PRISMA
Millones de mexicanos estamos padeciendo las deficiencias del sistema público de salud, de manera particular de instituciones como el Seguro Social. Entre las fallas destacan la falta de medicamentos para la cura de enfermedades crónicas como el diabetes, cáncer y tuberculosis y la tardanza en la prestación de servicios médicos especializados.
Pese a las reiteradas promesas de funcionarios del sector Salud, incluso del propio presidente AMLO, es hora que no se resuelve el abasto de las medicinas que demandan niños enfermos de cáncer.
Hasta hoy las promesas de resolver esta grave anomalía que afecta a miles de niños de diversas entidades del país no muestran solución alguna. En vano han sido manifestaciones, bloqueos en el aeropuerto de la Ciudad de México y manifestaciones frente a Palacio Nacional.
Quienes conocen a fondo el tema atribuyen a la escasez de medicamentos a errores y la falta de una planeación adecuada por parte de las autoridades federales y por desconocer las dificultades tan complejas que presenta su distribución en el territorio nacional en forma eficiente, sobre todo oportuna.
Como es bien sabido, al asumir el mando el presidente AMLO -aduciendo grandes actos de corrupción en la compra de medicinas, que no hemos visto hayan sido castigados- canceló pedidos y cambió por completo los sistemas de abasto, con los trágicos resultados que están a la vista.
En Mexicali los afectados que tienen hijos enfermos de cáncer ante la falta de atención del personal médico, en medio de su desesperación acuden diariamente a medios de comunicación radiofónicos -Canal 66 y Televisa- a presentar públicamente sus quejas con la esperanza de ser escuchados y atendidos.
La segunda falla del IMSS está en la prestación de los servicios médicos especializados. Cientos de casos que demandan pronta atención de médicos especialistas son calendarizados a largo plazo -3 y 4 meses- obligando a los derechohabientes a acudir a la medicina privada. Las excusas que reciben son “el titular está de vacaciones” o “tenemos mucho trabajo por el Covid-19”.
Así las cosas, esperamos que las autoridades atiendan los problemas planteados con la prontitud que demandan los derechohabientes, que no hallan a “qué santo rezar” para que ello ocurra.
