LA ESPIGA
El primero de octubre de 1916, el presidente municipal de Mexicali, Francisco Bórquez Félix, rinde su Informe de Gobierno. En la ceremonia oficial se encuentra el coronel Esteban Cantú, gobernador y comandante militar del Distrito Norte de Baja California; presente también el cuerpo de regidores del Segundo Ayuntamiento.
Las elecciones realizadas en septiembre favorecieron al Sr. Bórquez, quien ocupó la Presidencia del Ayuntamiento de Mexicali en tres ocasiones. De enero a octubre de 1916 el Segundo Ayuntamiento continuó las obras iniciadas por el Ayuntamiento saliente. En primer lugar aparece la Escuela “Modelo”, primer nombre de la después bautizada como Escuela “Cuauhtémoc”. Colocada la primera piedra de este majestuoso edificio, el compromiso es continuar los trabajos hasta su conclusión, para lo cual se contempla una inversión de 100 mil pesos.
El camino carretero que unirá a Mexicali con Ensenada es una obra en proceso que continuará adelante. La escuela de la colonia Rivera se reporta concluida, al igual que el edificio de la escuela de Los Algodones. El Rastro Municipal, con instalaciones propias de agua, quedó listo y al servicio de la comunidad.
El Hospital Municipal comenzó a prestar sus servicios, quedando pendiente por construir las salas de presos y la de operaciones. Se informa que el costo de la cimentación del edificio de la Escuela “Modelo” ascendió a 10 mil pesos.
La pavimentación de calles era un asunto vital para el Segundo Ayuntamiento. Para tal propósito se adquirió la planta trituradora de piedra de Los Algodones por la cantidad de 4 mil dólares; se cuenta además con dos batidoras de cemento automáticas y una aplanadora de calles.
En el parque Héroes de Chapultepec se colocó un hermoso barandal de hierro que costó mil 400 dólares, se colocó además una placa en la entrada principal.
La Policía Municipal contrató a agentes de servicios especiales. Cada campo algodonero cuenta con uno; se contrató a un cabo y dos policías adicionales.
Aquel Segundo Ayuntamiento de Mexicali informa con entusiasmo de la instalación de nuevas industrias, comercios y de un Banco, lo que evitará que los mexicalenses acudan a Calexico a solicitar servicios bancarios. Se construyen de manera rápida nuevas viviendas y procesadoras de algodón, se cuenta con depósitos de maderas y de toda clase de materiales de construcción; se anuncia la instalación de un taller tipográfico, el cual editará un periódico.
Bórquez promete “…para la próxima primavera (1917) Mexicali tendrá agua potable en abundancia y luz eléctrica suficiente y con comodidad en sus precios…”. Limpieza y riego de calles tendrá un tanque adicional. Ampliar la población hacia el Este (Pueblo Nuevo) es un compromiso especial de Bórquez y de los regidores en funciones.
El Ayuntamiento de Mexicali y el Gobierno del Distrito mantienen relaciones cordiales en la búsqueda de metas comunes, sobre todo se le agradece al coronel Cantú la paz social reinante en nuestra región. Esa paz que se disfrutaba en aquel Mexicali de 1916 era la base para la prosperidad y libertad de todo el Distrito Norte de Baja California, a diferencia del resto del país, donde la lucha revolucionaria se encontraba en plena ebullición.
Cantú y Bórquez reciben aplausos y felicitaciones de aquel trabajador pueblo cachanilla.
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