/ viernes 11 de diciembre de 2020

Desobediencia e incultura…

QUO VADIS

Es imposible omitir el tema del Covid-19 y sus dolorosos daños en todo sentido cuando por desobediencia y falta de cultura gobernados y gobernantes trastocan todo para mejorar la calidad de vida personal y social; no hay, ni en sueños, tranquilidad, por eso suena ajeno a las realidades sociales, económicas y políticas en México que alguien como Marcelo Ebrard, ilustre Secretario de Relaciones Exteriores y todólogo en algunos problemas que afronta la mayoría de los mexicanos, suponga que por obtener cierta primicia para obtener vacunas declare “misión cumplida”…

No se trata de subestimar el esfuerzo del aspirante a suceder a López Obrador, sino de que antes de exclamaciones triunfalistas considere, por ejemplo: Que en materia de salud no es misión cumplida obtener vacunas y privilegiar al sector Salud en su uso cuando siguen escaseando equipos y materiales para su protección y atención de enfermos, que son causas de la enorme mortalidad en México (de enfermos y del personal médico) y, más aún, subestimar que en hospitales ingleses (donde ya se aplica la fórmula Pfizer de doble aplicación y que se utilizará aquí), obligan a tener disponibles equipos de “resucitación” por los efectos negativos que causa en algunas personas y, por otra parte, falta verificar si se cumple --como lo pronosticamos aquí antes de hacerse pùblico-- el calendario que exige inmunizar de 130 a 140 mil mexicanos diariamente durante los próximos 15 meses.

En cuestión económica las cifras no andan mejor; a pesar del nulo crecimiento de la economía a finales de 2019 agravadísimo por la pandemia, gobernados y gobernantes desoyen las medidas para romper cadenas de contagio y asegurar la reactivación económica para evitar marcha atrás; cada quien hace lo que quiere y su entendimiento e interés le permiten, mientras el hambre y desempleo se multiplican obligando a millones a ganarse la vida, arriesgando su existencia y la de los demás al incurrir en descarada desobediencia preventiva, pero eso sí, con inquebrantable fe en la protección del Creador, la Virgen, etc., contra el mal que acecha en todas partes.

Y en inseguridad ni qué decir: La delincuencia en todas sus formas de expresión no respeta nada ni a nadie; hoy los asaltos son a domicilio, los robos a mansalva, los secuestros y asesinatos y masacres a plena luz del día se enseñorean en México donde hace muchos años la corrupción e impunidad están institucionalizadas en incontables áreas del servicio público, como las cámaras legislativas y cuerpos edilicios donde los “representantes del pueblo” siguen robando al pueblo con ilegales como inmerecidos autopagos y adjudicaciones millonarias para supuestas ayudas sociales que pocos ven y sienten.

Por eso y más en nuestro entorno, qué pretencioso es decir “misión cumplida” sin subestimar heroicos y anónimos esfuerzos por servir a un pueblo que se distingue por ser más religioso que obediente en lo civil e inculto para vivir su libertad en un ambiente sano. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

Es imposible omitir el tema del Covid-19 y sus dolorosos daños en todo sentido cuando por desobediencia y falta de cultura gobernados y gobernantes trastocan todo para mejorar la calidad de vida personal y social; no hay, ni en sueños, tranquilidad, por eso suena ajeno a las realidades sociales, económicas y políticas en México que alguien como Marcelo Ebrard, ilustre Secretario de Relaciones Exteriores y todólogo en algunos problemas que afronta la mayoría de los mexicanos, suponga que por obtener cierta primicia para obtener vacunas declare “misión cumplida”…

No se trata de subestimar el esfuerzo del aspirante a suceder a López Obrador, sino de que antes de exclamaciones triunfalistas considere, por ejemplo: Que en materia de salud no es misión cumplida obtener vacunas y privilegiar al sector Salud en su uso cuando siguen escaseando equipos y materiales para su protección y atención de enfermos, que son causas de la enorme mortalidad en México (de enfermos y del personal médico) y, más aún, subestimar que en hospitales ingleses (donde ya se aplica la fórmula Pfizer de doble aplicación y que se utilizará aquí), obligan a tener disponibles equipos de “resucitación” por los efectos negativos que causa en algunas personas y, por otra parte, falta verificar si se cumple --como lo pronosticamos aquí antes de hacerse pùblico-- el calendario que exige inmunizar de 130 a 140 mil mexicanos diariamente durante los próximos 15 meses.

En cuestión económica las cifras no andan mejor; a pesar del nulo crecimiento de la economía a finales de 2019 agravadísimo por la pandemia, gobernados y gobernantes desoyen las medidas para romper cadenas de contagio y asegurar la reactivación económica para evitar marcha atrás; cada quien hace lo que quiere y su entendimiento e interés le permiten, mientras el hambre y desempleo se multiplican obligando a millones a ganarse la vida, arriesgando su existencia y la de los demás al incurrir en descarada desobediencia preventiva, pero eso sí, con inquebrantable fe en la protección del Creador, la Virgen, etc., contra el mal que acecha en todas partes.

Y en inseguridad ni qué decir: La delincuencia en todas sus formas de expresión no respeta nada ni a nadie; hoy los asaltos son a domicilio, los robos a mansalva, los secuestros y asesinatos y masacres a plena luz del día se enseñorean en México donde hace muchos años la corrupción e impunidad están institucionalizadas en incontables áreas del servicio público, como las cámaras legislativas y cuerpos edilicios donde los “representantes del pueblo” siguen robando al pueblo con ilegales como inmerecidos autopagos y adjudicaciones millonarias para supuestas ayudas sociales que pocos ven y sienten.

Por eso y más en nuestro entorno, qué pretencioso es decir “misión cumplida” sin subestimar heroicos y anónimos esfuerzos por servir a un pueblo que se distingue por ser más religioso que obediente en lo civil e inculto para vivir su libertad en un ambiente sano. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com