PENSARES
Cierto día se organizó en un pueblo una gran fiesta, todo estaba preparado para el gran evento, en la plaza del pueblo habían construido un gran barril para el vino.
Acordaron todos en que cada uno llevaría una botella de vino para verterla en el barril y así tener mucha bebida para la fiesta. Ya casi de noche, un joven viendo que llegaba la hora de ir la plaza, tomó una botella para llenarla con vino de su barril, de pronto lo asaltó un pensamiento, “soy muy pobre y para mí es un sacrificio muy grande comprar el poco vino que hay en mi casa. ¿Por qué tengo que llevar igual que todos? Ya sé, llenaré mi botella de agua y en la plaza la verteré en el barril, así creerán que aporté y no vaciaré mi barril de vino, de todos modos somos muchos y mi poquita agua se mezclará con el vino de los demás”.
Así lo hizo y llegada la noche se acercó ante la vista de todos los vecinos y vació el contenido de su botella en el barril de la plaza, nadie sospechó nada, todo el resto del pueblo fue aportando su parte de vino en el gran barril. Comenzó la fiesta, la música, la danza y cuando llegó la hora de servir el vino, ¡oh sorpresa! Abrieron la canilla del barril y salió solamente agua cristalina. ¿Quién iba a pensar que a todos se les ocurriría pensar lo mismo que el joven? Y todos los de los pueblos avergonzados, agacharon la cabeza y se retiraron a sus casas y la fiesta terminó. En esta vida todos aportamos nuestro granito de arena y por pequeño que parezca nuestro aporte es importante.
