/ martes 20 de abril de 2021

El “oro blanco” del valle

ENTRE TECLAS

En el valle de Mexicali se siembra algodón desde 1913. Desde entonces a la fecha el desarrollo de este cultivo ha tenido altas y bajas, según los apoyos gubernamentales y sobre todo las condiciones de la demanda internacional de la fibra y el precio en el mercado.

La vocación del valle de Mexicali es fundamentalmente algodonera, así lo fue hasta mediados de la década de los años 60’s, cuando al bajar la demanda de fibra en el mundo se tuvo que introducir en el valle de Mexicali el cultivo de las hortalizas y el trigo. A partir de entonces las tierras del valle se aprovechan con 4 cultivos fundamentales: Algodón, trigo, hortalizas y forrajes, aunque en los últimos años los cultivos perennes han tenido un importante crecimiento como los cítricos, olivos y palmas datileras.

La producción del algodón en México se puede ver afectada por dos principales plagas, denominadas como plagas reglamentadas del algodonero, integradas por el picudo algodonero y el gusano rosado. El picudo algodonero es un insecto nativo de México que se alimenta de los botones y las flores de la planta. Cuando las hembras depositan sus huevecillos dentro de los botones, pueden provocar una gran pérdida del cultivo; mientras el gusano rosado es una plaga que ingresó a México en 1911 que afecta la calidad de la fibra y semilla.

Para atender estos problemas, a finales de los noventa se implementó un programa para la erradicación del picudo algodonero en el Valle de Mexicali, Baja California y Caborca, Sonora. En 2002 se inició el Programa Binacional de Erradicación del gusano rosado y picudo del algodonero entre el USDA y el Senasica en Chihuahua en 2004; en Tamaulipas en 2008, en Baja California y Sonora y en 2014 en la Región Lagunera (abarca municipios de Coahuila y Durango).

A principios de la década de los 90’s el algodón de Mexicali estuvo a punto de colapsar debido a la presencia de la mosca blanca. Sin embargo, logró sobrevivir y reponerse hasta alcanzar nuevamente superficies entre 30 mil y 45 mil hectáreas. En los últimos tres años la siembra de algodón en el valle de Mexicali ha tendido a la baja.

En 2020 la superficie alcanzó las 18 mil 800 hectáreas, mientras en 2021 la superficie apenas alcanzó las 11 mil 300 hectáreas, la superficie más baja desde la crisis de la mosca blanca a principios de los 90’s.

Según un comunicado de prensa emitido por la delegación de la Sader, esta superficie representa el 71% de lo programado por los productores de la fibra y los representantes de las empresas habilitadoras para este ciclo, que habían estimado el establecimiento de alrededor de 16 mil hectáreas. Es así como a lo largo de 108 años el llamado “oro blanco” ha sobrevivido a todo tipo de problemas en el valle de Mexicali, por lo que se ha convertido en un cultivo emblemático en esta región.

enlaceinf.820@hotmail.com


ENTRE TECLAS

En el valle de Mexicali se siembra algodón desde 1913. Desde entonces a la fecha el desarrollo de este cultivo ha tenido altas y bajas, según los apoyos gubernamentales y sobre todo las condiciones de la demanda internacional de la fibra y el precio en el mercado.

La vocación del valle de Mexicali es fundamentalmente algodonera, así lo fue hasta mediados de la década de los años 60’s, cuando al bajar la demanda de fibra en el mundo se tuvo que introducir en el valle de Mexicali el cultivo de las hortalizas y el trigo. A partir de entonces las tierras del valle se aprovechan con 4 cultivos fundamentales: Algodón, trigo, hortalizas y forrajes, aunque en los últimos años los cultivos perennes han tenido un importante crecimiento como los cítricos, olivos y palmas datileras.

La producción del algodón en México se puede ver afectada por dos principales plagas, denominadas como plagas reglamentadas del algodonero, integradas por el picudo algodonero y el gusano rosado. El picudo algodonero es un insecto nativo de México que se alimenta de los botones y las flores de la planta. Cuando las hembras depositan sus huevecillos dentro de los botones, pueden provocar una gran pérdida del cultivo; mientras el gusano rosado es una plaga que ingresó a México en 1911 que afecta la calidad de la fibra y semilla.

Para atender estos problemas, a finales de los noventa se implementó un programa para la erradicación del picudo algodonero en el Valle de Mexicali, Baja California y Caborca, Sonora. En 2002 se inició el Programa Binacional de Erradicación del gusano rosado y picudo del algodonero entre el USDA y el Senasica en Chihuahua en 2004; en Tamaulipas en 2008, en Baja California y Sonora y en 2014 en la Región Lagunera (abarca municipios de Coahuila y Durango).

A principios de la década de los 90’s el algodón de Mexicali estuvo a punto de colapsar debido a la presencia de la mosca blanca. Sin embargo, logró sobrevivir y reponerse hasta alcanzar nuevamente superficies entre 30 mil y 45 mil hectáreas. En los últimos tres años la siembra de algodón en el valle de Mexicali ha tendido a la baja.

En 2020 la superficie alcanzó las 18 mil 800 hectáreas, mientras en 2021 la superficie apenas alcanzó las 11 mil 300 hectáreas, la superficie más baja desde la crisis de la mosca blanca a principios de los 90’s.

Según un comunicado de prensa emitido por la delegación de la Sader, esta superficie representa el 71% de lo programado por los productores de la fibra y los representantes de las empresas habilitadoras para este ciclo, que habían estimado el establecimiento de alrededor de 16 mil hectáreas. Es así como a lo largo de 108 años el llamado “oro blanco” ha sobrevivido a todo tipo de problemas en el valle de Mexicali, por lo que se ha convertido en un cultivo emblemático en esta región.

enlaceinf.820@hotmail.com


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