/ miércoles 26 de mayo de 2021

Los 500 mil

EL MURO

Pasaditas las 8 de la mañana y hasta las 6 de la tarde del domingo 6 de junio, en el más optimista de los escenarios, 876 mil 313 bajacalifornianos acudirán a votar en la primera elección concurrente desde la de 1954.

Para ganar la gubernatura holgadamente se requieren alrededor de 500 mil votos, nada qué ver con los 60 mil con los que fue electo Braulio Maldonado. 500 mil personas convencidas, presionadas, orilladas, amenazadas, confundidas, manipuladas o engañadas o bien, 500 mil personas que pueden creer en un proyecto, aunque también pueden ser 500 mil personas que por voluntad o conveniencia decidieron cambiar de opinión de último momento sobre a quién votar, rompiendo con las proyecciones de las encuestas.

Pero 876 mil votantes es una cifra optimista porque representa el 30% del listado nominal, cuando lo más probable -de acuerdo al comportamiento descendente de la participación ciudadana- es que el índice para la próxima votación sea alrededor del 25%, lo cual significan 730 mil 261, hecho que la pone aún más sencillo porque el 51% es 372 mil 433 personas.

De los 21 años de este siglo, en el Estado hemos tenido elecciones casi el 70% del tiempo, quizá eso pueda ser un elemento explicativo de la falta de participación. Por favor no lo llamen abstencionismo si carecen de pruebas para demostrarlo. Hubo un breve lapso entre 1991 y 1994 que tuvimos una participación de ensueño. En la elección federal del 91 votó el 66% del listado nominal; en la local del 92 el 78.5, algo que quizá nunca volvamos a ver. En la presidencial del 94 se mantuvo más o menos estable con el 77.16. Para elegir a Héctor Terán, al año siguiente, ya se empezó a registrar un descenso, con el 63.1. Jaime Bonilla fue elegido con una participación de menos del 30%.

Regresando a la próxima votación, es bueno saber que Tijuana reúne a la mayor cantidad de potenciales votantes y si la proyección participativa del 25% se cumple, en la ciudad de los tacos malos saldrán a emitir el sufragio 374 mil 484 personas. Técnicamente, un candidato solo ocuparía a Tijuana para ganar las elecciones, suponiendo ilusamente que la totalidad votar una sola opción. En la capital votarían 204 mil 688 personas, en Ensenada 103 mil 659, en Tecate 22 mil 082 y en Rosarito 26 mil 118.

Esta elección comienza a parecerse a una en la que el voto estará dividido equitativamente entre dos candidatos, o sea, más cerrada de lo que las mediciones establecen, por lo cual, para ganar se requerirían menos de 300 mil votos. Aunque sea ya casi al final, la campaña está poniéndose un poquito interesante o quizá todo está en mi imaginación deseosa de historias atractivas.

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

Pasaditas las 8 de la mañana y hasta las 6 de la tarde del domingo 6 de junio, en el más optimista de los escenarios, 876 mil 313 bajacalifornianos acudirán a votar en la primera elección concurrente desde la de 1954.

Para ganar la gubernatura holgadamente se requieren alrededor de 500 mil votos, nada qué ver con los 60 mil con los que fue electo Braulio Maldonado. 500 mil personas convencidas, presionadas, orilladas, amenazadas, confundidas, manipuladas o engañadas o bien, 500 mil personas que pueden creer en un proyecto, aunque también pueden ser 500 mil personas que por voluntad o conveniencia decidieron cambiar de opinión de último momento sobre a quién votar, rompiendo con las proyecciones de las encuestas.

Pero 876 mil votantes es una cifra optimista porque representa el 30% del listado nominal, cuando lo más probable -de acuerdo al comportamiento descendente de la participación ciudadana- es que el índice para la próxima votación sea alrededor del 25%, lo cual significan 730 mil 261, hecho que la pone aún más sencillo porque el 51% es 372 mil 433 personas.

De los 21 años de este siglo, en el Estado hemos tenido elecciones casi el 70% del tiempo, quizá eso pueda ser un elemento explicativo de la falta de participación. Por favor no lo llamen abstencionismo si carecen de pruebas para demostrarlo. Hubo un breve lapso entre 1991 y 1994 que tuvimos una participación de ensueño. En la elección federal del 91 votó el 66% del listado nominal; en la local del 92 el 78.5, algo que quizá nunca volvamos a ver. En la presidencial del 94 se mantuvo más o menos estable con el 77.16. Para elegir a Héctor Terán, al año siguiente, ya se empezó a registrar un descenso, con el 63.1. Jaime Bonilla fue elegido con una participación de menos del 30%.

Regresando a la próxima votación, es bueno saber que Tijuana reúne a la mayor cantidad de potenciales votantes y si la proyección participativa del 25% se cumple, en la ciudad de los tacos malos saldrán a emitir el sufragio 374 mil 484 personas. Técnicamente, un candidato solo ocuparía a Tijuana para ganar las elecciones, suponiendo ilusamente que la totalidad votar una sola opción. En la capital votarían 204 mil 688 personas, en Ensenada 103 mil 659, en Tecate 22 mil 082 y en Rosarito 26 mil 118.

Esta elección comienza a parecerse a una en la que el voto estará dividido equitativamente entre dos candidatos, o sea, más cerrada de lo que las mediciones establecen, por lo cual, para ganar se requerirían menos de 300 mil votos. Aunque sea ya casi al final, la campaña está poniéndose un poquito interesante o quizá todo está en mi imaginación deseosa de historias atractivas.

vicmarcen09@gmail.com