donde se construyó el edificio que es hoy el símbolo histórico de la delegación Progreso.

El edificio que en la actualidad ocupa la Casa de la Cultura “Progreso” dependiente del Instituto Municipal de Arte y Cultura fue levantado originalmente de concreto armado y tuvo un costo de 90 mil pesos. En ese tiempo fue donado por el Gobierno de B.C. a la Sociedad Cooperativa para que se instalaran ahí las oficinas administrativas y el almacén general.

En la planta baja estaba la oficina del gerente, el departamento de contabilidad y la tienda; existía además el almacén para guardar insumos agrícolas, medicinas, comestibles y refacciones. En la planta alta se encontraba un amplio salón de sesiones usado también para los memorables bailes amenizados por las orquestas más importantes de Mexicali.

La cooperativa se orientó a la siembra de algodón, trigo, caña de azúcar, alfalfa, maíz, cebada, melón así como legumbres, hortalizas y vegetales. Se apoyaron diversos proyectos ganaderos de cerdos, ganado y aves de corral. Se contó con un molino harinero, un despepite de algodón y una fábrica de pastas alimenticias.

La Sociedad Cooperativa de la colonia Progreso y anexas tuvo dos Concejos: Uno de administración y otro de vigilancia, contó con un comité ejecutivo, todos encaminados a la obtención de buenos resultados, a que las actividades productivas se orientaran a beneficiar a las familias mexicanas que por fin podían ser dueñas de un patrimonio familiar en su propio país.

A partir de 1938 el Gobierno del Territorio Norte de B.C. decide instalar en este edificio emblemático la Sub Delegación de Gobierno, función que continuó ejerciendo durante varios años. Posteriormente los gobiernos municipales se hacen cargo del inmueble instalando diversas dependencias en ese lugar. En 2016 se inaugura la Casa de la Cultura “Progreso”.