/ martes 12 de marzo de 2019

#EstoEsMexicali

El Muro


El sábado 14 de marzo de 1903 fue un día como cualquier otro para los residentes del Valle Imperial.

Los lectores del semanario Imperial Press and Farmer, por cierto con un lema genial: “Water is king- Here is its kingdom”, se enteraron ese día del anuncio hecho por el funcionario Walter T. Swingle, sobre la instalación de una huerta de palma datilera proveniente de África.

El periódico refleja la realidad del entorno en aquellos años, nada qué ver con nuestra percepción acomplejada de pueblo sufrido con casitas de cachanilla. El mundo ya era moderno y así lo reflejaban los anuncios comerciales porque los negocios ofrecían: Botas, guantes y sombreros para el trabajo, materiales para la construcción, maquinaria agrícola, estancias y hoteles, líneas telefónicas, servicio postal y bancario, madererías, litográficas.

La historia del origen de Mexicali se entiende a plenitud si conocemos el proceso de canalización del Río Colorado resultado del talento creativo de un grupo de norteamericanos y para eso es indispensable la lectura de: “Born of the desert” (publicado en el Calexico Chronicle en 1909) escrito por Charles W. Rockwood -el artífice del proyecto-, “The history of the first decade in Imperial Valley, California” (publicado en 1910), “The first thirthy years in Imperial Valley, California” (recopilado en 1931), “IID: The first 40 years. History of Imperial Irrigation District” de 1956.

Una de las primeras cosas que es posible concluir tras leer dichos documentos, es que nuestra influencia norteamericana es mucho más poderosa de lo que nosotros creemos, va más allá de los modismos en el lenguaje. Calexico y Mexicali son pueblos hermanos porque nacieron al mismo tiempo, hijos de los mismos padres: “En su contrato con la California Development Company, la Compañía de Tierras de Imperial (…) recibió el privilegio exclusivo de diseñar sitios urbanos en el Valle (…). La ciudad de Mexicali se distribuyó aproximadamente al mismo tiempo que Calexico y tenía una pequeña población compuesta principalmente por personas relacionadas con la construcción de canales en México”.

Dicho de otra forma: Al quedar establecido formalmente todo el sistema de irrigación en ambos lados de la frontera, era de obvia necesidad que los trabajadores, los dueños de las tierras tuvieran un sitio para vivir, motivo por el cual fueron diseñados los pueblos.

Dentro de ese paquete fue incluido Mexicali, lo cual puede constatarse con el plano elaborado por Rockwood, quien por cierto no fue el único en visualizar la idea de aprovechar el agua del Colorado, ya que Guillermo Andrade lo intentó sin concretarlo, quizá le convino más recibir el capital norteamericano a cambio de sus tierras, porque como diría el indio: “Entre más seguro, más ‘marrao”.


El Muro


El sábado 14 de marzo de 1903 fue un día como cualquier otro para los residentes del Valle Imperial.

Los lectores del semanario Imperial Press and Farmer, por cierto con un lema genial: “Water is king- Here is its kingdom”, se enteraron ese día del anuncio hecho por el funcionario Walter T. Swingle, sobre la instalación de una huerta de palma datilera proveniente de África.

El periódico refleja la realidad del entorno en aquellos años, nada qué ver con nuestra percepción acomplejada de pueblo sufrido con casitas de cachanilla. El mundo ya era moderno y así lo reflejaban los anuncios comerciales porque los negocios ofrecían: Botas, guantes y sombreros para el trabajo, materiales para la construcción, maquinaria agrícola, estancias y hoteles, líneas telefónicas, servicio postal y bancario, madererías, litográficas.

La historia del origen de Mexicali se entiende a plenitud si conocemos el proceso de canalización del Río Colorado resultado del talento creativo de un grupo de norteamericanos y para eso es indispensable la lectura de: “Born of the desert” (publicado en el Calexico Chronicle en 1909) escrito por Charles W. Rockwood -el artífice del proyecto-, “The history of the first decade in Imperial Valley, California” (publicado en 1910), “The first thirthy years in Imperial Valley, California” (recopilado en 1931), “IID: The first 40 years. History of Imperial Irrigation District” de 1956.

Una de las primeras cosas que es posible concluir tras leer dichos documentos, es que nuestra influencia norteamericana es mucho más poderosa de lo que nosotros creemos, va más allá de los modismos en el lenguaje. Calexico y Mexicali son pueblos hermanos porque nacieron al mismo tiempo, hijos de los mismos padres: “En su contrato con la California Development Company, la Compañía de Tierras de Imperial (…) recibió el privilegio exclusivo de diseñar sitios urbanos en el Valle (…). La ciudad de Mexicali se distribuyó aproximadamente al mismo tiempo que Calexico y tenía una pequeña población compuesta principalmente por personas relacionadas con la construcción de canales en México”.

Dicho de otra forma: Al quedar establecido formalmente todo el sistema de irrigación en ambos lados de la frontera, era de obvia necesidad que los trabajadores, los dueños de las tierras tuvieran un sitio para vivir, motivo por el cual fueron diseñados los pueblos.

Dentro de ese paquete fue incluido Mexicali, lo cual puede constatarse con el plano elaborado por Rockwood, quien por cierto no fue el único en visualizar la idea de aprovechar el agua del Colorado, ya que Guillermo Andrade lo intentó sin concretarlo, quizá le convino más recibir el capital norteamericano a cambio de sus tierras, porque como diría el indio: “Entre más seguro, más ‘marrao”.