/ viernes 16 de julio de 2021

El reto de las mujeres en el poder…

QUO VADIS

En marzo pasado, con motivo del Día de la Mujer, escribí acerca de los avances en la lucha femenina a partir de la promulgación de las leyes “Ingrid” y “Olimpia”, así como la necesidad de que las damas gobiernen todos los espacios del poder público posibles para superar un patriarcado ajeno al devenir de la mujer en lo social, político y económico y que les ha escatimado sus derechos como personas que son.

Este añejo comentario lo sustenté en la necesidad de que ocurra un verdadero giro o golpe de timón a los estilos de gobierno “machistas que hoy, como ayer, demuestran sus limitaciones, egoísmos y frustraciones…” y que “caminan como los cangrejos”…

En fin, luego de las elecciones recientes mi anhelo personal ya es una realidad porque en la Cámara de Diputados federal 247 escaños de 500 disponibles serán para las mujeres; en BC la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila, ya esboza su estilo y prioridades y por igual ocurre con las alcaldesas electas Norma Bustamante (Mexicali), Montserrat Caballero (Tijuana) y la reelecta Aracely Brown (Playas de Rosarito). También tenemos mujeres valiosas por sus principios en las diputaciones federales y estatales y no es de dudar que algunas de ellas presidan el Congreso del Estado o importantes comisiones en San Lázaro y no es de dudar que una magistrada obtenga mayoría cuando se elija quién debe presidir el Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura del Estado.

Por eso –lo reitero-- estoy de plácemes, porque nos van a gobernar una mayoría femenina que, como dice mi colega y amigo Exaltación González, son mucho menos proclives a incurrir en actos de corrupción y yo añado que son más astutas, dedicadas, con memoria privilegiada y, por supuesto, sumamente intolerantes contra quienes abusan de personas o animales en situación vulnerable.

Por todo eso y más ojalá que las distinguidas damas que ocuparán importantes cargos públicos en el país y BC tengan la habilidad de INFORMAR el porqué de lo que hacen y/o dejan de hacer en sus gestiones; que tengan la entereza de contar con personas con experiencia en el servicio público que les alerten el cumplimiento de sus obligaciones y pongan en la mesa propuestas pertinentes y realistas para demostrar, con ello lealtad a los proyectos de gobierno femeninos; una tarea de análisis que casi nadie quiere asumir porque implica, siempre, documentar yerros para corregirlos y en esa ruta surgen enemigos gratuitos, sobretodo porque los hombres en el poder, particularmente, no soportan la autocrítica.

Ese será, creo, el mayor reto de las mujeres en el poder: Tener gente que les ayude a tomar decisiones acertadas, siempre reduciendo a su mínima expresión los riesgos y maximizando las oportunidades para que el ciudadano común las comprenda y acepte ser parte del nuevo estilo femenino de gobernar que ya está por comenzar en Baja California y muchas otras partes del país. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

En marzo pasado, con motivo del Día de la Mujer, escribí acerca de los avances en la lucha femenina a partir de la promulgación de las leyes “Ingrid” y “Olimpia”, así como la necesidad de que las damas gobiernen todos los espacios del poder público posibles para superar un patriarcado ajeno al devenir de la mujer en lo social, político y económico y que les ha escatimado sus derechos como personas que son.

Este añejo comentario lo sustenté en la necesidad de que ocurra un verdadero giro o golpe de timón a los estilos de gobierno “machistas que hoy, como ayer, demuestran sus limitaciones, egoísmos y frustraciones…” y que “caminan como los cangrejos”…

En fin, luego de las elecciones recientes mi anhelo personal ya es una realidad porque en la Cámara de Diputados federal 247 escaños de 500 disponibles serán para las mujeres; en BC la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila, ya esboza su estilo y prioridades y por igual ocurre con las alcaldesas electas Norma Bustamante (Mexicali), Montserrat Caballero (Tijuana) y la reelecta Aracely Brown (Playas de Rosarito). También tenemos mujeres valiosas por sus principios en las diputaciones federales y estatales y no es de dudar que algunas de ellas presidan el Congreso del Estado o importantes comisiones en San Lázaro y no es de dudar que una magistrada obtenga mayoría cuando se elija quién debe presidir el Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura del Estado.

Por eso –lo reitero-- estoy de plácemes, porque nos van a gobernar una mayoría femenina que, como dice mi colega y amigo Exaltación González, son mucho menos proclives a incurrir en actos de corrupción y yo añado que son más astutas, dedicadas, con memoria privilegiada y, por supuesto, sumamente intolerantes contra quienes abusan de personas o animales en situación vulnerable.

Por todo eso y más ojalá que las distinguidas damas que ocuparán importantes cargos públicos en el país y BC tengan la habilidad de INFORMAR el porqué de lo que hacen y/o dejan de hacer en sus gestiones; que tengan la entereza de contar con personas con experiencia en el servicio público que les alerten el cumplimiento de sus obligaciones y pongan en la mesa propuestas pertinentes y realistas para demostrar, con ello lealtad a los proyectos de gobierno femeninos; una tarea de análisis que casi nadie quiere asumir porque implica, siempre, documentar yerros para corregirlos y en esa ruta surgen enemigos gratuitos, sobretodo porque los hombres en el poder, particularmente, no soportan la autocrítica.

Ese será, creo, el mayor reto de las mujeres en el poder: Tener gente que les ayude a tomar decisiones acertadas, siempre reduciendo a su mínima expresión los riesgos y maximizando las oportunidades para que el ciudadano común las comprenda y acepte ser parte del nuevo estilo femenino de gobernar que ya está por comenzar en Baja California y muchas otras partes del país. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com