/ jueves 15 de febrero de 2018

De carros y placas chocolates

Voz Campesina

Vencido el plazo para obtener un (mini) descuento en el pago anticipado de las placas del automóvil, después de marzo arrancará la ‘cacería’ de quienes no cubran dentro de dicho mes ese costo en vehículos de determinados modelos.

Aquellos de mayor antigüedad podrán pagarlo (ya sin descuento) hasta junio. Nada pareciera indebido en dicho trámite -los impuestos deben pagarse si queremos mejores servicios públicos- a no ser porque elevado número de ‘beneficiarios’ de placas irregulares surgidas desde diversas ‘asociaciones’ (siglas sobran) quedan exentos de pagar el ‘plaqueo’ y salvo la ‘cooperación’ -de rigor- entregada al organismo de ‘defensa social’, circulan lo mismo en destartaladas cuan contaminantes unidades, que tremendos carrazos de lujo y tan reciente modelo que no son susceptibles de su legal importación al país.

Año tras año se vive la injusticia de ver infraccionarse a ciudadanos cuyo ingreso no les permitió ahorrar ‘pa’ las placas’, mientras otros circulan impunemente ‘cobijados’ con las que expiden también impunes grupos.

Cada período de renovación de derechos vehiculares se rumora que “habrá durísima campaña de decomiso a tales automóviles” y al final de cuentas nunca sucede nada, excepto casos aislados.

Ningún nivel de gobierno explica a la sociedad qué razón sustenta la notoria tolerancia respecto de una ilícita, pero redituable actividad. Tampoco se rediseñan o modifican actuales altísimos precios en el sistema de importaciones, adecuándolos en automotores de menor valor, utilizables por familias de baja economía (‘onde’ que dadas las condiciones del transporte en Mexicali y el Valle, ‘la nave particular’ resulta necesaria).

Mucho se dice que el silencio oficial -de dudosa inocencia- obedece a cuestiones electoreras, aunque siendo objetivos no se sabe de militancia o simpatía de las ‘emplacadoras chocolates’ a ningún partido político y si en cambio, al efectivo de sus propios ‘contribuyentes’ (todo mundo ‘le entra’ al recibir las placas-chuecas).

La inseguridad que así se fomenta es parte del problema, pues no han sido pocos los ejemplos del abandono de esta clase de autos, luego de ocasionar graves daños y lesiones en accidentes. Obvio jamás podrían contar con seguro.

En fin, ya es hora de encontrar la solución definitiva. Las autoridades tienen la palabra y facultades.

vozcampesina@hotmail.com

Voz Campesina

Vencido el plazo para obtener un (mini) descuento en el pago anticipado de las placas del automóvil, después de marzo arrancará la ‘cacería’ de quienes no cubran dentro de dicho mes ese costo en vehículos de determinados modelos.

Aquellos de mayor antigüedad podrán pagarlo (ya sin descuento) hasta junio. Nada pareciera indebido en dicho trámite -los impuestos deben pagarse si queremos mejores servicios públicos- a no ser porque elevado número de ‘beneficiarios’ de placas irregulares surgidas desde diversas ‘asociaciones’ (siglas sobran) quedan exentos de pagar el ‘plaqueo’ y salvo la ‘cooperación’ -de rigor- entregada al organismo de ‘defensa social’, circulan lo mismo en destartaladas cuan contaminantes unidades, que tremendos carrazos de lujo y tan reciente modelo que no son susceptibles de su legal importación al país.

Año tras año se vive la injusticia de ver infraccionarse a ciudadanos cuyo ingreso no les permitió ahorrar ‘pa’ las placas’, mientras otros circulan impunemente ‘cobijados’ con las que expiden también impunes grupos.

Cada período de renovación de derechos vehiculares se rumora que “habrá durísima campaña de decomiso a tales automóviles” y al final de cuentas nunca sucede nada, excepto casos aislados.

Ningún nivel de gobierno explica a la sociedad qué razón sustenta la notoria tolerancia respecto de una ilícita, pero redituable actividad. Tampoco se rediseñan o modifican actuales altísimos precios en el sistema de importaciones, adecuándolos en automotores de menor valor, utilizables por familias de baja economía (‘onde’ que dadas las condiciones del transporte en Mexicali y el Valle, ‘la nave particular’ resulta necesaria).

Mucho se dice que el silencio oficial -de dudosa inocencia- obedece a cuestiones electoreras, aunque siendo objetivos no se sabe de militancia o simpatía de las ‘emplacadoras chocolates’ a ningún partido político y si en cambio, al efectivo de sus propios ‘contribuyentes’ (todo mundo ‘le entra’ al recibir las placas-chuecas).

La inseguridad que así se fomenta es parte del problema, pues no han sido pocos los ejemplos del abandono de esta clase de autos, luego de ocasionar graves daños y lesiones en accidentes. Obvio jamás podrían contar con seguro.

En fin, ya es hora de encontrar la solución definitiva. Las autoridades tienen la palabra y facultades.

vozcampesina@hotmail.com

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