/ domingo 29 de marzo de 2020

La influenza española, una epidemia en Mexicali   

LA ESPIGA

A partir de 1901, con la llegada del agua del Río Colorado el pueblo de Mexicali inicia el incremento sostenido de su población. Para atender las necesidades inherentes del incipiente núcleo urbano, el primer panteón se ubicó en una parte próxima al cauce del Río Nuevo. Con las inundaciones de 1905-1907 este cementerio desapareció y fue necesario crear otro en la parte sur de la primera sección de la ciudad (hoy Centro Histórico).

Con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se propagó una peligrosa epidemia conocida como la “Influenza Española”, la cual ocasionó 50 millones de muertos en el mundo. Los valles de Imperial y de Mexicali sufrieron con la presencia de esta epidemia causante del cierre temporal de la frontera MEX-EUA. Muchos residentes de esta región binacional Mexicali-Valle Imperial murieron a causa de este padecimiento. Esta “Influenza Española” iniciaba como un resfriado común, pero al no ser atendido debidamente provocaba una rápida complicación en las vías respiratorias ocasionando la muerte de los enfermos, de tal suerte que el pequeño panteón se vio saturado de difuntos.

Entre 1917 y 1918 este enorme problema de salud pública fue atendido por el gobernador Esteban Cantú y por el alcalde Francisco Bórquez, quienes reúnen a los médicos Ignacio Roel, Manuel Monter, Federico Cota y Rafael Limón. Esta brigada médica logró proteger a la población de Mexicali. Las calles se regaban dos veces al día con creolina para mitigar la expansión de esta terrible enfermedad que llegó a causar hasta 100 muertes diarias en algunas comunidades fronterizas.

Las autoridades del Distrito y del Municipio optaron por abrir un nuevo panteón para dar sepultura digna a tantas víctimas locales. En septiembre de 1918 abre sus puertas el Panteón Municipal No. 1, llamado hoy Panteón de los Pioneros de Mexicali, tanto Cantú como Bórquez facilitan un terreno de ocho hectáreas para iniciar las inhumaciones en este panteón ubicado en la colonia Pasadina, por la antigua Calle del Ferrocarril, hoy calzada Adolfo López Mateos.

En sus inicios el Panteón de los Pioneros recibió el apoyo de la comunidad china. Con una aportación de 8 mil pesos, se construyó un cerco perimetral obteniendo a cambio el permiso para sepultar a sus paisanos pertenecientes a las familias orientales asentadas en la región. Varios miembros destacados de la comunidad japonesa se encuentran descansando en este lugar.

Entre 1931-1932 fueron trasladados al Panteón de los Pioneros los restos mortales de difuntos que aún permanecían en el segundo cementerio local. Por lo tanto, en el Panteón de los Pioneros descansan algunos de los primeros habitantes de Mexicali. En este espacio histórico existen alrededor de 5 mil lápidas, algunas de las más antiguas tienen registros de 1918-1919.

Conviene no olvidar que en la Rotonda de los Hombres Ilustres se encuentran los restos mortales de Esteban Cantú , Francisco Bórquez, Tomás Beléndez, Daniel Sández y de Matías Gómez; además tenemos las sepulturas de destacados políticos, empresarios, periodistas y deportistas. Al construirse la cárcel municipal y después la Unidad Deportiva se redujo su superficie original.

oscarh1955@yahoo.com.mx


LA ESPIGA

A partir de 1901, con la llegada del agua del Río Colorado el pueblo de Mexicali inicia el incremento sostenido de su población. Para atender las necesidades inherentes del incipiente núcleo urbano, el primer panteón se ubicó en una parte próxima al cauce del Río Nuevo. Con las inundaciones de 1905-1907 este cementerio desapareció y fue necesario crear otro en la parte sur de la primera sección de la ciudad (hoy Centro Histórico).

Con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se propagó una peligrosa epidemia conocida como la “Influenza Española”, la cual ocasionó 50 millones de muertos en el mundo. Los valles de Imperial y de Mexicali sufrieron con la presencia de esta epidemia causante del cierre temporal de la frontera MEX-EUA. Muchos residentes de esta región binacional Mexicali-Valle Imperial murieron a causa de este padecimiento. Esta “Influenza Española” iniciaba como un resfriado común, pero al no ser atendido debidamente provocaba una rápida complicación en las vías respiratorias ocasionando la muerte de los enfermos, de tal suerte que el pequeño panteón se vio saturado de difuntos.

Entre 1917 y 1918 este enorme problema de salud pública fue atendido por el gobernador Esteban Cantú y por el alcalde Francisco Bórquez, quienes reúnen a los médicos Ignacio Roel, Manuel Monter, Federico Cota y Rafael Limón. Esta brigada médica logró proteger a la población de Mexicali. Las calles se regaban dos veces al día con creolina para mitigar la expansión de esta terrible enfermedad que llegó a causar hasta 100 muertes diarias en algunas comunidades fronterizas.

Las autoridades del Distrito y del Municipio optaron por abrir un nuevo panteón para dar sepultura digna a tantas víctimas locales. En septiembre de 1918 abre sus puertas el Panteón Municipal No. 1, llamado hoy Panteón de los Pioneros de Mexicali, tanto Cantú como Bórquez facilitan un terreno de ocho hectáreas para iniciar las inhumaciones en este panteón ubicado en la colonia Pasadina, por la antigua Calle del Ferrocarril, hoy calzada Adolfo López Mateos.

En sus inicios el Panteón de los Pioneros recibió el apoyo de la comunidad china. Con una aportación de 8 mil pesos, se construyó un cerco perimetral obteniendo a cambio el permiso para sepultar a sus paisanos pertenecientes a las familias orientales asentadas en la región. Varios miembros destacados de la comunidad japonesa se encuentran descansando en este lugar.

Entre 1931-1932 fueron trasladados al Panteón de los Pioneros los restos mortales de difuntos que aún permanecían en el segundo cementerio local. Por lo tanto, en el Panteón de los Pioneros descansan algunos de los primeros habitantes de Mexicali. En este espacio histórico existen alrededor de 5 mil lápidas, algunas de las más antiguas tienen registros de 1918-1919.

Conviene no olvidar que en la Rotonda de los Hombres Ilustres se encuentran los restos mortales de Esteban Cantú , Francisco Bórquez, Tomás Beléndez, Daniel Sández y de Matías Gómez; además tenemos las sepulturas de destacados políticos, empresarios, periodistas y deportistas. Al construirse la cárcel municipal y después la Unidad Deportiva se redujo su superficie original.

oscarh1955@yahoo.com.mx