/ domingo 17 de abril de 2022

LA ESPIGA

Recuerdos mexicalenses

Carlos Rubio Parra, exalcalde mexicalense desde su llegada a la ciudad, se convirtió en un decidido promotor del desarrollo agropecuario. Su especialidad como ingeniero agrónomo egresado de Chapingo fue la irrigación y el mejor lugar para aplicar sus conocimientos profesionales fueron los valles y desiertos del Río Colorado.

“A la vera del Colorado-Reminiscencias” es un libro que reúne las memorias de este mexicalense ejemplar cuya misión en la vida fue servir a su comunidad. A partir de 1940 lo tenemos en un Mexicali, cuyo sustento económico eran las actividades agropecuarias en el contexto de la implementación de la reforma agraria cardenista y el ocaso gradual del latifundio de la Colorado River Land Company.

FOTO: CORTESÍA MEDIATECA INAIH

En el libro citado aparece el capítulo titulado “Vericuetos Mexicalenses” en donde Rubio Parra recuerda a aquel Viejo Mexicali donde reinaba un delicioso ambiente provinciano, fueron aquellos tiempos del Mexicali Romántico: Planamente satisfecho con su ingenuidad bronca y generosa.

Uno de los restaurantes más visitados fue “El León de Oro”, cuyo propietario Jimmy Álvarez se esmeraba en ofrecer deliciosos platillos y las mejores bebidas a sus clientes, la famosa Cerveza Mexicali predominaba en aquellas tertulias de amigos incluidos artistas internacionales. El autor recuerda que la estrella de cine Bette Davies visitaba con frecuencia la cantina de ese establecimiento.

El Gambrinus era un restaurante-bar de gran categoría que recibía a turistas y a clientes locales dispuestos a gozar de comidas y vinos de calidad. Estos negocios ofrecían bailes y variedades musicales en los que se presentaban filarmónicos mexicalenses como Ramón Valdés, el formidable dueto de El Mocho y Quichicho, Ernesto Castro Moreno y Chinto Mendoza. Se mencionan otros cabarets como El Tecolote, El Bristol, San Diego Café. Este último dirigido por Joe Flores. La cantina El Prado -ubicada donde hoy se encuentra el Hotel del Norte- recibía de manera cotidiana a una gran cantidad de turistas. El Gato Verde fue un elegante centro nocturno cercano a la línea internacional, igualmente el restaurante Shangrila: Ambos establecimientos recibían a multitudes de turistas extranjeros.

En 1943 el actor cinematográfico Clark Gable estuvo en el San Diego Café luciendo su uniforme militar. Un restaurante con sabor mexicano fue La Favorita, se encontraba en el Mercado Municipal; sus clientes eran las familias cachanillas que iban a disfrutar del menudo estilo sonorense. El Paraíso y El Oasis eran dos restaurantes japoneses que ofrecían tacos y “flautas”, la calle principal de aquel Mexicali ingenuo y cordial era la Av. Madero, era nuestra Main Street.

En el callejón de La Chinesca se encontraban los restaurantes más acreditados: El número 8 y el popular 19. Los comercios chinos atraían a los mexicalenses que buscaban servicios y sabores orientales.

“El Burrito” de Berta Benson era el lugar ideal para jugar dominó. La cantina “La Herradura” se localizaba contra esquina de la Iglesia Guadalupana. La cantina “El Quijote” tenía como reina a las súper “catedrales” de cerveza Mexicali, mucho antes de la llegada de las “caguamas”.

Un gran evento binacional donde se unían las ciudades hermanas Calexico-Mexicali eran Las Cabalgatas del Desierto: Jinetes montados a caballo recorrían las calles principales, vistosos desfiles con carros alegóricos, carretas, vaqueros y bandas estudiantiles de música alegraban a aquellas comunidades rústicas y generosas.

oscarher1955@yahoo.com


Recuerdos mexicalenses

Carlos Rubio Parra, exalcalde mexicalense desde su llegada a la ciudad, se convirtió en un decidido promotor del desarrollo agropecuario. Su especialidad como ingeniero agrónomo egresado de Chapingo fue la irrigación y el mejor lugar para aplicar sus conocimientos profesionales fueron los valles y desiertos del Río Colorado.

“A la vera del Colorado-Reminiscencias” es un libro que reúne las memorias de este mexicalense ejemplar cuya misión en la vida fue servir a su comunidad. A partir de 1940 lo tenemos en un Mexicali, cuyo sustento económico eran las actividades agropecuarias en el contexto de la implementación de la reforma agraria cardenista y el ocaso gradual del latifundio de la Colorado River Land Company.

FOTO: CORTESÍA MEDIATECA INAIH

En el libro citado aparece el capítulo titulado “Vericuetos Mexicalenses” en donde Rubio Parra recuerda a aquel Viejo Mexicali donde reinaba un delicioso ambiente provinciano, fueron aquellos tiempos del Mexicali Romántico: Planamente satisfecho con su ingenuidad bronca y generosa.

Uno de los restaurantes más visitados fue “El León de Oro”, cuyo propietario Jimmy Álvarez se esmeraba en ofrecer deliciosos platillos y las mejores bebidas a sus clientes, la famosa Cerveza Mexicali predominaba en aquellas tertulias de amigos incluidos artistas internacionales. El autor recuerda que la estrella de cine Bette Davies visitaba con frecuencia la cantina de ese establecimiento.

El Gambrinus era un restaurante-bar de gran categoría que recibía a turistas y a clientes locales dispuestos a gozar de comidas y vinos de calidad. Estos negocios ofrecían bailes y variedades musicales en los que se presentaban filarmónicos mexicalenses como Ramón Valdés, el formidable dueto de El Mocho y Quichicho, Ernesto Castro Moreno y Chinto Mendoza. Se mencionan otros cabarets como El Tecolote, El Bristol, San Diego Café. Este último dirigido por Joe Flores. La cantina El Prado -ubicada donde hoy se encuentra el Hotel del Norte- recibía de manera cotidiana a una gran cantidad de turistas. El Gato Verde fue un elegante centro nocturno cercano a la línea internacional, igualmente el restaurante Shangrila: Ambos establecimientos recibían a multitudes de turistas extranjeros.

En 1943 el actor cinematográfico Clark Gable estuvo en el San Diego Café luciendo su uniforme militar. Un restaurante con sabor mexicano fue La Favorita, se encontraba en el Mercado Municipal; sus clientes eran las familias cachanillas que iban a disfrutar del menudo estilo sonorense. El Paraíso y El Oasis eran dos restaurantes japoneses que ofrecían tacos y “flautas”, la calle principal de aquel Mexicali ingenuo y cordial era la Av. Madero, era nuestra Main Street.

En el callejón de La Chinesca se encontraban los restaurantes más acreditados: El número 8 y el popular 19. Los comercios chinos atraían a los mexicalenses que buscaban servicios y sabores orientales.

“El Burrito” de Berta Benson era el lugar ideal para jugar dominó. La cantina “La Herradura” se localizaba contra esquina de la Iglesia Guadalupana. La cantina “El Quijote” tenía como reina a las súper “catedrales” de cerveza Mexicali, mucho antes de la llegada de las “caguamas”.

Un gran evento binacional donde se unían las ciudades hermanas Calexico-Mexicali eran Las Cabalgatas del Desierto: Jinetes montados a caballo recorrían las calles principales, vistosos desfiles con carros alegóricos, carretas, vaqueros y bandas estudiantiles de música alegraban a aquellas comunidades rústicas y generosas.

oscarher1955@yahoo.com