/ martes 13 de agosto de 2019

Los Expulsados

Entre Teclas


El pasado fin de semana se dio a conocer que la Comisión de Orden y Disciplina Interpartidista del PAN expulsó de las filas de ese Partido a los siete diputados locales de Baja California que votaron a favor de la reforma constitucional local que amplía de 2 a 5 años el mandato del gobernador electo Jaime Bonilla.

Esto ocurrió el sábado pasado en la Ciudad de México, pero en cuestión de minutos la noticia “corrió como reguero de pólvora” en Baja California.

De esta forma salieron por la puerta trasera del PAN José Félix Arango Pérez, Iraís María Vázquez Aguiar, Raúl Castañeda Pomposo, Ignacio García Dworak, Sergio Tolento Hernández, Carlos Alberto Torres Torres y Alfa Peñaloza Valdez, así como a la presidenta municipal y síndico de Playas de Rosarito, Mirna Cecilia Rincón Vargas y Miguel Ángel Villa Ruiz, respectivamente.

El nombre que más llama la atención es el de Iraís María Vázquez Aguiar, quien hace apenas un año se rasgaba las vestiduras defendiendo la plataforma y los principios del Partido Acción Nacional como candidata suplente al Senado de la República, pero a la vuelta de un año fue expulsada bajo el cargo de alta traición. Irais Vázquez es suplente de la actual senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, quien hasta el momento no ha dado un posicionamiento oficial acerca de que su suplente esté considerada como traidora y haya sido expulsada del PAN.

Actualmente Irais es senadora suplente, por lo que si por cualquier circunstancia Gina Cruz dejara su lugar en el Senado, entonces Vázquez Aguiar asumiría el cargo, pero el PAN perdería un espacio en la Cámara de Senadores.

Lo cierto es que el panismo de Baja California no se siente representado por sus legisladores federales, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados federales.

Ni Gina Cruz, ni Ernesto Ruffo Appel o Lizbeth Mata Lozano realizan trabajo político en Baja California, prácticamente están desaparecidos de esta tierra.

Esta inactividad política es parte de la debacle del PAN bajacaliforniano que en otros tiempos fuera el bastión del panismo en México.

En las últimas semanas muchos panistas han señalado a través de las redes sociales que ni Gina, Ruffo y Lizbeth se presentaron en las campañas políticas y mucho menos trabajaron en los llamados “War Room” para diseñar las estrategias de campañas. Todo lo contrario, solo fueron cómodos observadores del proceso electoral 2019, donde por cierto el PAN perdió todo en Baja California.

Volviendo al tema de los expulsados, el PAN informó que los motivos para la expulsión fueron el incumplimiento a diversas de las obligaciones que como militantes les impone el artículo 12 de los Estatutos vigentes y el haber actuado en desacato a un acuerdo de los órganos internos y con ello incurrir en un acto grave de indisciplina, de acuerdo al artículo 128 del mismo ordenamiento.

Cientos de panistas de Baja California están reclamando los espacios de liderazgo que durante décadas han usufructuado los mismos grupos de siempre. Los panistas “de calle” están pidiendo a gritos que los cambios sean reales y profundos, pues de lo contrario, los resultados seguirán siendo los mismos: Derrotas.

Entre Teclas


El pasado fin de semana se dio a conocer que la Comisión de Orden y Disciplina Interpartidista del PAN expulsó de las filas de ese Partido a los siete diputados locales de Baja California que votaron a favor de la reforma constitucional local que amplía de 2 a 5 años el mandato del gobernador electo Jaime Bonilla.

Esto ocurrió el sábado pasado en la Ciudad de México, pero en cuestión de minutos la noticia “corrió como reguero de pólvora” en Baja California.

De esta forma salieron por la puerta trasera del PAN José Félix Arango Pérez, Iraís María Vázquez Aguiar, Raúl Castañeda Pomposo, Ignacio García Dworak, Sergio Tolento Hernández, Carlos Alberto Torres Torres y Alfa Peñaloza Valdez, así como a la presidenta municipal y síndico de Playas de Rosarito, Mirna Cecilia Rincón Vargas y Miguel Ángel Villa Ruiz, respectivamente.

El nombre que más llama la atención es el de Iraís María Vázquez Aguiar, quien hace apenas un año se rasgaba las vestiduras defendiendo la plataforma y los principios del Partido Acción Nacional como candidata suplente al Senado de la República, pero a la vuelta de un año fue expulsada bajo el cargo de alta traición. Irais Vázquez es suplente de la actual senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, quien hasta el momento no ha dado un posicionamiento oficial acerca de que su suplente esté considerada como traidora y haya sido expulsada del PAN.

Actualmente Irais es senadora suplente, por lo que si por cualquier circunstancia Gina Cruz dejara su lugar en el Senado, entonces Vázquez Aguiar asumiría el cargo, pero el PAN perdería un espacio en la Cámara de Senadores.

Lo cierto es que el panismo de Baja California no se siente representado por sus legisladores federales, ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados federales.

Ni Gina Cruz, ni Ernesto Ruffo Appel o Lizbeth Mata Lozano realizan trabajo político en Baja California, prácticamente están desaparecidos de esta tierra.

Esta inactividad política es parte de la debacle del PAN bajacaliforniano que en otros tiempos fuera el bastión del panismo en México.

En las últimas semanas muchos panistas han señalado a través de las redes sociales que ni Gina, Ruffo y Lizbeth se presentaron en las campañas políticas y mucho menos trabajaron en los llamados “War Room” para diseñar las estrategias de campañas. Todo lo contrario, solo fueron cómodos observadores del proceso electoral 2019, donde por cierto el PAN perdió todo en Baja California.

Volviendo al tema de los expulsados, el PAN informó que los motivos para la expulsión fueron el incumplimiento a diversas de las obligaciones que como militantes les impone el artículo 12 de los Estatutos vigentes y el haber actuado en desacato a un acuerdo de los órganos internos y con ello incurrir en un acto grave de indisciplina, de acuerdo al artículo 128 del mismo ordenamiento.

Cientos de panistas de Baja California están reclamando los espacios de liderazgo que durante décadas han usufructuado los mismos grupos de siempre. Los panistas “de calle” están pidiendo a gritos que los cambios sean reales y profundos, pues de lo contrario, los resultados seguirán siendo los mismos: Derrotas.

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