/ miércoles 23 de marzo de 2022

¡Disneylandiazo!

CUCHILLITO DE PALO

Hasta dónde pensará este gobierno llevar el populacherismo y la ficción absurda. La sorpresa es diaria y cada vez más aterradora. La inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles habla por sí sola.

Tiraron la casa por la ventana. Invitaron a todo hijo de vecino y las televisoras privadas -que más parecen ya oficiales- transmitieron minuto a minuto la faramalla. Él se podría decir expriísta, gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, se lanzó con un discurso de lamesuelas y servilismo abyecto. Por algo se dice que está dispuesto a pasarle la estafeta del cargo a Morena en la elección del próximo año, al igual que el Murat oaxaqueño y el Fayad hidalguense. Con esos políticos de tantas convicciones”, el PRI confirma su carácter de dinosaurio en extinción, para dar paso a su heredero, Morena, mucho más afín a la ideología “nacionalista”.

Foto Ilustrativa

La “magna” obra -estoy harta de la palabreja- es equiparable a una caja de zapatos, sin el mayor chiste. Se sustituyó al enorme arquitecto -Norman Foster- especialista en aeropuertos, por un equipo de militares acostumbrados a construcciones de un estilo que “nada qué ver” con el original de Texcoco. Se insiste en la sobriedad, lo que me recuerda a las grises y horrendas edificaciones de la época totalitaria, en países en los que chocaban con la estética, como en Polonia y demás enclaves de los que se apropió la extinguida URSS.

Pero la alharaca no tuvo fin, como si el mentado AIFA (Aeropuerto Felipe Ángeles) fuera a resolver la vida de los mexicanos y como si todos nos la pasáramos trepados en los cielos. Además del increíble absurdo de liquidar una obra que suponía un auténtico avance y desarrollo, los ·verdes olivos·, a los que AMLO trae comiendo de su mano, hicieron las cuentas del gran capitán.

De acuerdo a una investigación de Mexicanos contra la Corrupción (la odiada ONG a la que el tabasqueño trae en la mira), hubo opacidad y dedazo de los altos mandos en los contratos, los que en un 100 por ciento fueron sin licitación. “Hubo un proveedor ligado a una empresa fantasma que lavó dinero en Venezuela mediante el envío de toneladas de leche a un presunto prestanombres de Maduro. Le vendió 184 millones de pesos de acero al AIFA.

Al menos hay una decena de empresas “recién creadas” con contratos por 5.2 millones y el domicilio fiscal es un departamento en un conjunto del Infonavit. Se dieron tres contratos por más de 141 millones a empresas vinculadas con factureras”. Empresas fantasmas, empresas sin domicilio fiscal, ligadas a individuos perseguidos por la justicia yanqui -como el tema de la venezolana-. En pocas palabras: Un absoluto laberinto de dimensiones desconocidas para cualquier auditor.

El costo del mamarracho fue muy superior a lo que habría costado Texcoco, en vista de lo que se tuvo que pagar -y todavía se debe- a los inversionistas que dejaron colgados. Un aeropuerto que no soluciona la problemática de rebase del Benito Juárez y que tampoco servirá para acrecentar el tráfico de pasajeros internacional, que supondría un fuerte ingreso. Sin certificado del extranjero, poco se puede esperar que crezcan sus operaciones, a pesar del berrinche presidencial, que busca mandar aerolíneas “a forziori”.

López tira y despilfarra un dinero que es nuestro, en estulticias producto de su corta imaginación, cuando la problemática crece y podía aprovecharse en remediar necesidades. Otro más de sus desastres.

catalinanq@hotmail.com

CUCHILLITO DE PALO

Hasta dónde pensará este gobierno llevar el populacherismo y la ficción absurda. La sorpresa es diaria y cada vez más aterradora. La inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles habla por sí sola.

Tiraron la casa por la ventana. Invitaron a todo hijo de vecino y las televisoras privadas -que más parecen ya oficiales- transmitieron minuto a minuto la faramalla. Él se podría decir expriísta, gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, se lanzó con un discurso de lamesuelas y servilismo abyecto. Por algo se dice que está dispuesto a pasarle la estafeta del cargo a Morena en la elección del próximo año, al igual que el Murat oaxaqueño y el Fayad hidalguense. Con esos políticos de tantas convicciones”, el PRI confirma su carácter de dinosaurio en extinción, para dar paso a su heredero, Morena, mucho más afín a la ideología “nacionalista”.

Foto Ilustrativa

La “magna” obra -estoy harta de la palabreja- es equiparable a una caja de zapatos, sin el mayor chiste. Se sustituyó al enorme arquitecto -Norman Foster- especialista en aeropuertos, por un equipo de militares acostumbrados a construcciones de un estilo que “nada qué ver” con el original de Texcoco. Se insiste en la sobriedad, lo que me recuerda a las grises y horrendas edificaciones de la época totalitaria, en países en los que chocaban con la estética, como en Polonia y demás enclaves de los que se apropió la extinguida URSS.

Pero la alharaca no tuvo fin, como si el mentado AIFA (Aeropuerto Felipe Ángeles) fuera a resolver la vida de los mexicanos y como si todos nos la pasáramos trepados en los cielos. Además del increíble absurdo de liquidar una obra que suponía un auténtico avance y desarrollo, los ·verdes olivos·, a los que AMLO trae comiendo de su mano, hicieron las cuentas del gran capitán.

De acuerdo a una investigación de Mexicanos contra la Corrupción (la odiada ONG a la que el tabasqueño trae en la mira), hubo opacidad y dedazo de los altos mandos en los contratos, los que en un 100 por ciento fueron sin licitación. “Hubo un proveedor ligado a una empresa fantasma que lavó dinero en Venezuela mediante el envío de toneladas de leche a un presunto prestanombres de Maduro. Le vendió 184 millones de pesos de acero al AIFA.

Al menos hay una decena de empresas “recién creadas” con contratos por 5.2 millones y el domicilio fiscal es un departamento en un conjunto del Infonavit. Se dieron tres contratos por más de 141 millones a empresas vinculadas con factureras”. Empresas fantasmas, empresas sin domicilio fiscal, ligadas a individuos perseguidos por la justicia yanqui -como el tema de la venezolana-. En pocas palabras: Un absoluto laberinto de dimensiones desconocidas para cualquier auditor.

El costo del mamarracho fue muy superior a lo que habría costado Texcoco, en vista de lo que se tuvo que pagar -y todavía se debe- a los inversionistas que dejaron colgados. Un aeropuerto que no soluciona la problemática de rebase del Benito Juárez y que tampoco servirá para acrecentar el tráfico de pasajeros internacional, que supondría un fuerte ingreso. Sin certificado del extranjero, poco se puede esperar que crezcan sus operaciones, a pesar del berrinche presidencial, que busca mandar aerolíneas “a forziori”.

López tira y despilfarra un dinero que es nuestro, en estulticias producto de su corta imaginación, cuando la problemática crece y podía aprovecharse en remediar necesidades. Otro más de sus desastres.

catalinanq@hotmail.com

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