/ viernes 30 de agosto de 2019

La “puerta giratoria” aquí, allá y acullá…

Quo Vadis


Luego del asesinato de casi una treintena de personas en el bar “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Veracruz, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, alcanzó a reflexionar en su conferencia “mañanera” de este miércoles 28 de agosto, que el presunto autor intelectual identificado como Ricardo “N”, alias “La Loca”, había sido detenido días antes por otros delitos, pero dejado en libertad…

De esa versión se desataron entredichos que ponen a integrantes de las fiscalías General de la República y/o la del Estado como posibles responsables de actos de impunidad porque no se actuó contra este sujeto hasta ahora que el gobernador veracruzano, Cuitláhuac García, informara de su autoría intelectual en lo ocurrido en “El Caballo Blanco”…

Total que nadie sabe a 48 horas de la matanza y de manera comprobada, qué autoridades fueron las responsables directas e indirectas de la impunidad con que se trató a “La Loca” porque más tardaba en entrar a la cárcel que en salir. Aunque ahora, en caso de ser capturado, seguramente habrá medidas cautelares inmediatas para evitar que evada la justicia por la muerte de -hasta ahora- 28 personas, incluido el dueño del bar que fue decapitado, según información que circula en redes.

En fin, el drama ahí está en este crimen masivo que deja entrever lo retorcidas e imprácticas que siguen siendo las normas porque permiten a algunas autoridades preventivas y las que procuran o administran justicia a actuar con tal impunidad que aquí, allá o acullá dejan en libertad a auténticas amenazas públicas como “La Loca” y sin la menor posibilidad de identificar a quienes por omisión o acción le “perdonaron” algunos “pecadillos” en vez de mantenerlo tras las rejas.

Aquí en Baja California no son pocos los casos de personas que fueron sorprendidas en posesión de armas de fuego y dejadas en libertad gracias a que aún no es automática, como medida cautelar, la prisión preventiva y ni qué decir de los procesos a que debieran ser sujetas porque no hay manera de conocer su status jurídico en el ámbito federal, sino hasta que reinciden en algún otro delito y quienes las detienen revelan detenciones anteriores.

Así las cosas, nuestras calles o las de cualquier otra parte del país siguen inundadas de delincuentes sumamente peligrosos, auténticos sicarios sin que las normas jurídicas establezcan, de una buena vez, la prisión preventiva a tantos que incurren en delitos que asustan a cualquiera y con ello -cuando menos- afrontar procesos en prisión antes de que cometan más fechorías, como la que atribuyen a “La Loca”, en Veracruz.

Eso es lo que urge al país para reducir la violencia, actualizar las normas de manera total para reducir a su mínima expresión la capacidad de maniobra de servidores públicos deshonestos que dejan impunes a tantos delincuentes, sino que al contrario verse obligados a mantenerlos en prisión hasta que concluya su proceso penal. Lo demás es lo de menos, pero mientras, que el Creador guarde la hora porque en cualquier momento y lugar uno se puede cruzar en el camino con estos “locos” asesinos… ¿O no?

Quo Vadis


Luego del asesinato de casi una treintena de personas en el bar “El Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Veracruz, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, alcanzó a reflexionar en su conferencia “mañanera” de este miércoles 28 de agosto, que el presunto autor intelectual identificado como Ricardo “N”, alias “La Loca”, había sido detenido días antes por otros delitos, pero dejado en libertad…

De esa versión se desataron entredichos que ponen a integrantes de las fiscalías General de la República y/o la del Estado como posibles responsables de actos de impunidad porque no se actuó contra este sujeto hasta ahora que el gobernador veracruzano, Cuitláhuac García, informara de su autoría intelectual en lo ocurrido en “El Caballo Blanco”…

Total que nadie sabe a 48 horas de la matanza y de manera comprobada, qué autoridades fueron las responsables directas e indirectas de la impunidad con que se trató a “La Loca” porque más tardaba en entrar a la cárcel que en salir. Aunque ahora, en caso de ser capturado, seguramente habrá medidas cautelares inmediatas para evitar que evada la justicia por la muerte de -hasta ahora- 28 personas, incluido el dueño del bar que fue decapitado, según información que circula en redes.

En fin, el drama ahí está en este crimen masivo que deja entrever lo retorcidas e imprácticas que siguen siendo las normas porque permiten a algunas autoridades preventivas y las que procuran o administran justicia a actuar con tal impunidad que aquí, allá o acullá dejan en libertad a auténticas amenazas públicas como “La Loca” y sin la menor posibilidad de identificar a quienes por omisión o acción le “perdonaron” algunos “pecadillos” en vez de mantenerlo tras las rejas.

Aquí en Baja California no son pocos los casos de personas que fueron sorprendidas en posesión de armas de fuego y dejadas en libertad gracias a que aún no es automática, como medida cautelar, la prisión preventiva y ni qué decir de los procesos a que debieran ser sujetas porque no hay manera de conocer su status jurídico en el ámbito federal, sino hasta que reinciden en algún otro delito y quienes las detienen revelan detenciones anteriores.

Así las cosas, nuestras calles o las de cualquier otra parte del país siguen inundadas de delincuentes sumamente peligrosos, auténticos sicarios sin que las normas jurídicas establezcan, de una buena vez, la prisión preventiva a tantos que incurren en delitos que asustan a cualquiera y con ello -cuando menos- afrontar procesos en prisión antes de que cometan más fechorías, como la que atribuyen a “La Loca”, en Veracruz.

Eso es lo que urge al país para reducir la violencia, actualizar las normas de manera total para reducir a su mínima expresión la capacidad de maniobra de servidores públicos deshonestos que dejan impunes a tantos delincuentes, sino que al contrario verse obligados a mantenerlos en prisión hasta que concluya su proceso penal. Lo demás es lo de menos, pero mientras, que el Creador guarde la hora porque en cualquier momento y lugar uno se puede cruzar en el camino con estos “locos” asesinos… ¿O no?