/ miércoles 12 de septiembre de 2018

El adiós de Peña Nieto

Prisma


Como despedida el presidente Enrique Peña Nieto nos endilgó una serie de spots -radio y televisión- al mero estilo del INE, hablando de los grandes logros de su administración consignados en su Sexto Informe de Gobierno. El último, afortunadamente, dirán millones de mexicanos, agraviados por los resultados de las políticas que aplicó durante su mandato.

Los temas abordados, que supuestamente dieron estructura a su administración, fueron educación de calidad, México próspero, incluyente, viviendo un marco de paz, tranquilidad responsabilidad global. Todos apoyados con cifras espectaculares y con una versión triunfalista. Todo ello en mensajes de 30 segundos.

En cuanto a los calificados como escabrosos, como el correspondiente al expediente de la famosa Casa Blanca, el caso de los estudiantes de Ayotzinapa y la controvertida visita del presidente Donald Trump, EPN ofreció explicaciones utilizando mensajes más tiempo, obviamente intentando justificarlas a su manera.

Renglón especial dedicó en su adiós el toluqueño sobre la libertad de expresión que dijo haber respetado. Varios periodistas fruncieron el ceño al calificar de increíble su afirmación de haber respetado a la prensa al recordar la censura a espacios críticos y la impunidad manifiesta sobre las decenas de periodistas asesinados durante su sexenio a punto de concluir.

El comentario fue que “no tiene calidad moral para afirmar que cumplió con la tarea de proteger los derechos y la libertad de expresión”.

La versión presidencial “México se ha transformado” y “las famosas reformas estructurales consignadas en el Pacto por México” constituyen el logro más trascendente del gobierno peñista, fue calificada de increíble. Lo sería si su partido el PRI hubiese ganado la elección de julio pasado.

Si tal afirmación fuese cierta y como explica está apegada a la realidad que vivimos más de 100 millones de mexicanos, podíamos concluir que los 30 millones de mexicanos que votamos a favor de Andrés López Obrador estamos equivocados y no tuvimos la inteligencia ni la visión para aceptar “las maravillas que EPN planteó en su discurso del adiós”.

Solo un ejemplo que lo contradice cuando habla del “México transformado”: El informe de la CEPAL indica que los recursos de los 10 mexicanos más ricos equivalen al total de ingresos del 50% de los pobres, estimados en 60 millones de personas.

¿Este es el México próspero e incluyente a que se refiere Peña Nieto?

El espacio es corto y solo permite breve comentario final: Con EPN se va la tecnocracia y sus políticas de gobierno que nos llevaron a la corrupción e impunidad.


Prisma


Como despedida el presidente Enrique Peña Nieto nos endilgó una serie de spots -radio y televisión- al mero estilo del INE, hablando de los grandes logros de su administración consignados en su Sexto Informe de Gobierno. El último, afortunadamente, dirán millones de mexicanos, agraviados por los resultados de las políticas que aplicó durante su mandato.

Los temas abordados, que supuestamente dieron estructura a su administración, fueron educación de calidad, México próspero, incluyente, viviendo un marco de paz, tranquilidad responsabilidad global. Todos apoyados con cifras espectaculares y con una versión triunfalista. Todo ello en mensajes de 30 segundos.

En cuanto a los calificados como escabrosos, como el correspondiente al expediente de la famosa Casa Blanca, el caso de los estudiantes de Ayotzinapa y la controvertida visita del presidente Donald Trump, EPN ofreció explicaciones utilizando mensajes más tiempo, obviamente intentando justificarlas a su manera.

Renglón especial dedicó en su adiós el toluqueño sobre la libertad de expresión que dijo haber respetado. Varios periodistas fruncieron el ceño al calificar de increíble su afirmación de haber respetado a la prensa al recordar la censura a espacios críticos y la impunidad manifiesta sobre las decenas de periodistas asesinados durante su sexenio a punto de concluir.

El comentario fue que “no tiene calidad moral para afirmar que cumplió con la tarea de proteger los derechos y la libertad de expresión”.

La versión presidencial “México se ha transformado” y “las famosas reformas estructurales consignadas en el Pacto por México” constituyen el logro más trascendente del gobierno peñista, fue calificada de increíble. Lo sería si su partido el PRI hubiese ganado la elección de julio pasado.

Si tal afirmación fuese cierta y como explica está apegada a la realidad que vivimos más de 100 millones de mexicanos, podíamos concluir que los 30 millones de mexicanos que votamos a favor de Andrés López Obrador estamos equivocados y no tuvimos la inteligencia ni la visión para aceptar “las maravillas que EPN planteó en su discurso del adiós”.

Solo un ejemplo que lo contradice cuando habla del “México transformado”: El informe de la CEPAL indica que los recursos de los 10 mexicanos más ricos equivalen al total de ingresos del 50% de los pobres, estimados en 60 millones de personas.

¿Este es el México próspero e incluyente a que se refiere Peña Nieto?

El espacio es corto y solo permite breve comentario final: Con EPN se va la tecnocracia y sus políticas de gobierno que nos llevaron a la corrupción e impunidad.