/ viernes 15 de septiembre de 2023

El Muro | Machistas fakeministas

En la primavera de este año, cachanillas politizados, machistas antiobradoristas decían casi a coro en cualquier foro: “Ninguna mujer va a gobernar México”, refiriéndose a la señora Sheinbaum.

Hoy, con la señora Gálvez como candidata del bloque opositor, no les ha quedado de otra más que transformarse en fakeministas, o sea, falsos feministas, hipócritas, convenencieros. De cualquier forma, seguramente viviremos una campaña electoral presidencial con un machismo soterrado, uno ligerito, no tan descarado, pero no por ello menos perjudicial.

Juan Salazar | La Voz de la Frontera

La buena noticia es el apoyo del 80% de los electores, quienes de acuerdo a la encuesta de la agencia Enkoll estarían dispuestos a votar por una mujer para ser Presidenta del país. Por segmento de población, son los jóvenes quienes, en su mayoría, ven bien a las candidatas. Por partido político, todas las fuerzas apoyan de manera mayoritaria a las mujeres candidatas. En condiciones similares se encuentran quienes se identifican como apartidistas.

La aprobación comienza a decrecer conforme aumenta la edad de los votantes. A partir de los 45 años, el visto bueno es cada vez menor, llegando hasta el 62% de las personas, en el segmento de 65 años y más. Empíricamente, esto se explica de forma muy simple: Los viejos somos conservadores, o, mejor dicho, somos retrógrados, porque exigimos un mundo como era en nuestros tiempos, donde los roles estaban bien definidos: El hombre al trabajo y la esposa en el hogar. En el mundo moderno, cualquier cosa distinta a nuestras costumbres añejas, nos causa ruido doloroso, pero eso no significa que tengamos razón, ni mucho menos que sea lo óptimo.

En la actualidad, el 52% del total de la población mexicana son mujeres. De esa cantidad, alrededor del 70% de las mujeres de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia, ya sea física, psicológica, económica, sexual o discriminación. A pesar de tener muchas cosas en contra, la mujer ha ganado terreno en poco tiempo, por ejemplo, en el plano educativo, en 1990 sólo el 21% contaba con educación media superior o superior, mientras en la actualidad es del 45%.

Hay una deuda histórica con la mujer y ni siquiera las acciones afirmativas, es decir, los apoyos forzados, aquellos que priorizan la colocación de la mujer, en puestos de elección popular, han sido suficientes, aunque la alta exposición mediática parezca decirnos lo contrario.

Para saber si las mujeres son mejores gobernantes por encima de los hombres, necesitamos vivir más experiencias gubernativas femeninas. De entrada, una mujer Presidenta, independientemente del partido postulante, es una buena noticia, incluso hasta para los rancios fakeministas.

Mail To: vicmarcen09@gmail.com

En la primavera de este año, cachanillas politizados, machistas antiobradoristas decían casi a coro en cualquier foro: “Ninguna mujer va a gobernar México”, refiriéndose a la señora Sheinbaum.

Hoy, con la señora Gálvez como candidata del bloque opositor, no les ha quedado de otra más que transformarse en fakeministas, o sea, falsos feministas, hipócritas, convenencieros. De cualquier forma, seguramente viviremos una campaña electoral presidencial con un machismo soterrado, uno ligerito, no tan descarado, pero no por ello menos perjudicial.

Juan Salazar | La Voz de la Frontera

La buena noticia es el apoyo del 80% de los electores, quienes de acuerdo a la encuesta de la agencia Enkoll estarían dispuestos a votar por una mujer para ser Presidenta del país. Por segmento de población, son los jóvenes quienes, en su mayoría, ven bien a las candidatas. Por partido político, todas las fuerzas apoyan de manera mayoritaria a las mujeres candidatas. En condiciones similares se encuentran quienes se identifican como apartidistas.

La aprobación comienza a decrecer conforme aumenta la edad de los votantes. A partir de los 45 años, el visto bueno es cada vez menor, llegando hasta el 62% de las personas, en el segmento de 65 años y más. Empíricamente, esto se explica de forma muy simple: Los viejos somos conservadores, o, mejor dicho, somos retrógrados, porque exigimos un mundo como era en nuestros tiempos, donde los roles estaban bien definidos: El hombre al trabajo y la esposa en el hogar. En el mundo moderno, cualquier cosa distinta a nuestras costumbres añejas, nos causa ruido doloroso, pero eso no significa que tengamos razón, ni mucho menos que sea lo óptimo.

En la actualidad, el 52% del total de la población mexicana son mujeres. De esa cantidad, alrededor del 70% de las mujeres de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia, ya sea física, psicológica, económica, sexual o discriminación. A pesar de tener muchas cosas en contra, la mujer ha ganado terreno en poco tiempo, por ejemplo, en el plano educativo, en 1990 sólo el 21% contaba con educación media superior o superior, mientras en la actualidad es del 45%.

Hay una deuda histórica con la mujer y ni siquiera las acciones afirmativas, es decir, los apoyos forzados, aquellos que priorizan la colocación de la mujer, en puestos de elección popular, han sido suficientes, aunque la alta exposición mediática parezca decirnos lo contrario.

Para saber si las mujeres son mejores gobernantes por encima de los hombres, necesitamos vivir más experiencias gubernativas femeninas. De entrada, una mujer Presidenta, independientemente del partido postulante, es una buena noticia, incluso hasta para los rancios fakeministas.

Mail To: vicmarcen09@gmail.com