/ jueves 4 de febrero de 2021

Famosos en la boleta electoral

La política de las personas

“No necesitamos famosos en la política, necesitamos que nuestros políticos, gracias a su buen trabajo, se vuelvan famosos”.

Como ya sabemos, estamos en un año en donde contaremos con las elecciones más grandes en la historia de nuestro país. Se elegirán diputaciones estatales, federales, alcaldías y gubernaturas en muchos de los Estados de la República. Apenas se está comenzando con el registro de candidaturas a nivel nacional por parte de los partidos políticos y ha llamado la atención la cantidad tan grande que ha habido de registros de artistas, deportistas famosos o personas del medio del espectáculo.

Esto ha generado un descontento nacional y es entendible. Sin embargo, es importante analizar y destacar que no debemos denostar a alguien que por su profesión se concluya inmediatamente que es una persona incapaz. Lo que nos debe molestar e indignar no es su profesión, sino que no estén preparados y no sepan a qué van al puesto y simplemente quieran participar en las elecciones por seguirle el juego a un partido político de utilizar su popularidad para obtener votos y seguir asegurando su existencia, para que a su vez sigan obteniendo puestos públicos y por supuesto, seguir recibiendo dinero de las personas.

La política la tenemos que acercar a las personas sin importar su profesión; debemos aspirar a que el día de mañana cualquiera de nosotros podamos participar sin importar si somos abogados, administradores, carpinteros, enfermeros, plomeros o de cualquier profesión mientras sea lícita. La política es de absolutamente todas las personas, ya hemos tenido grandes abogados, especialistas en economía o en otras áreas y sus estudios y profesión nos pudiera asegurar que harán un buen desempeño como servidores públicos.

Sin embargo, nos han demostrado todo lo contrario. La historia nos ha marcado que si bien son muy importantes y de gran relevancia, no necesariamente los estudios o profesión de una persona nos garantiza que hará un buen trabajo.

Y como ya lo comentamos: Una cosa es querer acercar la política a las personas y otra cosa es que tengamos candidaturas de individuos que no están preparados en ningún sentido, mucho menos motivados a realmente velar por el bienestar de todas las personas y el desarrollo de nuestro entorno.

Si las personas seguimos ajenas a la política, estos casos se seguirán repitiendo y cada vez serán más; los partidos políticos se seguirán burlando de nosotros diciendo que no hay personas capaces para los puestos y por eso nos tienen que poner personajes que no nos hacen nada bien. Así que sin importar nuestra profesión, tenemos que entender que la política es de todas las personas, que nos podemos capacitar y participar desde cualquier ámbito, sea con una candidatura o desde la parte de las personas, exigiendo que se hagan las cosas de manera distinta, que se hagan bien, construyendo propuestas y fomentando un desarrollo que nos beneficia a todas.

Creamos en la capacidad que tenemos cada uno de nosotros y lo más importante: Lo que juntos como equipo, como una sociedad civil organizada, podemos lograr.

La política de las personas

“No necesitamos famosos en la política, necesitamos que nuestros políticos, gracias a su buen trabajo, se vuelvan famosos”.

Como ya sabemos, estamos en un año en donde contaremos con las elecciones más grandes en la historia de nuestro país. Se elegirán diputaciones estatales, federales, alcaldías y gubernaturas en muchos de los Estados de la República. Apenas se está comenzando con el registro de candidaturas a nivel nacional por parte de los partidos políticos y ha llamado la atención la cantidad tan grande que ha habido de registros de artistas, deportistas famosos o personas del medio del espectáculo.

Esto ha generado un descontento nacional y es entendible. Sin embargo, es importante analizar y destacar que no debemos denostar a alguien que por su profesión se concluya inmediatamente que es una persona incapaz. Lo que nos debe molestar e indignar no es su profesión, sino que no estén preparados y no sepan a qué van al puesto y simplemente quieran participar en las elecciones por seguirle el juego a un partido político de utilizar su popularidad para obtener votos y seguir asegurando su existencia, para que a su vez sigan obteniendo puestos públicos y por supuesto, seguir recibiendo dinero de las personas.

La política la tenemos que acercar a las personas sin importar su profesión; debemos aspirar a que el día de mañana cualquiera de nosotros podamos participar sin importar si somos abogados, administradores, carpinteros, enfermeros, plomeros o de cualquier profesión mientras sea lícita. La política es de absolutamente todas las personas, ya hemos tenido grandes abogados, especialistas en economía o en otras áreas y sus estudios y profesión nos pudiera asegurar que harán un buen desempeño como servidores públicos.

Sin embargo, nos han demostrado todo lo contrario. La historia nos ha marcado que si bien son muy importantes y de gran relevancia, no necesariamente los estudios o profesión de una persona nos garantiza que hará un buen trabajo.

Y como ya lo comentamos: Una cosa es querer acercar la política a las personas y otra cosa es que tengamos candidaturas de individuos que no están preparados en ningún sentido, mucho menos motivados a realmente velar por el bienestar de todas las personas y el desarrollo de nuestro entorno.

Si las personas seguimos ajenas a la política, estos casos se seguirán repitiendo y cada vez serán más; los partidos políticos se seguirán burlando de nosotros diciendo que no hay personas capaces para los puestos y por eso nos tienen que poner personajes que no nos hacen nada bien. Así que sin importar nuestra profesión, tenemos que entender que la política es de todas las personas, que nos podemos capacitar y participar desde cualquier ámbito, sea con una candidatura o desde la parte de las personas, exigiendo que se hagan las cosas de manera distinta, que se hagan bien, construyendo propuestas y fomentando un desarrollo que nos beneficia a todas.

Creamos en la capacidad que tenemos cada uno de nosotros y lo más importante: Lo que juntos como equipo, como una sociedad civil organizada, podemos lograr.