/ miércoles 14 de noviembre de 2018

Cosas de gobiernos…

Vientos


¿Qué es un sistema de gobierno? Digamoslo en términos simplistas: es el modo político aprobado hace años por un grupo de victoriosos en una lucha civica o armada para el mejor manejo de los dineros del pueblo; es decir, la manera mas justa de poder darle a los miembros de una colectividad del tamaño de un país, de un estado o provincia, de un municipio o como se le quiera llamar, los servicios que esa colectividad requiera y en la medida de las aportaciones que esa misma colectividad proporcione en forma de impuestos, derechos y aprovechamientos, como en Mexico llamamos o como se llamen en otros paises.

Esas instituciones gubernamentales se supone que administran dinero, pero también justicia y leyes para armar los limites de los derechos y obligaciones de los ciudadanos, pero también los limites que los administradores tienen para el ejercicio de su encargo que puede originarse por elecciones, unas, y por selección y/o nombramiento otras.

Dentro de las democracias (se supone que es nuestro modo) existen tres poderes que sirven para que entre ellos se vigilen y evitar la corrupcion. Es la teoría. Y estos poderes son el Legislativo, que se supone representa a todos los ciudadanos a través de los diputados por distritos; es decir, representan la soberanía nacional y en el mismo cuerpo llamado Congreso de la Union, esta la Camara de Senadores que representan a cada estado o entidad federativa y son vigilantes de lo dispuesto por los diputados. Entre estas cámaras se aprueban los proyectos de ley que envie el Poder Ejecutivo y lo apruban tal cual, o la reforman o lo rechazan…en teoría. Y el otro poder, el Judicial, que se supone vigila que las leyes estén sujetas a los ordenamientos constitucionales y cobran como campeones.

Cuando se llega a una época política en que el candidato a la presidencia de la Republica es de tal modo un despertador de entusiasmo por su poder de convocatoria y domina a los otros poderes, la realidad nos conduce, naturalmente, a un sistema dictatorial, porque lo que el presidente desee cambiar le será aprobado y las minorías en la oposición, si juntas no hacen mayoría, la democracia fenece.



Vientos


¿Qué es un sistema de gobierno? Digamoslo en términos simplistas: es el modo político aprobado hace años por un grupo de victoriosos en una lucha civica o armada para el mejor manejo de los dineros del pueblo; es decir, la manera mas justa de poder darle a los miembros de una colectividad del tamaño de un país, de un estado o provincia, de un municipio o como se le quiera llamar, los servicios que esa colectividad requiera y en la medida de las aportaciones que esa misma colectividad proporcione en forma de impuestos, derechos y aprovechamientos, como en Mexico llamamos o como se llamen en otros paises.

Esas instituciones gubernamentales se supone que administran dinero, pero también justicia y leyes para armar los limites de los derechos y obligaciones de los ciudadanos, pero también los limites que los administradores tienen para el ejercicio de su encargo que puede originarse por elecciones, unas, y por selección y/o nombramiento otras.

Dentro de las democracias (se supone que es nuestro modo) existen tres poderes que sirven para que entre ellos se vigilen y evitar la corrupcion. Es la teoría. Y estos poderes son el Legislativo, que se supone representa a todos los ciudadanos a través de los diputados por distritos; es decir, representan la soberanía nacional y en el mismo cuerpo llamado Congreso de la Union, esta la Camara de Senadores que representan a cada estado o entidad federativa y son vigilantes de lo dispuesto por los diputados. Entre estas cámaras se aprueban los proyectos de ley que envie el Poder Ejecutivo y lo apruban tal cual, o la reforman o lo rechazan…en teoría. Y el otro poder, el Judicial, que se supone vigila que las leyes estén sujetas a los ordenamientos constitucionales y cobran como campeones.

Cuando se llega a una época política en que el candidato a la presidencia de la Republica es de tal modo un despertador de entusiasmo por su poder de convocatoria y domina a los otros poderes, la realidad nos conduce, naturalmente, a un sistema dictatorial, porque lo que el presidente desee cambiar le será aprobado y las minorías en la oposición, si juntas no hacen mayoría, la democracia fenece.