/ sábado 30 de junio de 2018

El profesor

Arzoz


Una persona relataba que un estudiante para provocar a su profesor le había dicho, “disculpe, pero en la época de Internet, ¿usted para qué sirve?”.

El estudiante decía una verdad a medias, que entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos 20 años y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación, pero sobre todo nociones desde las tablas de primaria hasta los hechos de la Guerra de los Treinta Años en la secundaria, con la aparición del Internet, la televisión y el radio y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños, en la esfera de la vida extraescolar.

Cuando era uno pequeño había padres que no sabían que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, algunos aprendimos esas cosas en el radio y las noticias cotidianas, mientras los pequeños de hoy han visto en la televisión cómo la abeja poliniza las flores, etc. Un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak, tal vez un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero lo han escuchado nombrar.

¿Entonces de qué sirven los profesores?

El estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un profesor además de informar, debe formar, lo que hace que una clase sea una buena clase, no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela, y lo que viene de fuera, es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión.

Los medios de difusión masiva informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero el profesor debe saber discutir la manera en que los transmiten y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparece en los diarios, revistas y televisión.

El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, en el que la información que pone a su disposición, es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor, y omitía un punto importante, que Internet lo dice casi todo, salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar y realizar toda esa información.

Almacenar nueva información cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz, pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y que no es un arte sutil, esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente, aunque sea mal, y los autodidácticos aunque sean geniales.

El sentido de esa relación, solo puede ofrecerla el profesor y si no sabe tendrá que equiparse para ello.


Arzoz


Una persona relataba que un estudiante para provocar a su profesor le había dicho, “disculpe, pero en la época de Internet, ¿usted para qué sirve?”.

El estudiante decía una verdad a medias, que entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos 20 años y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación, pero sobre todo nociones desde las tablas de primaria hasta los hechos de la Guerra de los Treinta Años en la secundaria, con la aparición del Internet, la televisión y el radio y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños, en la esfera de la vida extraescolar.

Cuando era uno pequeño había padres que no sabían que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, algunos aprendimos esas cosas en el radio y las noticias cotidianas, mientras los pequeños de hoy han visto en la televisión cómo la abeja poliniza las flores, etc. Un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak, tal vez un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero lo han escuchado nombrar.

¿Entonces de qué sirven los profesores?

El estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un profesor además de informar, debe formar, lo que hace que una clase sea una buena clase, no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela, y lo que viene de fuera, es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión.

Los medios de difusión masiva informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero el profesor debe saber discutir la manera en que los transmiten y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparece en los diarios, revistas y televisión.

El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, en el que la información que pone a su disposición, es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor, y omitía un punto importante, que Internet lo dice casi todo, salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar y realizar toda esa información.

Almacenar nueva información cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz, pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y que no es un arte sutil, esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente, aunque sea mal, y los autodidácticos aunque sean geniales.

El sentido de esa relación, solo puede ofrecerla el profesor y si no sabe tendrá que equiparse para ello.


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