PENSARES
Existe una anécdota sobre Frank Szymanski en los años cuarenta que había sido citado como testigo en un juicio civil.
¿Está usted en el equipo de futbol americano de este año de Notre Dame?, le preguntó el juez. Sí, Su Señoría. ¿En qué posición? Centro, Su Señoría, ¿Qué tan bueno es como centro? Él se retorció en su asiento, pero éste dijo con firmeza: Señor, soy el mejor centro que el equipo ha tenido jamás.
El entrenador Frank Leahy -que estaba en la Corte- se sorprendió. El jugador había sido siempre modesto y no presuntuoso, así que cuando terminaron las sesiones lo llevó a un lado y le pregunté porqué había hecho tal afirmación. Él sonrió y dijo: Me sentí mal al hacerlo entrenador, pero después de todo estaba bajo juramento.
Es cierto que necesito hablar con la verdad y nada más que la verdad, pero hay ocasiones especialmente en lo que toca a nosotros que es mejor que otros hablen por nosotros; no tengo que decir qué tan bueno soy, pero puedo decir que otros son los que pueden decir, como lo estoy haciendo.
Mucha gente tiene una carrera desesperada por ser sabio, inteligente y entendido. Cada día están deseando e inscribiéndose en cursos para ser más sabios, pero no han aprendido las lecciones básicas de la vida. Ellos quieren aprender lecciones de libros, pero ignoran las lecciones de la vida diaria y que tienen un valor profundo.
Una lección es repetida hasta que ella es aprendida, solo cuando la hayas aprendido podrás pasar a la próxima lección. No hay errores solo lecciones. Crecimiento es un proceso que implica errores, pero en la vida esos errores se convierten en lecciones.
El aprendizaje de lecciones es un proceso que no tiene fin. No existe parte de la vida que no contenga lecciones. Si usted está vivo entonces todavía hay lecciones que aprender y los otros son espejos para nuestra vida. Usted no puede amar u odiar a nadie a menos que entienda que lo que ama u odia es un reflejo de lo suyo que amar u odiar.
Hagamos de nuestra vida algo que crece. Usted tiene todas las herramientas y recursos que se nos han dado para la formación de nuestra vida. Lo que hagamos con esas herramientas determinará su crecimiento, pero siempre la decisión es nuestra. Allí no es mejor que aquí, cuando nuestro allí ha llegado a ser nuestro aquí, simplemente obtendremos otro allí que parece mejor que nuestro aquí. Por lo tanto disfrutemos y seamos fieles con nuestro aquí.
