/ jueves 15 de marzo de 2018

Ex Gobernador de Chihuahua sigue prófugo

PRISMA

Hace algunos días, José Ángel Gurría Treviño -el mexicano que ocupa la dirección del organismo internacional OCDE, a quien tuvimos el gusto de conocer en una cena que le ofreció su familia en Mexicali-, luego de haber volado de Londres a San Diego, California, para pernoctar en nuestra centenaria ciudad capital, difundió información que nada favorece a nuestro país. Por el contrario, debiera avergonzarnos a todos los mexicanos y sobre todo a nuestros gobernantes.

Recordamos que mostrando una gran satisfacción, enseñó al reportero -a instancias de su padre Francisco José Gurria Lacroix- una revista inglesa especializada en cuestiones económicas que publicó la entrega de un reconocimiento a su trayectoria por parte de una institución académica.

Dijo el ex Secretario de Hacienda y de otros cargos relevantes en el Gobierno mexicano, que nuestro país ocupa lugares prominentes a nivel mundial y latinoamericano en cuanto a los altos niveles de impunidad que registra esa enorme lacra que pareciera llegó para quedarse.

En nuestro país ya no extraña a nadie que quienes se convierten en delincuentes y fugitivos de la justicia -nos referimos a los llamados de cuello blanco- jamás reciben el castigo que merecen, mientras millones de mexicanos purgan largas condenas por delitos calificados como leves.

Esta grata remembranza de hechos ocurridos hace muchos años, vino a cuento al enterarnos que pese a las 16 órdenes de aprehensión -15 locales, una federal y 8 solicitudes de extradición- que pesan sobre las espaldas del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, al parecer vive muy “cómodo y tranquilo” en Estados Unidos.

En torno al tema, el actual gobernador Javier Corral Jurado, sumamente indignado declaró a medios: “Es de vergüenza, de escándalo y de un cinismo sin límites hasta donde ha llegado el presidente Peña Nieto en el uso de la PGR, como un brazo armado de la guerra sucia del PRI y la defensa de gobernadores priístas corruptos”.

Es tanta la impunidad que existe en este sonado caso de corrupción, que el propio candidato priísta a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, en acción que deja muy mal parado al Gobierno federal, públicamente está exigiendo a la PGR investigar a Duarte y explicar ¿por qué no ha procedido en su contra ante el gran número de evidencias que prueban su culpabilidad en los hechos que se le imputan?

Como van las cosas, a nadie extrañe que Duarte resulte inocente y tengamos que pedirle perdón.

salgares4@gmail.com

PRISMA

Hace algunos días, José Ángel Gurría Treviño -el mexicano que ocupa la dirección del organismo internacional OCDE, a quien tuvimos el gusto de conocer en una cena que le ofreció su familia en Mexicali-, luego de haber volado de Londres a San Diego, California, para pernoctar en nuestra centenaria ciudad capital, difundió información que nada favorece a nuestro país. Por el contrario, debiera avergonzarnos a todos los mexicanos y sobre todo a nuestros gobernantes.

Recordamos que mostrando una gran satisfacción, enseñó al reportero -a instancias de su padre Francisco José Gurria Lacroix- una revista inglesa especializada en cuestiones económicas que publicó la entrega de un reconocimiento a su trayectoria por parte de una institución académica.

Dijo el ex Secretario de Hacienda y de otros cargos relevantes en el Gobierno mexicano, que nuestro país ocupa lugares prominentes a nivel mundial y latinoamericano en cuanto a los altos niveles de impunidad que registra esa enorme lacra que pareciera llegó para quedarse.

En nuestro país ya no extraña a nadie que quienes se convierten en delincuentes y fugitivos de la justicia -nos referimos a los llamados de cuello blanco- jamás reciben el castigo que merecen, mientras millones de mexicanos purgan largas condenas por delitos calificados como leves.

Esta grata remembranza de hechos ocurridos hace muchos años, vino a cuento al enterarnos que pese a las 16 órdenes de aprehensión -15 locales, una federal y 8 solicitudes de extradición- que pesan sobre las espaldas del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, al parecer vive muy “cómodo y tranquilo” en Estados Unidos.

En torno al tema, el actual gobernador Javier Corral Jurado, sumamente indignado declaró a medios: “Es de vergüenza, de escándalo y de un cinismo sin límites hasta donde ha llegado el presidente Peña Nieto en el uso de la PGR, como un brazo armado de la guerra sucia del PRI y la defensa de gobernadores priístas corruptos”.

Es tanta la impunidad que existe en este sonado caso de corrupción, que el propio candidato priísta a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, en acción que deja muy mal parado al Gobierno federal, públicamente está exigiendo a la PGR investigar a Duarte y explicar ¿por qué no ha procedido en su contra ante el gran número de evidencias que prueban su culpabilidad en los hechos que se le imputan?

Como van las cosas, a nadie extrañe que Duarte resulte inocente y tengamos que pedirle perdón.

salgares4@gmail.com