/ viernes 11 de noviembre de 2022

Las elecciones volátiles

LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ FUENTES

Este miércoles hubo elecciones intermedias en Estados Unidos, que definirán el rumbo del país y de gran parte del mundo.

Lo que se observa en el vecino del norte es que está en juego el control de la Cámara de Representantes, una tercera parte del Senado, 36 gubernaturas, entre otras elecciones locales y estatales que marcarán la agenda política para los próximos años. Mientras la esperada ola republicana que se anunciaba en las semanas previas no se materializó, los demócratas demostraron una inesperada resistencia en todo el país, logrando conservar California, Nuevo México, Nueva York y muy posiblemente Arizona, que está por definirse y que los últimos 15 años ha sido republicano.

Foto: Imagen ilustrativa | Freepik

A este hecho no se le puede dar una lectura aislada de lo que está pasando en las elecciones en el mundo, los gobiernos se están volviendo cada vez más volátiles. Un ejemplo de ello es Brasil, en donde recientemente Lula Da Silva derrotó a Jair Bolsonaro, terminando una era de extrema derecha en el país sudamericano. Por su parte, Reino Unido ha tenido tres primeros ministros tan solo en 2022 y en Colombia triunfó Petro, el primer gobierno de izquierda en la historia.

Lo que nos muestra esto es que la sociedad demanda cada vez resultados más rápidos, así como el agotamiento de los formatos de gobiernos tradicionales, pero sobre todo algo acariciado y soñado por la izquierda, previsto por Marx, que es el agotamiento de las élites, lo que da paso a formas de gobierno más horizontales y democráticas.

La otra lección de estos procesos a nivel internacional es que fueron organizados por organismos electorales mucho más esbeltos y económicos que el de México, sin que esto signifique una menor credibilidad, por lo que revisar la pertinencia de la estructura actual en nuestro país es oportuno y puede ser conveniente.

La reconfiguración del Congreso en Estados Unidos no solo influirá directamente en el modo de vida de todos los estadounidenses, sino que tendrá un impacto directo en millones de personas del mundo. Sin duda, los desafíos son enormes: Enfrentar la inflación, el desempleo y la inseguridad y solo será posible a través de una mayor cooperación en la región latinoamericana y en todo el continente, pero quizá este reacomodo de fuerzas políticas represente una oportunidad inédita para lograr un cambio de paradigma, en favor de formas de gobierno más humanas que busquen no solo el crecimiento en términos financieros, sino que procuren además el bienestar económico y social de todos los ciudadanos.

Estamos viviendo un cambio en las formas de hacer política y de liderazgos en el que todavía no se define cuáles serán los devenires de los gobiernos y las democracias, pero lo que sí es claro es que habrá cambios importantes en la gestión de la democracia y el poder.

LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ FUENTES

Este miércoles hubo elecciones intermedias en Estados Unidos, que definirán el rumbo del país y de gran parte del mundo.

Lo que se observa en el vecino del norte es que está en juego el control de la Cámara de Representantes, una tercera parte del Senado, 36 gubernaturas, entre otras elecciones locales y estatales que marcarán la agenda política para los próximos años. Mientras la esperada ola republicana que se anunciaba en las semanas previas no se materializó, los demócratas demostraron una inesperada resistencia en todo el país, logrando conservar California, Nuevo México, Nueva York y muy posiblemente Arizona, que está por definirse y que los últimos 15 años ha sido republicano.

Foto: Imagen ilustrativa | Freepik

A este hecho no se le puede dar una lectura aislada de lo que está pasando en las elecciones en el mundo, los gobiernos se están volviendo cada vez más volátiles. Un ejemplo de ello es Brasil, en donde recientemente Lula Da Silva derrotó a Jair Bolsonaro, terminando una era de extrema derecha en el país sudamericano. Por su parte, Reino Unido ha tenido tres primeros ministros tan solo en 2022 y en Colombia triunfó Petro, el primer gobierno de izquierda en la historia.

Lo que nos muestra esto es que la sociedad demanda cada vez resultados más rápidos, así como el agotamiento de los formatos de gobiernos tradicionales, pero sobre todo algo acariciado y soñado por la izquierda, previsto por Marx, que es el agotamiento de las élites, lo que da paso a formas de gobierno más horizontales y democráticas.

La otra lección de estos procesos a nivel internacional es que fueron organizados por organismos electorales mucho más esbeltos y económicos que el de México, sin que esto signifique una menor credibilidad, por lo que revisar la pertinencia de la estructura actual en nuestro país es oportuno y puede ser conveniente.

La reconfiguración del Congreso en Estados Unidos no solo influirá directamente en el modo de vida de todos los estadounidenses, sino que tendrá un impacto directo en millones de personas del mundo. Sin duda, los desafíos son enormes: Enfrentar la inflación, el desempleo y la inseguridad y solo será posible a través de una mayor cooperación en la región latinoamericana y en todo el continente, pero quizá este reacomodo de fuerzas políticas represente una oportunidad inédita para lograr un cambio de paradigma, en favor de formas de gobierno más humanas que busquen no solo el crecimiento en términos financieros, sino que procuren además el bienestar económico y social de todos los ciudadanos.

Estamos viviendo un cambio en las formas de hacer política y de liderazgos en el que todavía no se define cuáles serán los devenires de los gobiernos y las democracias, pero lo que sí es claro es que habrá cambios importantes en la gestión de la democracia y el poder.