/ jueves 1 de abril de 2021

Entrevista a Alejandra Matus

MENOS FACE Y MÁS BOOK

Esta semana tuve la suerte de entrevistar a la escritora chilena Alejandra Matus.

Esta escritora fue víctima de la censura en 1999, a horas antes de que se publicara su libro “El libro negro de la justicia chilena” fue dictada una sentencia (por ese mismo sistema judicial) que le impidió la publicación y distribución de la obra. La consecuencia fue que el libro se repartía por fotocopias, versiones piratas y miles de ejemplares se alcanzaron a descargar desde una precaria web (entiéndase milenial, cuando conectabas tu computador a un teléfono red fija).

Su lucha por la libre expresión duró 2 años en donde fueron múltiples las entrevistas y reportajes que protagonizó en los medios chilenos. Es el 2021 y la censura aún es parte de lo cotidiano. En España el rapero Pablo Hasél fue detenido por sus declaraciones en redes sociales sobre la monarquía y la Policía, por las cuales estará 9 meses en prisión.

Hace semanas el comediante Marco Polo tuvo que pedir “disculpas” públicas y bajar parte de su contenido en redes sociales. El motivo: Clara Luz Flores, candidata en Nuevo León por Morena, lo acusó de violencia política en su contra.

-Alejandra ¿sientes la censura presente en estos tiempos de democracia?

Aún existe la censura dura, real y también otros métodos de amordazamiento. La democracia no garantiza la libertad de expresión, existe la censura aún bajo sistemas democráticos. Uno de los síntomas más claros de una estructura de censura política es la pérdida del sentido del humor, es la censura de la comedia y su contenido.

-¿Cuál crees tú es el efecto de la censura en la gente?

Uno de los efectos colaterales de la censura es que aquello que se prohíbe genera más morbo, dan más ganas de saber de el, de leerlo. En mi caso mi libro fue uno de los más leídos ese año que se “censuró”. Otro efecto es el “inhibidor”, en donde los posibles creadores, periodistas, directores, guionistas, dejan sus proyectos a priori por el miedo a la posible censura de sus trabajos. Porque no todos tienen los recueros y el tiempo de luchar contra las instituciones como fue mi caso para que salga a la luz su proyecto.

-¿El tipo de libro que tú escribes que es periodístico, de investigación, llama la atención a los jóvenes estudiantes de la carrera de Periodismo?

En Chile aún esta línea del periodismo gusta y llama la atención de los jóvenes. Es claro una profesión que ejerce riesgos y con pocos recursos; los riesgos no son tantos o evidentes como en México, pero sí riesgos, sobre todo porque los jóvenes están hambrientos de mejorar la democracia.

-¿En qué estás trabajando en la actualidad?

La verdad que por cábala no digo en el proyecto actual (ríe), pero estoy leyendo mucho para informarme de lo que estoy escribiendo.

-¿Cuál es tu visión de la lectura en la actualidad?

Yo tengo una visión respecto a la lectura que se ha convertido en un acto elitista. Por los cambios en la forma de trabajo, yo no sé a qué hora puede leer una mujer que trabaja en la casa, que anda en transporte público, etc. Los jóvenes que trabajan y estudian leen lo que les ordenan leer. Pero el momento de ocio el que todos necesitamos para leer en tranquilidad es un lujo en la sociedad actual; la lectura aun es mayormente una actividad masculina, es algo que seguimos acarreando del pasado.

En la actualidad Alejandra está leyendo “Agua fresca en los espejos” de Vinka Jackson, libro que trata de abuso sexual infantil y su camino de sanación.

Busquen algo de esta valiente periodista y escritora que ha ganado múltiples premios con relación a la libertad de expresión.

bettancourtcastro@gmail.com


MENOS FACE Y MÁS BOOK

Esta semana tuve la suerte de entrevistar a la escritora chilena Alejandra Matus.

Esta escritora fue víctima de la censura en 1999, a horas antes de que se publicara su libro “El libro negro de la justicia chilena” fue dictada una sentencia (por ese mismo sistema judicial) que le impidió la publicación y distribución de la obra. La consecuencia fue que el libro se repartía por fotocopias, versiones piratas y miles de ejemplares se alcanzaron a descargar desde una precaria web (entiéndase milenial, cuando conectabas tu computador a un teléfono red fija).

Su lucha por la libre expresión duró 2 años en donde fueron múltiples las entrevistas y reportajes que protagonizó en los medios chilenos. Es el 2021 y la censura aún es parte de lo cotidiano. En España el rapero Pablo Hasél fue detenido por sus declaraciones en redes sociales sobre la monarquía y la Policía, por las cuales estará 9 meses en prisión.

Hace semanas el comediante Marco Polo tuvo que pedir “disculpas” públicas y bajar parte de su contenido en redes sociales. El motivo: Clara Luz Flores, candidata en Nuevo León por Morena, lo acusó de violencia política en su contra.

-Alejandra ¿sientes la censura presente en estos tiempos de democracia?

Aún existe la censura dura, real y también otros métodos de amordazamiento. La democracia no garantiza la libertad de expresión, existe la censura aún bajo sistemas democráticos. Uno de los síntomas más claros de una estructura de censura política es la pérdida del sentido del humor, es la censura de la comedia y su contenido.

-¿Cuál crees tú es el efecto de la censura en la gente?

Uno de los efectos colaterales de la censura es que aquello que se prohíbe genera más morbo, dan más ganas de saber de el, de leerlo. En mi caso mi libro fue uno de los más leídos ese año que se “censuró”. Otro efecto es el “inhibidor”, en donde los posibles creadores, periodistas, directores, guionistas, dejan sus proyectos a priori por el miedo a la posible censura de sus trabajos. Porque no todos tienen los recueros y el tiempo de luchar contra las instituciones como fue mi caso para que salga a la luz su proyecto.

-¿El tipo de libro que tú escribes que es periodístico, de investigación, llama la atención a los jóvenes estudiantes de la carrera de Periodismo?

En Chile aún esta línea del periodismo gusta y llama la atención de los jóvenes. Es claro una profesión que ejerce riesgos y con pocos recursos; los riesgos no son tantos o evidentes como en México, pero sí riesgos, sobre todo porque los jóvenes están hambrientos de mejorar la democracia.

-¿En qué estás trabajando en la actualidad?

La verdad que por cábala no digo en el proyecto actual (ríe), pero estoy leyendo mucho para informarme de lo que estoy escribiendo.

-¿Cuál es tu visión de la lectura en la actualidad?

Yo tengo una visión respecto a la lectura que se ha convertido en un acto elitista. Por los cambios en la forma de trabajo, yo no sé a qué hora puede leer una mujer que trabaja en la casa, que anda en transporte público, etc. Los jóvenes que trabajan y estudian leen lo que les ordenan leer. Pero el momento de ocio el que todos necesitamos para leer en tranquilidad es un lujo en la sociedad actual; la lectura aun es mayormente una actividad masculina, es algo que seguimos acarreando del pasado.

En la actualidad Alejandra está leyendo “Agua fresca en los espejos” de Vinka Jackson, libro que trata de abuso sexual infantil y su camino de sanación.

Busquen algo de esta valiente periodista y escritora que ha ganado múltiples premios con relación a la libertad de expresión.

bettancourtcastro@gmail.com