/ miércoles 30 de marzo de 2022

La seguridad In

EL MURO

La seguridad In es la que implementan los políticos In, de cualquier partido, los estéticamente bonitos, bien vestidos, al último grito de la moda, perfumados, simbólicamente perfectos, deseosos de notoriedad.

Los políticos In, para no complicarse la vida y de paso hipnotizar a la gente, acuden al relumbrón, asumen poses de moda, utilizan impactantes discursis (discursos cursis) llenos de obviedades, lugares comunes, frases manidas.

Foto: Archivo | La Voz de la Frontera

La seguridad In basa su relativo éxito en colorear patrullas, instalar lo más novedoso en sistemas de videovigilancia, crear unidades especializadas para combatir delitos, llenar el rancho de soldados, firmar convenios de colaboración, pero sobre todo en políticos In posando sonrientes para la foto, la cual circulará en redes acompañada de un texto rocambolesco.

Luego entonces, al ser únicamente una simulación, la seguridad In le abre aún más la puerta a la In-seguridad, la cual para ser controlada requiere trabajo a fondo, ese tipo de labor hormiga que no puede ser lucida por los políticos In. Eso nos ayuda a entender porque no solo las cosas siguen sin mejorar, sino cada día empeoran a un ritmo constante.

“Lethal aggression in mobile forager bands and implications of origins of war” se decanta por afirmar cómo a pesar de los problemas los humanos no necesariamente acuden a la guerra por una especie de predisposición genética, lo cual en parte es una buena noticia. El enojo, los berrinches llevados al extremo son algo común en prácticamente todos los primates, menos en los bonobos, los cuales recurren al sexo para dirimir deliciosamente sus conflictos.

La inseguridad la potencia la autoridad al desatender las necesidades básicas de las familias. Toda persona tiene el derecho a la tranquilidad, a comer, vestirse, a ser tratada de forma igualitaria, a ser respetada, a desarrollar sus talentos. Lo más preocupante es que el gobierno tiene todas las herramientas a su alcance, como lo es el caso de sus áreas de cultura o deporte, donde se realizan actividades que sí abonan a la paz social, pero al no ser In, las dejan Out.

Aun así, la inseguridad arranca en casa, pero también es ahí donde comienza el orden, como cuando un padre le aconseja a su hijo: “Si dos niños riñen, sepáralos; si son dos hombres, aléjate para no presenciar el espectáculo de la violencia brutal que ofende y endurece el corazón. Si ves pasar a un hombre maniatado entre dos guardias, no añadas tu curiosidad a la cruel de la gente, pues podría tratarse de un inocente… (Ama a tu ciudad porque) ha sido una madre para ti, te ha instruido, deleitado y protegido (…) defiéndela si alguna vez la desprecian delante de ti”.

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

La seguridad In es la que implementan los políticos In, de cualquier partido, los estéticamente bonitos, bien vestidos, al último grito de la moda, perfumados, simbólicamente perfectos, deseosos de notoriedad.

Los políticos In, para no complicarse la vida y de paso hipnotizar a la gente, acuden al relumbrón, asumen poses de moda, utilizan impactantes discursis (discursos cursis) llenos de obviedades, lugares comunes, frases manidas.

Foto: Archivo | La Voz de la Frontera

La seguridad In basa su relativo éxito en colorear patrullas, instalar lo más novedoso en sistemas de videovigilancia, crear unidades especializadas para combatir delitos, llenar el rancho de soldados, firmar convenios de colaboración, pero sobre todo en políticos In posando sonrientes para la foto, la cual circulará en redes acompañada de un texto rocambolesco.

Luego entonces, al ser únicamente una simulación, la seguridad In le abre aún más la puerta a la In-seguridad, la cual para ser controlada requiere trabajo a fondo, ese tipo de labor hormiga que no puede ser lucida por los políticos In. Eso nos ayuda a entender porque no solo las cosas siguen sin mejorar, sino cada día empeoran a un ritmo constante.

“Lethal aggression in mobile forager bands and implications of origins of war” se decanta por afirmar cómo a pesar de los problemas los humanos no necesariamente acuden a la guerra por una especie de predisposición genética, lo cual en parte es una buena noticia. El enojo, los berrinches llevados al extremo son algo común en prácticamente todos los primates, menos en los bonobos, los cuales recurren al sexo para dirimir deliciosamente sus conflictos.

La inseguridad la potencia la autoridad al desatender las necesidades básicas de las familias. Toda persona tiene el derecho a la tranquilidad, a comer, vestirse, a ser tratada de forma igualitaria, a ser respetada, a desarrollar sus talentos. Lo más preocupante es que el gobierno tiene todas las herramientas a su alcance, como lo es el caso de sus áreas de cultura o deporte, donde se realizan actividades que sí abonan a la paz social, pero al no ser In, las dejan Out.

Aun así, la inseguridad arranca en casa, pero también es ahí donde comienza el orden, como cuando un padre le aconseja a su hijo: “Si dos niños riñen, sepáralos; si son dos hombres, aléjate para no presenciar el espectáculo de la violencia brutal que ofende y endurece el corazón. Si ves pasar a un hombre maniatado entre dos guardias, no añadas tu curiosidad a la cruel de la gente, pues podría tratarse de un inocente… (Ama a tu ciudad porque) ha sido una madre para ti, te ha instruido, deleitado y protegido (…) defiéndela si alguna vez la desprecian delante de ti”.

vicmarcen09@gmail.com