/ miércoles 10 de agosto de 2022

EL MURO | Nueva oportunidad

Nueva oportunidad

La vida le da a Mexicali una nueva oportunidad para un crecimiento bien orientado; depende de nosotros ser capaces de aprovecharla: En estos momentos han comenzado sus estudios universitarios, en escuelas tanto públicas como particulares, el equivalente al 1 por ciento de la población total.

Ésta es una cantidad de personas -jóvenes de 18 años en su mayoría- suficiente como para que, a la vuelta de 4 años, tengamos una camada de excelentes veterinarios, enfermeros, ingenieros, médicos, abogados, comunicólogos, dentistas, economistas, historiadores, sociólogos, nutriólogos, administradores, capaces de darle otro rumbo a la ciudad, uno lleno de innovaciones productivas.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

Aunque para consolidar una mejora social a partir de nuevos egresados, es importante tomar en cuenta que el asunto se reduce al docente-alumno; el resto de los personajes, los jefes, funcionarios, directivos de alto rango administrativo, quizá sean valiosos en la percepción comunitaria, pero son prescindibles, ya que en realidad aportan muy poco para el aprendizaje.

Para entender mejor el punto anterior, conviene verlo de la siguiente forma: Supongamos que, Dios guarde la hora, por una tragedia perdiéramos al personal administrativo, así como las instalaciones físicas. Una vez superado el trance doloroso, podrían reiniciarse las clases al aire libre bajo la sombra de un árbol, mientras existan alumnos atendidos por un profesor y, aun así, seguiría siendo un recinto universitario.

Ahora bien, de esos dos componentes principales, es el docente quien tiene la responsabilidad de guiar por el camino de la productividad a su alumno. Para lograr eso deberá primero conocer al estudiante, ubicar sus virtudes, talentos, sus intereses o desintereses, para ajustar los contenidos temáticos de la materia. No todas las personas asimilan igual, ni poseen la misma capacidad, pero sí tienen el mismo derecho de aprender. De manera que si para lograr el objetivo de crecimiento el profesor tiene que hacer a un lado costumbres añejas, ni siquiera debería pensarlo.

Cada día en la escuela es una nueva oportunidad para el crecimiento, por lo tanto, las clases deben ser diversas. Por ejemplo, si el aprendizaje será significativo en un lugar fuera del aula, pues allá debería de darse la clase sin importar el qué dirán. Además, siempre debe de tenerse en mente el beneficio de la ciudad, antes que el beneficio personal, porque si pensamos en el bien mayor, las bonanzas individuales llegarán por añadidura.

vicmarcen09@gmail.com

Nueva oportunidad

La vida le da a Mexicali una nueva oportunidad para un crecimiento bien orientado; depende de nosotros ser capaces de aprovecharla: En estos momentos han comenzado sus estudios universitarios, en escuelas tanto públicas como particulares, el equivalente al 1 por ciento de la población total.

Ésta es una cantidad de personas -jóvenes de 18 años en su mayoría- suficiente como para que, a la vuelta de 4 años, tengamos una camada de excelentes veterinarios, enfermeros, ingenieros, médicos, abogados, comunicólogos, dentistas, economistas, historiadores, sociólogos, nutriólogos, administradores, capaces de darle otro rumbo a la ciudad, uno lleno de innovaciones productivas.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

Aunque para consolidar una mejora social a partir de nuevos egresados, es importante tomar en cuenta que el asunto se reduce al docente-alumno; el resto de los personajes, los jefes, funcionarios, directivos de alto rango administrativo, quizá sean valiosos en la percepción comunitaria, pero son prescindibles, ya que en realidad aportan muy poco para el aprendizaje.

Para entender mejor el punto anterior, conviene verlo de la siguiente forma: Supongamos que, Dios guarde la hora, por una tragedia perdiéramos al personal administrativo, así como las instalaciones físicas. Una vez superado el trance doloroso, podrían reiniciarse las clases al aire libre bajo la sombra de un árbol, mientras existan alumnos atendidos por un profesor y, aun así, seguiría siendo un recinto universitario.

Ahora bien, de esos dos componentes principales, es el docente quien tiene la responsabilidad de guiar por el camino de la productividad a su alumno. Para lograr eso deberá primero conocer al estudiante, ubicar sus virtudes, talentos, sus intereses o desintereses, para ajustar los contenidos temáticos de la materia. No todas las personas asimilan igual, ni poseen la misma capacidad, pero sí tienen el mismo derecho de aprender. De manera que si para lograr el objetivo de crecimiento el profesor tiene que hacer a un lado costumbres añejas, ni siquiera debería pensarlo.

Cada día en la escuela es una nueva oportunidad para el crecimiento, por lo tanto, las clases deben ser diversas. Por ejemplo, si el aprendizaje será significativo en un lugar fuera del aula, pues allá debería de darse la clase sin importar el qué dirán. Además, siempre debe de tenerse en mente el beneficio de la ciudad, antes que el beneficio personal, porque si pensamos en el bien mayor, las bonanzas individuales llegarán por añadidura.

vicmarcen09@gmail.com