/ viernes 4 de diciembre de 2020

La batalla sigue hasta el 2022…

QUO VADIS

Cuando por fin aparece una luz en el túnel del dolor y muerte por el Covid-19 ante la próxima llegada de vacunas a México, me entero del lamentable fallecimiento de mi estimado don Manuel Ramos Saldamando, periodista y locutor muy querido y conocido en la capital y el mundo del deporte en la región.

El ocaso de su vida ocurrió este miércoles y como en otros casos de colegas del oficio, duele se pierda otra vida constructiva, propositiva, luchona y ejemplar en el servicio a la sociedad. A sus familiares y amistades, mi pésame acompañado de oraciones para el eterno descanso de don Manuel, siempre profesional y respetuoso con sus contrapartes. Él, como don Augusto Hernández Bermúdez (Q.E.P.D. hace más de ocho años), dejan huellas imborrables y seguramente insuperables para quienes tienen el privilegio de tener en sus manos un micrófono de radio con señal abierta y otros menesteres del periodismo y locución que lucieron a raudales.

Así, en este viacrucis pandémico que siguen apagando vidas, la vox populi, el pueblo, sociedad o como quiera usted llamarle, tiene la imperiosa necesidad de entrar en conciencia personal y social para cuidarse y cuidar a los demás del pavoroso contagio, porque dependiendo de la fortaleza de cada cuerpo, reside la posibilidad de vivir o morir sin subestimar las atenciones tempranas que siempre son útiles pero escasean para quienes viven en pobreza.

Por eso y ante el exhorto extremo que la Organización Mundial de la Salud envía a todos los mexicanos, en especial a los líderes para que prediquen con el ejemplo, en cuanto a tomar en serio las medidas preventivas para romper la cadena de contagios, hay que recapacitar y hacer lo propio porque nada ocurrirá a nuestro favor si no lo hacemos por voluntad propia.

Es momento entonces de recapacitar y aunque por razones de sobrevivencia hay que socializar, trabajar, etc., debemos cuidarnos al máximo aun cuando ya se anuncia que para este diciembre llegue el primer lote de vacunas que serán dirigidas al personal de Salud con justa y necesaria razón, ya que -hay que admitirlo- no son pocos los que han muerto en cumplimiento de su deber y siguen ahí en no pocos casos heroicos y con medios austeros, tratando de salvar miles de vidas que se multiplican indeseablemente en los hospitales del país.

Luego llegarán las vacunas para los mexicanos enfermos que son extraordinariamente frágiles al Covid, quizá al concluir el primer tercio del 2021 y en un tiempo sin pronosticar al resto de la población, lo que implica que todo el 2021 será campaña de vacunación y espera de efectos positivos para que a principios de 2022 se reduzcan las pavorosas estadísticas de contagios y muertes.

Mientras, hay que concientizar que las fiestas decembrinas no pueden ni deben ser como antes; hay que guardar distancia a menos que a alguien le importe poco pasar del entusiasta saludo…al triste funeral. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

Cuando por fin aparece una luz en el túnel del dolor y muerte por el Covid-19 ante la próxima llegada de vacunas a México, me entero del lamentable fallecimiento de mi estimado don Manuel Ramos Saldamando, periodista y locutor muy querido y conocido en la capital y el mundo del deporte en la región.

El ocaso de su vida ocurrió este miércoles y como en otros casos de colegas del oficio, duele se pierda otra vida constructiva, propositiva, luchona y ejemplar en el servicio a la sociedad. A sus familiares y amistades, mi pésame acompañado de oraciones para el eterno descanso de don Manuel, siempre profesional y respetuoso con sus contrapartes. Él, como don Augusto Hernández Bermúdez (Q.E.P.D. hace más de ocho años), dejan huellas imborrables y seguramente insuperables para quienes tienen el privilegio de tener en sus manos un micrófono de radio con señal abierta y otros menesteres del periodismo y locución que lucieron a raudales.

Así, en este viacrucis pandémico que siguen apagando vidas, la vox populi, el pueblo, sociedad o como quiera usted llamarle, tiene la imperiosa necesidad de entrar en conciencia personal y social para cuidarse y cuidar a los demás del pavoroso contagio, porque dependiendo de la fortaleza de cada cuerpo, reside la posibilidad de vivir o morir sin subestimar las atenciones tempranas que siempre son útiles pero escasean para quienes viven en pobreza.

Por eso y ante el exhorto extremo que la Organización Mundial de la Salud envía a todos los mexicanos, en especial a los líderes para que prediquen con el ejemplo, en cuanto a tomar en serio las medidas preventivas para romper la cadena de contagios, hay que recapacitar y hacer lo propio porque nada ocurrirá a nuestro favor si no lo hacemos por voluntad propia.

Es momento entonces de recapacitar y aunque por razones de sobrevivencia hay que socializar, trabajar, etc., debemos cuidarnos al máximo aun cuando ya se anuncia que para este diciembre llegue el primer lote de vacunas que serán dirigidas al personal de Salud con justa y necesaria razón, ya que -hay que admitirlo- no son pocos los que han muerto en cumplimiento de su deber y siguen ahí en no pocos casos heroicos y con medios austeros, tratando de salvar miles de vidas que se multiplican indeseablemente en los hospitales del país.

Luego llegarán las vacunas para los mexicanos enfermos que son extraordinariamente frágiles al Covid, quizá al concluir el primer tercio del 2021 y en un tiempo sin pronosticar al resto de la población, lo que implica que todo el 2021 será campaña de vacunación y espera de efectos positivos para que a principios de 2022 se reduzcan las pavorosas estadísticas de contagios y muertes.

Mientras, hay que concientizar que las fiestas decembrinas no pueden ni deben ser como antes; hay que guardar distancia a menos que a alguien le importe poco pasar del entusiasta saludo…al triste funeral. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com