/ domingo 24 de julio de 2022

LA ESPIGA | La Rosa de Mexicali

Este relato nos lo platicó el nieto de un viejo músico mexicalense integrante de la orquesta original donde Jack B. Tenney tocaba el piano. El nieto era un músico cachanilla de la segunda generación, emparentado con las familias de filarmónicos nacidos en el Centro Histórico de Mexicali.

Foto: Cortesía Archivo histórico de Mexicali

“…Claro que la Rosa de Mexicali en verdad si existió…de ella me habló mi abuelo en varias ocasiones…era una muchacha rubia natural, sinaloense de 18 años, Jack B. Tenney era un hombre casado de 36 años, su esposa se quedó en Los Angeles, Ca., mientras Jack bajó al sur de la frontera para encontrar trabajo en Mexicali durante la vigencia en su país de las Leyes de la Prohibición Alcohólica…”

Año 1923, Noviembre 28, Cabaret del Hotel Imperial. Once de la noche. Casinos, hoteles, bares, cantinas…los turistas norteamericanos disfrutan de la magia del México Salvaje, al estilo del Viejo Oeste, con la ventaja de ser frontera donde lo anglo y lo mexicano se encuentran en noches y madrugadas de diversión intensa.

Jack 36 años, Rosa 18 años. Como solo un hombre casado puede enloquecer por una diosa silvestre recién salida de algún rancho tomatero de Culiacán, así Jack se obsesionó con Rosita quien había llegado a Mexicali en busca de un nuevo destino de vida para ella y su familia. La pareja se encontraba en el Hotel París antes de ir a trabajar al Cabaret Imperial, ella de bailarina y él de pianista. Mexicali con lunas inmensas, con ranchos algodoneros, con la bendición del Río Colorado, con gobiernos porfiristas, con periodistas bohemios y con la Cervecería de Mexicali…les dio la bienvenida a la pareja de Rosa y Jack.

“El Vals Mexicali Rose fue la despedida solemne de Jack, él le prometió a Rosa regresar a Mexicali un día soleado, pues claro, en Mexicali casi todos los días brilla con intensidad el Astro Rey…”

“Cuando las noches de cabaret terminaron (el año de 1933) la Rosa de Mexicali cambió de residencia, se fue a vivir a la Ciudad de México acompañada de un viejo militar revolucionario ya retirado del servicio activo, como era dueño de una fortuna importante a Rosa la ayudó para que abriera la famosa Joyería “La Princesa”. Rosa nunca más volvió a Mexicali”.

A Jack B. Tenney las autoridades locales le ofrecieron un homenaje el año de 1968, poco antes de fallecer en la ciudad de Los Angeles, Ca.

Este relato nos lo platicó el nieto de un viejo músico mexicalense integrante de la orquesta original donde Jack B. Tenney tocaba el piano. El nieto era un músico cachanilla de la segunda generación, emparentado con las familias de filarmónicos nacidos en el Centro Histórico de Mexicali.

Foto: Cortesía Archivo histórico de Mexicali

“…Claro que la Rosa de Mexicali en verdad si existió…de ella me habló mi abuelo en varias ocasiones…era una muchacha rubia natural, sinaloense de 18 años, Jack B. Tenney era un hombre casado de 36 años, su esposa se quedó en Los Angeles, Ca., mientras Jack bajó al sur de la frontera para encontrar trabajo en Mexicali durante la vigencia en su país de las Leyes de la Prohibición Alcohólica…”

Año 1923, Noviembre 28, Cabaret del Hotel Imperial. Once de la noche. Casinos, hoteles, bares, cantinas…los turistas norteamericanos disfrutan de la magia del México Salvaje, al estilo del Viejo Oeste, con la ventaja de ser frontera donde lo anglo y lo mexicano se encuentran en noches y madrugadas de diversión intensa.

Jack 36 años, Rosa 18 años. Como solo un hombre casado puede enloquecer por una diosa silvestre recién salida de algún rancho tomatero de Culiacán, así Jack se obsesionó con Rosita quien había llegado a Mexicali en busca de un nuevo destino de vida para ella y su familia. La pareja se encontraba en el Hotel París antes de ir a trabajar al Cabaret Imperial, ella de bailarina y él de pianista. Mexicali con lunas inmensas, con ranchos algodoneros, con la bendición del Río Colorado, con gobiernos porfiristas, con periodistas bohemios y con la Cervecería de Mexicali…les dio la bienvenida a la pareja de Rosa y Jack.

“El Vals Mexicali Rose fue la despedida solemne de Jack, él le prometió a Rosa regresar a Mexicali un día soleado, pues claro, en Mexicali casi todos los días brilla con intensidad el Astro Rey…”

“Cuando las noches de cabaret terminaron (el año de 1933) la Rosa de Mexicali cambió de residencia, se fue a vivir a la Ciudad de México acompañada de un viejo militar revolucionario ya retirado del servicio activo, como era dueño de una fortuna importante a Rosa la ayudó para que abriera la famosa Joyería “La Princesa”. Rosa nunca más volvió a Mexicali”.

A Jack B. Tenney las autoridades locales le ofrecieron un homenaje el año de 1968, poco antes de fallecer en la ciudad de Los Angeles, Ca.