/ viernes 2 de noviembre de 2018

‘Las películas de mi vida’

Menos Face y Más Book


Alberto Fuguet nuevamente me patea en el piso, para luego orinarme en la cara y yo me dejo. Alberto puede escribir lo que sea: Algo aburrido como el menú de un restorán vegano; la letra de un reguetón o las instrucciones de uso de una linterna, pero de seguro le quedaría un best seller, lo que escribe lo hace a la perfección.

En este último libro “Las películas de mi vida” (396 páginas), Alberto da un resumen (no sé qué tan biográfico) de las películas que ha visto, ordenándolas de manera cronológica y empatándolas en un momento de su vida. De manera muy práctica dedica un par de páginas a cada película y describe su relación con Chile o con Estados Unidos y sobre todo con su familia, que en este libro es un lastre que siempre debe cargar.

Otro punto interesante de este libro es la analogía, la metáfora que usa este escritor entre los terremotos, muy “normales” en Chile y en Los Ángeles, en donde residió por unos años. Con esta analogía de terremotos, fallas, réplicas, grados, él va empatándolas con los terremotos en su vida personal, algunos que duran muchos años y aún sufren réplicas de menos grados, pero al fin y al cabo réplicas.

Desde sus tempranos años, el protagonista cuenta sus primeras ideas al cine con sus papás, para luego pasar él solo a visitarlos. La llegada del video y las películas por la tarde, en Chile se programaban para llenar las horas de transmisión. Cine del bueno, del malo y del B, todo se mezcla de igual manea en este exquisito libro.

Este libro puede ser leído por cualquier amante de la lectura, pero sí con una pequeña advertencia: Algunos “chilenismos” que quizás sean difíciles de entender para el lector mexicano.

Este libro se lo recomiendo ampliamente a cualquier lector, sobre todo al que anda buscando algo rápido para tener una lectura antes de dormir, ya que sus capítulos cortos te invitan a leer 10 minutos y dejarlo para el día después.

En mi caso me hacía 45 minutos o más; de esta manera lo terminé en una semana. Terminando este libro agarré otro más comprado en mi último viaje a Chile y que difícilmente encontraría acá en México. Hablo de “Barrio alto” de Hernán Rodríguez Matte, otro joven escritor de la misma “generación z” de Fuguet. Creo que éste también lo terminaré en una semana.

Me despido rumbo a Tijuana a compartir escenario con Luiki Wuiki y Pachis.


Menos Face y Más Book


Alberto Fuguet nuevamente me patea en el piso, para luego orinarme en la cara y yo me dejo. Alberto puede escribir lo que sea: Algo aburrido como el menú de un restorán vegano; la letra de un reguetón o las instrucciones de uso de una linterna, pero de seguro le quedaría un best seller, lo que escribe lo hace a la perfección.

En este último libro “Las películas de mi vida” (396 páginas), Alberto da un resumen (no sé qué tan biográfico) de las películas que ha visto, ordenándolas de manera cronológica y empatándolas en un momento de su vida. De manera muy práctica dedica un par de páginas a cada película y describe su relación con Chile o con Estados Unidos y sobre todo con su familia, que en este libro es un lastre que siempre debe cargar.

Otro punto interesante de este libro es la analogía, la metáfora que usa este escritor entre los terremotos, muy “normales” en Chile y en Los Ángeles, en donde residió por unos años. Con esta analogía de terremotos, fallas, réplicas, grados, él va empatándolas con los terremotos en su vida personal, algunos que duran muchos años y aún sufren réplicas de menos grados, pero al fin y al cabo réplicas.

Desde sus tempranos años, el protagonista cuenta sus primeras ideas al cine con sus papás, para luego pasar él solo a visitarlos. La llegada del video y las películas por la tarde, en Chile se programaban para llenar las horas de transmisión. Cine del bueno, del malo y del B, todo se mezcla de igual manea en este exquisito libro.

Este libro puede ser leído por cualquier amante de la lectura, pero sí con una pequeña advertencia: Algunos “chilenismos” que quizás sean difíciles de entender para el lector mexicano.

Este libro se lo recomiendo ampliamente a cualquier lector, sobre todo al que anda buscando algo rápido para tener una lectura antes de dormir, ya que sus capítulos cortos te invitan a leer 10 minutos y dejarlo para el día después.

En mi caso me hacía 45 minutos o más; de esta manera lo terminé en una semana. Terminando este libro agarré otro más comprado en mi último viaje a Chile y que difícilmente encontraría acá en México. Hablo de “Barrio alto” de Hernán Rodríguez Matte, otro joven escritor de la misma “generación z” de Fuguet. Creo que éste también lo terminaré en una semana.

Me despido rumbo a Tijuana a compartir escenario con Luiki Wuiki y Pachis.