/ domingo 7 de marzo de 2021

La memoria histórica y cultural de Mexicali

La Espiga


Los círculos dibujados en los arenales incandescentes hace al menos diez mil años, vendrían a ser los primeros testimonios arqueológicos de grupos humanos migrantes en nuestra región.

Macahui es el nombre de la zona donde estos petroglifos se encuentran a la buena de Dios Padre en las inmediaciones de la Laguna Salada y el cerro El Centinela, nuestro altivo y viejo guardián.

Hace alrededor de 800 años los grupos Yumanos arribaron a las márgenes del Río Colorado. Nuestros aborígenes cucapá se ubicaron en el bajo delta del Colorado dedicándose a la agricultura de temporal, a la caza, pesca y recolección de frutos y semillas. Ellos recorrían el Valle de Mexicali inundado periódicamente por los inmensos flujos de aguas provenientes de las montañas rocosas.

La cestería, las faldas de tule, los adornos corporales, los bailes, cantos y ritos funerarios fueron manifestaciones culturales de esta etnia aclimatada al semi desierto cachanilla. Los exploradores, navegantes y conquistadores europeos a duras penas lograron llegar a estos inmensos territorios agrestes, poco hospitalarios. Heroicos evangelizadores dejaron testimonios de sus proezas, su presencia en los valles del Río Colorado mostró el interés de la Nueva España por dominar esta parte de su vasto Imperio Colonial.

Con el gobierno independiente y el surgimiento de una nueva república llamada México los esfuerzos por traer a “Gente de Razón” a estos dominios del Río Colorado empieza por mostrar el inicio de un proceso civilizatorio al estilo occidental.

Empresarios capitalistas norteamericanos descubren el potencial productivo de esta región. A finales del siglo XIX se sabe que los desiertos del Colorado pueden ser irrigados para convertirlos en terrenos apropiados para la agricultura y ganadería.

Los nuevos conquistadores llegan con sus dólares y la bendición de don Porfirio Díaz; europeos y gringos se apoderan de la península de Baja California; el capitalismo salvaje al estilo del Viejo Oeste aprovecha tierras y aguas disponibles. El Valle Imperial Mexicano (lo que hoy es Mexicali) tendrá la influencia cultural anglosajona de los vaqueros, rancheros, mineros, agentes inmobiliarios y comerciantes que hacen negocios en este lado de la frontera, ellos crean empresas con nombres mexicanos y las ganancias se van para aquel lado.

Guillermo Andrade compra el desierto salvaje y lo pone a disposición de los amigos de la California Development Company. La música del western country se combina con los tacos de machaca sonorenses llamados de repente “burritos” y las carnes asadas a las brasas son steak grills, del taco brincas al hot dog y a los chili beans.

Así nació Mexicali internacional unido a México y a California, echando a andar a MEX-AMÉRICA desde las oficinas del ferrocarril InterCalifornia y de la Colorado River Land Company. Diseñado con un trazo urbano norteamericano, el pueblo de Mexicali luce amplias avenidas y calles listas para recibir a los automóviles californianos.

Desde un inicio Mexicali es moderno y funcional. Los negocios prosperan, la música norteña, las carnitas y el primer mariachi acompañan a la Rosa de Mexicali, popularizada por Bing Crosby.

La Espiga


Los círculos dibujados en los arenales incandescentes hace al menos diez mil años, vendrían a ser los primeros testimonios arqueológicos de grupos humanos migrantes en nuestra región.

Macahui es el nombre de la zona donde estos petroglifos se encuentran a la buena de Dios Padre en las inmediaciones de la Laguna Salada y el cerro El Centinela, nuestro altivo y viejo guardián.

Hace alrededor de 800 años los grupos Yumanos arribaron a las márgenes del Río Colorado. Nuestros aborígenes cucapá se ubicaron en el bajo delta del Colorado dedicándose a la agricultura de temporal, a la caza, pesca y recolección de frutos y semillas. Ellos recorrían el Valle de Mexicali inundado periódicamente por los inmensos flujos de aguas provenientes de las montañas rocosas.

La cestería, las faldas de tule, los adornos corporales, los bailes, cantos y ritos funerarios fueron manifestaciones culturales de esta etnia aclimatada al semi desierto cachanilla. Los exploradores, navegantes y conquistadores europeos a duras penas lograron llegar a estos inmensos territorios agrestes, poco hospitalarios. Heroicos evangelizadores dejaron testimonios de sus proezas, su presencia en los valles del Río Colorado mostró el interés de la Nueva España por dominar esta parte de su vasto Imperio Colonial.

Con el gobierno independiente y el surgimiento de una nueva república llamada México los esfuerzos por traer a “Gente de Razón” a estos dominios del Río Colorado empieza por mostrar el inicio de un proceso civilizatorio al estilo occidental.

Empresarios capitalistas norteamericanos descubren el potencial productivo de esta región. A finales del siglo XIX se sabe que los desiertos del Colorado pueden ser irrigados para convertirlos en terrenos apropiados para la agricultura y ganadería.

Los nuevos conquistadores llegan con sus dólares y la bendición de don Porfirio Díaz; europeos y gringos se apoderan de la península de Baja California; el capitalismo salvaje al estilo del Viejo Oeste aprovecha tierras y aguas disponibles. El Valle Imperial Mexicano (lo que hoy es Mexicali) tendrá la influencia cultural anglosajona de los vaqueros, rancheros, mineros, agentes inmobiliarios y comerciantes que hacen negocios en este lado de la frontera, ellos crean empresas con nombres mexicanos y las ganancias se van para aquel lado.

Guillermo Andrade compra el desierto salvaje y lo pone a disposición de los amigos de la California Development Company. La música del western country se combina con los tacos de machaca sonorenses llamados de repente “burritos” y las carnes asadas a las brasas son steak grills, del taco brincas al hot dog y a los chili beans.

Así nació Mexicali internacional unido a México y a California, echando a andar a MEX-AMÉRICA desde las oficinas del ferrocarril InterCalifornia y de la Colorado River Land Company. Diseñado con un trazo urbano norteamericano, el pueblo de Mexicali luce amplias avenidas y calles listas para recibir a los automóviles californianos.

Desde un inicio Mexicali es moderno y funcional. Los negocios prosperan, la música norteña, las carnitas y el primer mariachi acompañan a la Rosa de Mexicali, popularizada por Bing Crosby.