/ miércoles 7 de marzo de 2018

La imaginación en política

VIENTOS

Cada día que transcurre dentro de la mecánica mental que anticipa el fraude electoral, sin más argumento que una imaginación desbordada que fue condicionada por hechos supuestos magnificados en el alma de los perdedores por los rumores del entorno, es un día de premoniciones oscuras que en el fondo cada ciudadano se provoca y lo espera.

Cierto que la costosísima preparación de los eventos electorales ya de por sí crea sospechas en el ánima popular; que a todos los eventos públicos y bajo la administración pública los trata como pretexto para “la gandalla”, así constituye la desconfianza para llegar a la conclusión de AMLO sobre “la inutilidad” de las instituciones y más cuando las hace pertenecer a una corporación misteriosa en su paradoja monstruosa de la “mafia del poder”, paradoja porque de haber sido así el propio creador del monstruo mental hubiese sido ya su principal víctima hace tiempo y nunca en tiempos comiciales. Es claro que este tipo de propaganda cunde y se inserta en el ánima popular que luego ya no admite explicación alguna conformándose un credo indestructible que dirige sus flechas hacia cualquier partido llegado al poder de cualquier nivel político. Y ha sido tal el efecto que hoy es arma políticopropagandística de cualquier candidato en campaña: disparar contra el gobierno, de cualquier signo, de cualquier color que en nuestro lenguaje de ubicación política y calidad… Así se construyen entre nosotros, los mexicanos la fama o la infamia. Son los “dimes y diretes” que dijo el presidente Peña Nieto, del que tan campantes salen del pantano las aves del poeta Díaz Mirón. El problema de “los contra” es la ofrecida y aconsejada evitar revolución que el propio AMLO apunta con su la “historia” que va a hacer junto a sus uniones con otros partidos que imagino incluyen a huachicoleros, estudiantes (?) que hacen barricas en carreteras, los asaltantes de oficinas públicas, los profesores rebeldes, en fin, un pueblo harto de injusticias rodeado de la “canalla” que en Sonora se dice, tan dispuestos a la anarquía sin tener idea del gran daño que provocan. Pero claro, sería la antirevolución de la revolución “glasnot” que logró Peña Nieto con el voto propiciatorio de “nuestros representantes” devolviendo nuestro sistema energético a quienes Lázaro Cárdenas expropió. Hoy AMLO aconseja no provocar eso, que es como la finta del boxeador que da un paso atrás en el momento adecuado para luego atacar con el ánimo puesto en el triunfo, basado en su manager: las encuestas, ciertas o no. Por supuesto que lo que escribo es mi opinión, muy personal. No pretendo iguales, pero sí aclarar el ambiente político de mi entorno. Y veo con satisfacción que en Baja California todavía no estamos en los extremos de esas políticas que lesionan lo colectivo con sus referencias siempre negativas. Todavía tenemos la salud social con la que emprendimos un día ya lejano a nuestra constitución como nuevo Estado de la Federación. Por eso vamos bien todavía. Luego del 2 de julio próximo, nadie sabe.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx

VIENTOS

Cada día que transcurre dentro de la mecánica mental que anticipa el fraude electoral, sin más argumento que una imaginación desbordada que fue condicionada por hechos supuestos magnificados en el alma de los perdedores por los rumores del entorno, es un día de premoniciones oscuras que en el fondo cada ciudadano se provoca y lo espera.

Cierto que la costosísima preparación de los eventos electorales ya de por sí crea sospechas en el ánima popular; que a todos los eventos públicos y bajo la administración pública los trata como pretexto para “la gandalla”, así constituye la desconfianza para llegar a la conclusión de AMLO sobre “la inutilidad” de las instituciones y más cuando las hace pertenecer a una corporación misteriosa en su paradoja monstruosa de la “mafia del poder”, paradoja porque de haber sido así el propio creador del monstruo mental hubiese sido ya su principal víctima hace tiempo y nunca en tiempos comiciales. Es claro que este tipo de propaganda cunde y se inserta en el ánima popular que luego ya no admite explicación alguna conformándose un credo indestructible que dirige sus flechas hacia cualquier partido llegado al poder de cualquier nivel político. Y ha sido tal el efecto que hoy es arma políticopropagandística de cualquier candidato en campaña: disparar contra el gobierno, de cualquier signo, de cualquier color que en nuestro lenguaje de ubicación política y calidad… Así se construyen entre nosotros, los mexicanos la fama o la infamia. Son los “dimes y diretes” que dijo el presidente Peña Nieto, del que tan campantes salen del pantano las aves del poeta Díaz Mirón. El problema de “los contra” es la ofrecida y aconsejada evitar revolución que el propio AMLO apunta con su la “historia” que va a hacer junto a sus uniones con otros partidos que imagino incluyen a huachicoleros, estudiantes (?) que hacen barricas en carreteras, los asaltantes de oficinas públicas, los profesores rebeldes, en fin, un pueblo harto de injusticias rodeado de la “canalla” que en Sonora se dice, tan dispuestos a la anarquía sin tener idea del gran daño que provocan. Pero claro, sería la antirevolución de la revolución “glasnot” que logró Peña Nieto con el voto propiciatorio de “nuestros representantes” devolviendo nuestro sistema energético a quienes Lázaro Cárdenas expropió. Hoy AMLO aconseja no provocar eso, que es como la finta del boxeador que da un paso atrás en el momento adecuado para luego atacar con el ánimo puesto en el triunfo, basado en su manager: las encuestas, ciertas o no. Por supuesto que lo que escribo es mi opinión, muy personal. No pretendo iguales, pero sí aclarar el ambiente político de mi entorno. Y veo con satisfacción que en Baja California todavía no estamos en los extremos de esas políticas que lesionan lo colectivo con sus referencias siempre negativas. Todavía tenemos la salud social con la que emprendimos un día ya lejano a nuestra constitución como nuevo Estado de la Federación. Por eso vamos bien todavía. Luego del 2 de julio próximo, nadie sabe.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx