QUO VADIS
Ese es el encabezado de un artículo del periodista Erick Ramírez difundido por la Organización Editorial Mexicana el pasado día 18…La nota, claro, llama la atención porque se supone que las amas de casa son, entre otras actividades humanas, las que mayormente cumplen con el estricto “quédate en casa”, aprovechando las entregas a domicilio, con excepción de quienes no tienen otra alternativa que salir de compras, cumplir pagos o trabajar.
El artículo lo puede consultar en este link https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/bajo-observacion-covid-19-asesina-a-mas-amas-de-casa-que-ambulantes-6254659.html y asusta... ¿Cómo no va a asustar si nuestras queridas mujeres todólogas en el hogar están en alto riesgo de contagio…y muerte?
Así lo evidencia la estadística del 19 al 25 de agosto pasado al citar que el 26.9% de letalidad por coronavirus correspondió a amas de casa. Le siguieron los jubilados y pensionados con 13.3% y luego con porcentaje sensiblemente menor otras actividades que la gente, seguro por necesidad insustituible, tiene que realizar ante los desastres de salud y de economía que trae consigo la pandemia.
Por eso qué importante es cuidarse y cuidar al extremo a las reinas de la casa y otros miembros de la familia vulnerables al coronavirus, de tal suerte que la prioridad es no relajar la prevención y por el contrario exagerar en el aislamiento y atención de alguien que, desafortunadamente, fue infectado y devuelto al hogar, según las premisas médicas que siguen dando tumbos en la imperiosa necesidad de romper la cadena de contagios. Porque cuando se envía a casa a un infectado para recuperación mientras no esté “grave”, el virus se propaga en familia y de ahí a la calle, al trabajo, etc….Por eso también los spots preventivos que ilustran primero la fiesta en casa…y luego el luto.
Además y para como están las posibilidades de vacunación masiva en México y el mundo hay que resignarse y esperar por meses (o quizá años) para ser inoculado, porque ahorita –y así lo demuestran los hechos-- la prioridad de los líderes políticos es acumular o sostenerse en el poder público para seguir en el teje y maneje de los recursos económicos, financieros y materiales de sus gobernados y el de las farmacéuticas el inobjetable interés económico, ninguno encaminado a salvar el mayor número de vidas a la brevedad porque si eso fuera gobernantes y gobernados ya se hubieran puesto de acuerdo para elegir una de las varias opciones de vacuna que han surgido para producirla en todos los laboratorios posibles y hacerla llegar a la brevedad a los casi OCHO MIL MILLONES de personas que hay en el planeta.
Todo esto mientras por aquí, por allá y acullá los actos irresponsables, incoherentes, ocurrentes, contagios, muertes, incapacidad médico-hospitalaria y escasez de medicamentos se multiplican inexorablemente. Terrible… ¿O no?
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