EL MURO
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deja en claro “… las personas que desempeñan o han desempeñado responsabilidades públicas, así como los candidatos a desempeñarlas, tienen un derecho a la intimidad y al honor con menos resistencia normativa general que el que asiste a los ciudadanos ordinarios”. Dicho en palabras simples: Deben aguantar vara.
Porque el debate en temas de interés público "debe ser desinhibido, robusto y abierto, pudiendo incluir ataques vehementes, cáusticos y desagradablemente mordaces sobre personajes públicos o, en general, ideas que puedan ser recibidas desfavorablemente por sus destinatarios…”.
El Sistema de Protección Dual y del Estándar de Malicia Efectiva, herramienta primordial para los magistrados en el análisis de los límites de la prensa tiende a proteger las expresiones incisivas sobre políticos ya que “… la libertad de expresión prevalece sobre los derechos a la intimidad y vida privada, debido a que se trata de un ejercicio informativo sobre un tema de interés público…”.
Los políticos en el poder tienen más ventajas que cualquiera de nosotros: Ganan mucho dinero por sueldos, sobresueldos, compensaciones, tienen acceso a relaciones privilegiadas que pueden garantizar su futuro a través de establecer negocios lícitos, poseen protección de la justicia y una constante posibilidad de eternizarse en los cargos, por eso es muy valioso el seguimiento puntual que la prensa realiza, porque en lo oscurito y sin control nadie se da cuenta de los excesos.
Por ejemplo, sería bueno saber si el Gobernador de Baja California tiene una relación más allá de la amistad política con integrantes del Poder Legislativo en específico del partido al que pertenecen, lo cual genere que no exista la separación de poderes y sí una vil manipulación de los legisladores para trabajar en beneficio de los intereses personales del titular del Poder Ejecutivo. Aunque no siempre le salgan las cosas como él lo desea.
Ante señalamientos de la vida íntima de políticos, la Corte ha determinado "… no es cierto que por el solo hecho de referirse a aspectos sexuales de la vida de las personas, ciertos hechos o afirmaciones caigan dentro de un ámbito inquebrantable e intocable de privacidad, de manera que cualquier conducta que pueda ser vista como una mínima afectación a ellos deba ser por esa razón duramente sancionada, hasta por medios penales…” porque “...la libertad de prensa y expresión tienen preferencia sobre los derechos al honor y reputación de las personas que se sientan afectadas por informaciones y opiniones en su contra”.
La SCJN recién lanzó su serie “Cuadernos de Jurisprudencia”. Su primer título, “Libertad de expresión y periodismo”, es una recopilación en 140 páginas de casos en los cuales la máxima autoridad judicial ha favorecido el trabajo de la prensa sobre las inconformidades de los políticos, ya que “una opinión pública bien informada es el medio más adecuado para conocer y juzgar las ideas y actitudes de los dirigentes políticos”.
