¿Qué está pasando?
Cuando la sociedad empieza a tener severos problemas de inseguridad y los índices de delincuencia se disparan al alza, es común que los sociólogos y los servidores públicos encargados de mantener el orden se justifican con una frase: “El tejido social está roto”.
Ahora que el orden está quebrantado por la presencia de grupos delincuenciales ¿se puede decir que el tejido de la autoridad está roto? Probablemente sí. Nunca en la historia de Baja California el orden social se había visto roto en unos cuantos minutos como ocurrió la tarde del viernes pasado, abriéndose un vacío de poder y de información por parte de la autoridad, lo que provocó todo tipo de especulaciones entre la gente.
Si bien es cierto en el pasado Baja California ha tenido momentos críticos en materia de inseguridad, nada como lo ocurrido el viernes pasado cuando se registró de manera simultánea la quema de camiones de transporte público, taxis y troques de carga en Mexicali, Tijuana, Tecate y Ensenada. La autoridad se vio sorprendida y rebasada en cuestión de minutos. Tuvieron que pasar varias horas para que el gobierno de Baja California emitiera un “comunicado oficial”, en tanto la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda salió en un video grabado seis horas después de que ocurrieron los violentos hechos; en tanto la población era presa del terror.
El sábado se empezó a notar que las autoridades empezaron a tomar el control de la situación, aunque no del todo, ya que durante la noche del sábado en Mexicali se quemaron varios vehículos en distintos lugares de la ciudad.
En las horas posteriores a los actos violentos fueron detenidos en diferentes lugares del Estado algunos presuntos responsables de los hechos. El domingo se dio a conocer que los 17 detenidos por protagonizar los disturbios fueron trasladados a la Ciudad de México, mientras las autoridades siguieron sin dar detalles de lo sucedido.
A través de un comunicado de prensa, la Fiscalía General del Estado dio a conocer que derivado de los hechos del pasado viernes las autoridades de los tres niveles de gobierno actuaron de forma inmediata “coordinadamente y en unidad para implementar en todos los municipios de la entidad, las acciones y estrategias necesarias para defender y proteger a los bajacalifornianos”.
Cabe señalar que la administración de Marina del Pilar ya cumplió nueve meses y medio, tiempo que pudiera calificarse como la “luna de miel”. Sin embargo, el cisma que representaron los hechos del viernes pasado tendrán obligadamente cambiar las estrategias de hacer gobierno.
La sociedad espera resultados concretos y positivos de cada acción de gobierno. Es tiempo de pasar de la frivolidad a la realidad, de la ilusión a lo importante, de lo trivial a lo concreto. Es indispensable empezar a gobernar con la firme convicción de servir a la sociedad en general.
