/ miércoles 14 de octubre de 2020

La tragedia silenciosa

EL MURO

Sí, otra vez hablamos sobre el Covid. Serán tantas veces como sea necesario porque la situación actual en Mexicali nos ha demostrado que la Alcaldesa y el Gobernador recibieron una crisis sanitaria manejable, que por su incapacidad se les fue de las manos hasta convertirla en una tragedia silenciosa.

Silenciosa porque el clamor del personal de los hospitales que nos alerta sobre la saturación –nuevamente- de camas, es como un grito ahogado por tanto mensaje que circula en las redes, en la televisión, la radio, la desinformación, la justificada incredulidad de la población por el chimoltrúfico manejo informativo oficial sobre el rebrote.

Silenciosa porque es más ruidosa la fiesta de quienes acuden a los antros supuestamente autorizados para recibir menos del 50 por ciento de su capacidad total, pero que lucen abarrotados, a pesar de la contundente evidencia científica de que es más sencillo contagiarse del virus en espacios cerrados con un mal sistema de ventilación.

Silenciosa porque con tal de mantener callados y felices a sectores poderosos, el gobierno prefirió reabrir negocios potencialmente riesgosos como los casinos, pero mantiene cerrados contra toda lógica, espacios saludables para el cuerpo y la mente como los parques, bajo la premisa de que en los sitios al aire libre es complicado revisar el cumplimiento de protocolos sanitarios, como si en los espacios encerrados, los tapetes secos, el gel de dudosa calidad, el termómetro sin batería, fueran muestra irrefutable de sanidad.

Tragedia porque son miles de muertes, muchas de las cuales pudieron ser evitadas, porque es el gobierno el responsable de poner orden, pero como el mismo gobierno está más preocupado en continuar en el poder, es capaz de llegar al absurdo de tomar decisiones torpes, contradictorias, con tal de brindar felicidad a todos al mismo tiempo, no vaya ser que el pueblo bueno y sabio se enfade tanto como para negarles el voto el año que entra.

Tragedia porque solo en los países pobres o con gobernantes de capacidad limitada, se viven los problemas que nosotros padecemos. Existen comunidades donde su autoridad impuso control, le dio seguimiento a los casos positivos, vigiló las cuarentenas, realiza pruebas para detectar o descartar casos, impide el ingreso de personas ajenas a la comunidad.

Tragedia porque nosotros estamos a merced de mercenarios de la política. Lindas caritas a las que no les importa sacrificarnos, con tal de seguir en el poder…

vicmarcen09@gmail.com

EL MURO

Sí, otra vez hablamos sobre el Covid. Serán tantas veces como sea necesario porque la situación actual en Mexicali nos ha demostrado que la Alcaldesa y el Gobernador recibieron una crisis sanitaria manejable, que por su incapacidad se les fue de las manos hasta convertirla en una tragedia silenciosa.

Silenciosa porque el clamor del personal de los hospitales que nos alerta sobre la saturación –nuevamente- de camas, es como un grito ahogado por tanto mensaje que circula en las redes, en la televisión, la radio, la desinformación, la justificada incredulidad de la población por el chimoltrúfico manejo informativo oficial sobre el rebrote.

Silenciosa porque es más ruidosa la fiesta de quienes acuden a los antros supuestamente autorizados para recibir menos del 50 por ciento de su capacidad total, pero que lucen abarrotados, a pesar de la contundente evidencia científica de que es más sencillo contagiarse del virus en espacios cerrados con un mal sistema de ventilación.

Silenciosa porque con tal de mantener callados y felices a sectores poderosos, el gobierno prefirió reabrir negocios potencialmente riesgosos como los casinos, pero mantiene cerrados contra toda lógica, espacios saludables para el cuerpo y la mente como los parques, bajo la premisa de que en los sitios al aire libre es complicado revisar el cumplimiento de protocolos sanitarios, como si en los espacios encerrados, los tapetes secos, el gel de dudosa calidad, el termómetro sin batería, fueran muestra irrefutable de sanidad.

Tragedia porque son miles de muertes, muchas de las cuales pudieron ser evitadas, porque es el gobierno el responsable de poner orden, pero como el mismo gobierno está más preocupado en continuar en el poder, es capaz de llegar al absurdo de tomar decisiones torpes, contradictorias, con tal de brindar felicidad a todos al mismo tiempo, no vaya ser que el pueblo bueno y sabio se enfade tanto como para negarles el voto el año que entra.

Tragedia porque solo en los países pobres o con gobernantes de capacidad limitada, se viven los problemas que nosotros padecemos. Existen comunidades donde su autoridad impuso control, le dio seguimiento a los casos positivos, vigiló las cuarentenas, realiza pruebas para detectar o descartar casos, impide el ingreso de personas ajenas a la comunidad.

Tragedia porque nosotros estamos a merced de mercenarios de la política. Lindas caritas a las que no les importa sacrificarnos, con tal de seguir en el poder…

vicmarcen09@gmail.com