ENTRE TECLAS
En los últimos 70 años, la economía mexicana se ha dividido en dos grandes etapas que van de la ilusión a la desilusión, de la tranquilidad a la tormenta y del milagro a la cruel realidad.
De 1950 a 1970 la economía mexicana tuvo un esplendoroso crecimiento, logrando consolidarse como una de las más sólidas en el mundo, lo que le valió ser reconocido como el “milagro mexicano”. La filosofía económica del “milagro mexicano” consistió en la eliminación de topes económicos como la inflación, devaluaciones o el déficit en la balanza de pagos. Así se logró una estabilidad macroeconómica y un crecimiento económico continuado, a expensas de la inversión en bienestar social.
Así, los 20 años del desarrollo estabilizador se caracterizaron por un crecimiento económico sostenido de 6.6% anual, con una inflación de 2.2%. Esto en parte debido al reemplazo de la producción agrícola tradicional por producción industrial moderna, fruto de la expansión del mercado interno, el crecimiento urbano y la reforma agraria. También fue fundamental la inversión en la infraestructura de comunicaciones y en el sector energético se nacionalizó la empresa de electricidad y se creó una compañía estatal, adjudicando al trabajador una parte de las ganancias que presentara la empresa.
Sin embargo, fue precisamente en diciembre de 1970 cuando llegó al poder el primer gobierno populista de la etapa moderna de nuestro país encabezado por Luis Echeverría Álvarez, quien se dedicó a regalar a diestra y siniestra los ahorros nacionales, seguido por otro gran populista, José López Portillo, que ha pasado a la historia como un despilfarrador provocando una terrible crisis económica. A partir de 1970 hasta nuestros tiempos la sociedad mexicana ha transitado de una crisis a otra, con breves espacios de estabilidad económica, pero sin llegar a otra etapa de desarrollo estabilizador y crecimiento consolidado como el llamado “milagro mexicano”.
Hoy en día, inmersos en un gobierno con claras señales de populismo, nuevamente se está registrando un retroceso en la economía nacional marcado con una clara tendencia a la alza de la inflación.
El incremento de precios a la primera quincena de mayo fue de 7.58% anual, en línea con lo esperado por los analistas. Los alimentos presentan un incremento superior al 13% anual.
Los expertos en economía del sector privado encuestados por Banco de México incrementaron su estimación para el nivel inflacionario al cierre del 2022. Se espera que la tasa interanual de inflación cierre en 6.67%, empujada por los incrementos en precios de alimentos y bebidas y energéticos. Al mismo tiempo, los expertos han reducido sus expectativas de crecimiento económico, a este último corte se espera que el PIB nacional avance apenas 1.73%.