/ jueves 13 de diciembre de 2018

‘Grandes aventuras del crimen’ (II parte)

Menos Face y Más Book



Continúo embelesado como manager de Gloria Trevi en una quinceañera, leyendo mi libro de crímenes.

Hay una historia que me encantó: Es de un homicidio en un lugar aislado de Canadá. El policía encargado del pueblo escucha a un borracho cantar muy fuerte en medio de la noche. El uniformado se levanta algo somnoliento y mientras sacude su modorra, se asoma por la ventana y ve a un hombre alejarse mientras cojea. “Es borrachín del pueblo”, él pensó.

A las horas le despiertan de manera estrepitosa porque un crimen se había cometido en una tienda de la zona. Un empresario había sido asesinado con un cuchillo clavado en su espalda y le habían robado 5 mil dólares. El cuchillo en cuestión era del borracho, que creyó ver cantando en medio de la noche unas horas antes.

Al llegar a la casa de este sospechoso, lo encontró ebrio y sin recordar mucho de la noche anterior, pero aún así juraba que él no había matado a nadie. Pero ¿y su cuchillo?, además un testigo lo apuntaba como el principal sospechoso, ya que había presenciado una pelea entre él y el empresario.

Este libro (Kurt Singer y Jane Sherrod) -como les comentaba en columnas pasadas- es una descripción de crímenes interesantes, difíciles de solucionar y en algunos casos curiosos. Los escritores fueron los encargados de contactar a destacados y veteranos policías, jefes de seguridad y detectives de diferentes países para que ellos mismos fueran los redactores de su caso más destacado y el resultado fue este libro.

Policías de Canadá, Estados Unidos, Rusia, entre otros, cada uno con su estilo muy personal, escriben estas líneas.

En este libro no encontrarás términos psicológicos, ni detalles escabrosos de los crímenes. Encontrarás las historias contadas como anécdotas por tus amigos en una sobremesa de día domingo.

Este libro es recomendado para los amantes de series policiales y de crímenes. El punto débil o flaco de este libro, al menos de mi edición, es el tamaño de la letra, muy pequeña y lo difícil de encontrar un ejemplar de este libro.

Me despido esta semana mientras miro a unos metros frente a mí la belleza y majestuosidad de mi gata “Ponchi Ponchi Monroe”.

Menos Face y Más Book



Continúo embelesado como manager de Gloria Trevi en una quinceañera, leyendo mi libro de crímenes.

Hay una historia que me encantó: Es de un homicidio en un lugar aislado de Canadá. El policía encargado del pueblo escucha a un borracho cantar muy fuerte en medio de la noche. El uniformado se levanta algo somnoliento y mientras sacude su modorra, se asoma por la ventana y ve a un hombre alejarse mientras cojea. “Es borrachín del pueblo”, él pensó.

A las horas le despiertan de manera estrepitosa porque un crimen se había cometido en una tienda de la zona. Un empresario había sido asesinado con un cuchillo clavado en su espalda y le habían robado 5 mil dólares. El cuchillo en cuestión era del borracho, que creyó ver cantando en medio de la noche unas horas antes.

Al llegar a la casa de este sospechoso, lo encontró ebrio y sin recordar mucho de la noche anterior, pero aún así juraba que él no había matado a nadie. Pero ¿y su cuchillo?, además un testigo lo apuntaba como el principal sospechoso, ya que había presenciado una pelea entre él y el empresario.

Este libro (Kurt Singer y Jane Sherrod) -como les comentaba en columnas pasadas- es una descripción de crímenes interesantes, difíciles de solucionar y en algunos casos curiosos. Los escritores fueron los encargados de contactar a destacados y veteranos policías, jefes de seguridad y detectives de diferentes países para que ellos mismos fueran los redactores de su caso más destacado y el resultado fue este libro.

Policías de Canadá, Estados Unidos, Rusia, entre otros, cada uno con su estilo muy personal, escriben estas líneas.

En este libro no encontrarás términos psicológicos, ni detalles escabrosos de los crímenes. Encontrarás las historias contadas como anécdotas por tus amigos en una sobremesa de día domingo.

Este libro es recomendado para los amantes de series policiales y de crímenes. El punto débil o flaco de este libro, al menos de mi edición, es el tamaño de la letra, muy pequeña y lo difícil de encontrar un ejemplar de este libro.

Me despido esta semana mientras miro a unos metros frente a mí la belleza y majestuosidad de mi gata “Ponchi Ponchi Monroe”.