ENTRE TECLAS
El 19 de septiembre de 1985 México y los mexicanos cambiamos de manera inesperada y muy dolorosa, pues en cuestión de segundos decenas de miles de personas de todas las edades murieron a consecuencia de los derrumbes de edificios y casas habitación, principalmente en la Ciudad de México.
¿La causa? El sismo que se registró en el sur del país a las 7:19 horas con una magnitud de 8.1 grados, mismo que duró 2 minutos, después además de un enjambre de temblores menores, pero que contribuyeron a que se completara la tragedia que en aquel entonces sufrió nuestro país. Los medios de comunicación masiva eran los periódicos, la televisión y la radio, por lo que la población de México y el mundo se pudo enterar casi en tiempo real de los desastres que los sismos estaban provocando.
Primero la sorpresa y el asombro, luego el dolor y finalmente la recuperación; en Baja California el reloj marcaba las 5:00 de la mañana con 19 minutos. Fue un despertar diferente, doloroso.
Se desconoce con certeza el número total de fallecidos del 85, pues se habla de que pudieron ser hasta 40 mil, pero la mayoría de los conteos rondan los 10 mil muertos.
El estadio de beisbol del Seguro Social fue usado para acomodar cientos de cadáveres; del lugar solo quedó el recuerdo, pues ahora este espacio es mejor conocido como Parque Delta, una de las tantas plazas comerciales que existen en la capital metropolitana.
En aquella época gobernaba Miguel de la Madrid Hurtado, quien tuvo una reacción tardía y equivocada; fue hasta las 16:00 horas de ese 19 de septiembre del 85 cuando el presidente De la Madrid recorrió por primera vez las zonas afectadas. El primer mensaje a la nación lo dio tres días después y meses más tarde, el mandatario fue abucheado durante la inauguración de la Copa Mundial México 86.
En las primeras horas el Presidente rechazó la ayuda internacional y la participación del Ejército en las labores de rescate. Sin embargo, al ver la magnitud de los daños cambió de opinión. Fue así que la comunidad internacional envió todo tipo de ayuda a nuestro país para aliviar el dolor de la gente.
En aquel entonces las autoridades fueron rebasadas por la ciudadanía, misma que se organizó para realizar labores de rescate que se prolongaron por varios días y noches de manera continua. Todavía se recuerdan los edificios derrumbados como el Hotel Regis, que se encontraba en Juárez y Balderas; el Hotel Versalles, en Versalles y General Prim; el edificio Aztlán de avenida Juárez y Dr. Mora, así como el edificio de la Secretaría de Marina de Luis Moya e Independencia y finalmente el Hotel Continental a unos cuantos metros del cruce de Reforma e Insurgentes. Pero fueron muchos más los inmuebles que desaparecieron, lo que provocó que a la Ciudad de México le cambiara el rostro en algunas zonas, principalmente la calzada de Reforma, desde el cerro de Chapultepec hasta el cruce con calle Juárez.
Los sismos del 19 de septiembre de 1985 cambiaron en buena parte la idiosincrasia del pueblo de México, especialmente en lo que se refiere a la solidaridad y la protección civil.