/ sábado 2 de abril de 2022

Los pasos de la experiencia

V I E N T O S

De niño inicia el ser humano los pasos por los terrenos escabrosos de la experiencia, pero no los sentimos con su formato de gravedad que realmente tienen cuando la madurez los descubre y los exhibe.

Lo que nos sucede de infantes como alegatos para el porvenir y como reparos incluso, para nuestro comportamiento social, es solo la marca que distingue la buena o mala educación y el mejor y distinguido comportamiento que luego, si se escoge como tarea de desempeño grupal, separa y premia a los mejores.

Imagen ilustrativa: Freepik / jcomp

Hace poco tiempo hubo una reunión de expertos en “desempeño” social. Me invitaron por mi personal historia siempre preocupado por la educación de las personas sin pertenecer al magisterio. Y en plática ya personalizada con uno de ellos, magnífico educador, poeta y escritor sin tacha, opinaba que la decadencia educativa es por razones varias – que me enlistó con clase – y que descansa en varios factores decadentes incluyendo el económico.

Por supuesto la plática que llegó al desentierro histórico hizo carta de presencia, era lógico y hubo razones que entre el maestro y este modesto “convitado de piedra”, se hicieron presentes sin llegar jamás a la majadería que hace posible alegato alguno.

Y paseamos con lenguaje claro los argumentos que el maestro me aportaba y sus razones, y los míos se hacían presentes sin manifestaciones de superioridad, sino como razones.

Y fue ahí en donde resaltó - como una parte - los varios problemas que flotan cuando un alegato de esta clase se da entre amigos, pero en donde también debe tomar espacio la buena educación y con ello el respetuoso afecto.

Dejamos varios “cajones” vacíos para el mañana: La educación en México requiere de una profunda revisión y en busca, siempre, de las mejores respuestas. Los viejos ya estamos bien o mal educados y entre estas expresiones el buen o mal aprovechamiento y la calidad magisterial.

Veremos qué sorpresas tengamos en la próxima reunión, porque, aunque parezca sorpresivo, la educación en México, siendo un tema que pareciera indiferente, exige un apropiado cuidado. No se le olvide al lector que se trata de SUS HIJOS.

jaimepardo1928@gmail.com

V I E N T O S

De niño inicia el ser humano los pasos por los terrenos escabrosos de la experiencia, pero no los sentimos con su formato de gravedad que realmente tienen cuando la madurez los descubre y los exhibe.

Lo que nos sucede de infantes como alegatos para el porvenir y como reparos incluso, para nuestro comportamiento social, es solo la marca que distingue la buena o mala educación y el mejor y distinguido comportamiento que luego, si se escoge como tarea de desempeño grupal, separa y premia a los mejores.

Imagen ilustrativa: Freepik / jcomp

Hace poco tiempo hubo una reunión de expertos en “desempeño” social. Me invitaron por mi personal historia siempre preocupado por la educación de las personas sin pertenecer al magisterio. Y en plática ya personalizada con uno de ellos, magnífico educador, poeta y escritor sin tacha, opinaba que la decadencia educativa es por razones varias – que me enlistó con clase – y que descansa en varios factores decadentes incluyendo el económico.

Por supuesto la plática que llegó al desentierro histórico hizo carta de presencia, era lógico y hubo razones que entre el maestro y este modesto “convitado de piedra”, se hicieron presentes sin llegar jamás a la majadería que hace posible alegato alguno.

Y paseamos con lenguaje claro los argumentos que el maestro me aportaba y sus razones, y los míos se hacían presentes sin manifestaciones de superioridad, sino como razones.

Y fue ahí en donde resaltó - como una parte - los varios problemas que flotan cuando un alegato de esta clase se da entre amigos, pero en donde también debe tomar espacio la buena educación y con ello el respetuoso afecto.

Dejamos varios “cajones” vacíos para el mañana: La educación en México requiere de una profunda revisión y en busca, siempre, de las mejores respuestas. Los viejos ya estamos bien o mal educados y entre estas expresiones el buen o mal aprovechamiento y la calidad magisterial.

Veremos qué sorpresas tengamos en la próxima reunión, porque, aunque parezca sorpresivo, la educación en México, siendo un tema que pareciera indiferente, exige un apropiado cuidado. No se le olvide al lector que se trata de SUS HIJOS.

jaimepardo1928@gmail.com